Entre el amor y la guerra (Dofia)

El final de un todo

POV. Dove

Escuché el grito de susto de Sofía por el balazo, pero ella estaba entera, no tenía nada, yo ni siquiera había disparado el arma, la tire lo más lejos que mi fuerza pudo alcanzar, y yo tampoco tenía ningún disparo.

-no puede ser que seas tan débil -escuche la voz de mi padre a mi espalda- tengo puros débiles e idiotas como hijos -habló con odio- el hubiera sido diferente, él hubiera sido el mejor en esto -murmuró- crei que después de tantos años en esto aprenderias algo -dijo molesto y me empujó, tirándome al suelo, e hizo una señal y uno de sus esclavos, como yo les digo, tomo a Sofía bruscamente-

-No!! Suéltala! -dije levantándome pero sus hombres también me tomaron-

-la preferiste a ella, antes que a tu familia, nos traicionaste, ahora te encerraré con ella -dijo tomando mi  barbilla e hizo una señal y nos llevaron jalándonos, encerrándonos en el ático-

-estás bien? -le pregunte a Sofía y ella asintió abrazándome-

-al final nada resultó bien -dijo triste- las dos estamos encerradas-

-creo que podemos intentar escapar -dije pensando- conozco mi casa, y si no mal recuerdo, hay un ducto aquí -dije moviendo unas cajas- qué da al sótano -dije enseñándole el ducto- lo probaré, porque no se si siga conectado a donde yo recuerdo -dije y ella asintió- bien, iré -avisé y me deslicé por el ducto-

El ducto me llevo bastante rápido, y me hice una cortada en la pierna.

Pero al llegar al suelo, caí sobre ella, fracturando mi pie , sintiendo el dolor físico más grande que sentí en mi vida.

Trate de contener el grito de dolor pero falle, y si grite.

Los hombres de mi padre salieron y me jalaron hasta el ático, donde estaba Sofía.

Mi pie dolía mucho, demasiado, Sofía me puso unas vendas y cintas que encontró, era todo lo que teníamos en el ático, estábamos atrapadas.

-como te sientes de tu pie? -preguntó Sof, quien por fin, después de mucho tiempo me dirigía la palabra-

-supongo que estoy bien dentro de lo que cabe, conforme a la situación -le sonreí levemente- tu? Estas bien? -pregunte y ella asintió-

-lamentó que estemos aquí -dijo triste, seguro extrañaba más a su familia ahora, ya que le dije que los vería-

-no es tu culpa, y no lo lamentes, encontraremos una forma de salir de aquí -dije sonriéndole y ella me dio un beso corto-

-pase lo que pase, que sepas que te amo más que a nada -dijo abrazándome-

-Yo también te amo, más que a mi propia vida -le dije y le deje varios besos en los labios-

-Vaya, vaya, vaya, pero que dulces -se escucho la voz de mi padre en forma de burla por todo el lugar- veo que no te cansas de traicionar a tu familia -me reprochó- así que la amas más que a tu propia vida -se rio y se acercó a mi tomándome del brazo, haciendo que gritara de dolor porque al pararme me hizo apoyar mi pie roto- había pensado un método, un método de tortura, para ti, pero no, no no no, tú lo soportarías, estás hecha para soportar tortura, para eso te he entrenado, pero, me acabas de dar la clave de cómo hacer que sufras lo que su familia hizo que yo sufriera -dijo haciendo que 2 de sus hombres me sujetaran-

-Hey! Déjenla! -grito Sofía pero a ella también la agarraron-

-Sueltala! No le hagas nada! -supliqué-

-ahi está, ese es el dolor que quiero que sientas, que veas el como le hacen daño a lo que más quieres en el mundo -dijo tomando mi barbilla e hizo una señal donde los hombres de mi padre tomaron a Sofía recostandola en una mesa de madera vieja que había en el ático-