Te hago la vida

CAPITULO XXIII

CAPITULO XXIII

Él se giró y me miró sonriendo-dime

-eh...yo-pero las palabras no salían, creo que aún mi mente no lo creía-yo...voy a salir con Wookie

-está bien

-pero antes quería ir a la oficina para hablar con recursos

Él se levantó y me extendió la mano, me paré y él me abrazó

-te amo

Sonreí-yo también te amo

-en la oficina no saben que eres mi novio-me dijo separándose

-somos novios? -le pregunté alzando una ceja

-Sungmin

-disculpa no me lo has pedido!

-si lo hice...en el viaje-me dijo cruzándose de brazos

-sí, pero cuando regresamos me dijiste que todo fue mentira...así que lo del noviazgo también lo fue-termine saliendo de la habitación, caminé a la cocina para prepararme algo ligero

Sonreí cuando sentí los brazos de Satanás rodear mi cintura

-se mi novio?

Me quedé quieto-el GRAN Cho Kyuhyun, que ha tenido miles de mujeres a su disposición, que se jacta de hacerlas enloquecer y que rueguen por más, el mismo GRAN Cho Kyuhyun que tiene todo el dinero que puede desear, un departamento en la zona más cara de Seúl, un puto yate y un jet… ¿me pide ser su novio tan ordinariamente? que decepción! -le dije sentándome con mi taza de chocolate y mordiendo mi pan-que triste...es cierto, no todo lo que brilla es oro-me dije meneando la cabeza

Satanás me miró y rodó los ojos-nunca creí que pensaras eso de mi

Él se sentó a mi lado y me sonrió-en serio... ¿es lo único que entendiste de todo lo que dije?

Él se acercó a mí y beso suavemente mi mejilla- ¿quieres que te propongas ser mi novio a lo grande? ¿Que toda la ciudad se entere? ¿Y que seas la envidia de todas las mujeres que nunca pudieron tener nada más allá que sexo?  -me preguntó alzando su ceja

Lo miré y suspiré...realmente era terrorífico pensar cuántas locas habrá por ahí

-sabes que...si quiero ser tu novio-me dije levantándome para lavar lo que había ensuciado-no puedo entender que te atrae de las locas

-ellas vienen solas

-creo que el problema no eran ellas...eres tú qué aceptabas cualquier cosas que se moviera-le dije parándome enfrente de él-acaso tu mamá no te enseño a guardar tu cactus para la persona correcta?

Él se levantó y me alzó frunciendo el ceño- ¿mi cactus?

-te diría la flor...pero en ti no tendría sentido

El negó y estaba por decir algo, pero su teléfono comenzó a sonar, me bajo y agarró su teléfono para contestar

-dime...está bien ahora bajo-dijo antes de cortar-si estás listo, es hora de irnos

Asentí agarrando mis cosas y siguiendo a Satanás a la calle donde Shindong estaba estacionado

En el momento que me vio, salió del carro y me abrazó con fuerza

-estas bien…-susurro 

Sonreí abrazándolo también-creo que fue un milagro que no estuviera ahí

-si lo fue, estoy tan feliz de saber que estás bien-me dijo alejándose, sujetó mi rostro y me miró algunos segundos antes de comprender de dónde había salido-entonces...él no es tan tonto como creía