19. Roces.

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Matt no ha hablado conmigo ya desde hace dos semanas, apenas y lo veo en el campus, quisiera ir abrazarlo y pedirle perdón, pero lo que me dijo ese día sigue en mi cabeza, soy un monstruo por elección, yo elegí ser así...ser una asesina. Mis puños se cierran tan fuerte que logro hacerme daño, caen un par de gotas de sangre por la palma de mis manos, sangre...todo gira en torno a ello desde que me convertí, sabía que sería de esta forma, no me sorprende...para nada, y me da placer ser como soy, y odio que me encante. Qué me pasa? Mis heridas se curan al instante y las gotas de sangre caen en el piso de mi habitación, ja.

Me lavo las manos en mi lavamanos y me refresco un poco el rostro, tengo que volver a clases. Camino por el campus con un par de carpetas en mis manos y un dolor de cabeza inmenso, no se supone que no debería enfermarme? llego al salón de clases y veo a Axel sentado al final del aula, su mirada se postra en mi sin titubear, para posteriormente sonreírme de manera sarcástica, me odia, sus ojos lo muestran todo. Su ropa es totalmente diferente, y lo que muestran sus ojos también, esa oscuridad...es igual a cuando arrebatas una vida..Mierda.

-Afuera, ahora.-Digo susurrando, pero se que me escucha perfectamente, agarro mis cosas y las guardo bruscamente en mi mochila, camino hacia la puerta sin desviar mi mirada hacia él, me sigue sin agarrar nada. -Qué fue lo que hiciste?

-No he hecho nada- me dice pero sin mirarme

-Axel mírame- lo tomo de las mejillas- puedes confiar en mi, que pasó?...

-Se me paso de las manos si?- me mira por un segundo pero su mirada vuelve a un lado- estábamos a punto de...y no se que pasó pero mi sed de sangre estalló y...no pude...yo no pude evitarlo!

Anne, donde está?! Miro hacia el salón desesperadamente, pero allí estaba ella, mirándome con rabia, buscando a Axel, suspiro y por primera vez me alegro de que este ahí. Miro nuevamente a Axel y veo su tristeza dentro de sus pupilas, lo abrazo fuertemente.

-Todo va a mejorar.-Siento completamente lo que siente, además todo esto es mi culpa, si hubiera sido más fuerte, si tan solo no fuera débil, un par de lágrimas caen por mis mejillas- lo siento..de verdad lo siento. Sus manos aprietan mas fuerte mi cintura y yo me acomodo en su pecho.

-Estoy bien, tranquila- se separa un poco de mi sin soltarme y ve mis ojos llorosos, sus ojos se abren como platos y se acerca demasiado a mi, nuestros labios quedan rozando...qué esta pasando? sube y me da un beso en la frente- No es tu culpa, si?

Me acaba de dejar con las ganas? estoy confundida, no se que pasa, mi corazón se acelero?

-Freya.- Es Bruno parado más allá del pasillo con un mirada de odio y asco en su rostro. Axel me suelta y yo me giro hacia él- Tenemos que hacer cosas recuerdas, andando.

Se gira y camina hacia la salida, veo sus puños, estará celoso?

-Bruno eso..- trató de buscar una explicación pero no la encuentro

-Oí tus latidos.- dice con un tono seco- se aceleraron.

-Bruno...- no sé qué decirle, fue lo qué pasó y no puedo cambiarlo

Da un puñetazo en los casilleros y me mira con furia
-Amo cuando tú corazón se acelera, pero solo cuando estás conmigo, ¡no con ese imbécil!- dice tan furioso - antes no ocurría eso... parece que te atraen justamente los vampiros.- suelta con disgusto

-solo fue por un segundo..- Lo miró desconcertada - ademas estaba mal! Por eso mi corazón se aceleró, pudo haber pasado por un millón de razones..

-Sí.. y yo nací ayer - Mira al suelo con rabia- tenia sus putas manos en tu cintura, y eso como lo explicas ? - Me mira de arriba a abajo

-Eres un paranoico, eso no significa nada!- suelto ya enojada

-No quiero que nadie más te toque- Me acorrala contra los casilleros - Cuando te vi entre sus brazos quería morirme, saber que otro hombre te hace sentir así me llena de rabia, si no fuera tu amigo lo habría molido a golpes y no sabes cuanto quiero hacerlo, no puedo compartirte Freya...

Veo cómo mira hacia un lado y muerde fuertemente su labio, lo agarro de la cara y lo fuerzo a mirarme

-Hey, mírame y escúchame claramente- digo y me mira directamente- soy solo tuya, Bruno, y de nadie más.

Sus manos me toman de la nuca y del cabello, y me besa apasionadamente, sus labios son extremadamente deliciosos, es como si me embriagara de placer, mis manos recorren su espalda y no puedo evitar excitarme al sentir sus músculos, comienza a besar mi cuello y sin pensarlo mis manos acaban en su pantalón.

-Y si alguien nos ve?- dice Bruno entre su respiración acelerada

-No me interesa.- digo sin más y comienzo a abrirle el cierre, mis manos se deslizan y me dejo llevar..

-ven...- Me alza en su pelvis y me lleva al armario del conserje, esto no podría ser más excitante.

-Hazme tuya..- digo entre un gemido, ya no puedo esperar más

-Siempre.

Por siempre y para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora