EN EL ALBA

7 1 2
                                    

Me levanté temprano como de costumbre; con el sueño aún en los ojos tomé la cafetera y comencé a preparar el café exactamente como prefieres; así tibio, un poco amargo y tan negro como este día que recién empieza.

Deambulando descalza por toda la casa, encontré retazos de risas tirados en el suelo... Los tomé entre mis manos e intenté armar con ellos aquella sonrisa que tanto me gustaba.

El olor a café invade cada espacio... Ya casi no se siente tu aroma.
Las puertas han quedado de par en par, quizás con la intención de que te vayas para siempre... O será que nunca estuviste?

Ya ni el eco de tu voz se escucha en los pasillos... Apenas puedo sentir tu aliento rosando mi cuello, murmurándome al oído las cosas que no se dicen en voz alta. Ahora todo huele a mi, y a este deseo de no tener ganas.

Sigiloso y de repente te escapaste a medio sueño; sólo porque en la ventana había una nube gris. A caso pensarías que el Sol no volvería a salir? Por eso con decisión prematura corriste detrás de otros amaneceres.

Otro poquito de este café... Y continua el reloj amenazando a la aurora, mi piel se enfría. Gotitas de noche se van posando sobre mi cuerpo... El Sol se ha escondido y ya no te pienso.

☕VERSOS DEL ALMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora