Capítulo 2: Primavera teñida de muerte

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En el archivo se redactaban varios sucesos, también habían testimonios y algunas pruebas, aunque hubieron tres cosas que captaron mi atención, siendo la primera de todas el nombre de Tyler Tyrantt, un ex militar graduado con deshonor, quefue expulsado por agredir a sus compañeros. El motivo de la agresión es desconocida.

La segunda fue una llamada telefónica entre la señorita Thais y un número privado, deduje que fue Tyler el otro interlocutor, ya que en la transcripción de la llamada en un punto, Thais dijo «Ty» y fue cortada por el otro. No es que la conversación fuera muy reveladora, pero definitivamente era una pista que llamó mucho mi atención puesto se mencionó la Gala y el hotel que este año la celebraba, así que mi mente comenzó a explorar que Thais y Tyler estaban implicados en las amenazas que recibió el gerente del hotel.

La última cosa que captó mi atención de ese archivo fue una fotografía, en ella salían dos hombres sobre los 25 años y una niña pequeña, ambos hombres eran iguales. La fotografía era en color y tenía fecha de hace 20 años, la imagen parecía dañada por la parte inferior, pero no sabría decir con exactitud que la dañó.

Tras esa lectura saqué mi teléfono y revisé si tenía mensajes, justo en ese instante sonó una notificación. «Cuándo termines hoy de tu trabajo ven a casa, tu madre saldrá del hospital mañana y queríamos hacer una cena familiar», eso es lo que mi padre me escribió, con sentimientos encontrados respondí «Claro, allí nos veremos». ¿Qué más podía decir? Pese a no querer ver a mi viejo ni en pintura echaba de menos a mi madre, a parte... de que no la pude ir a visitar este mes.

Deslicé el dedo por la pantalla del teléfono buscando a mi mejor amigo y contacto de confianza Ian Riggs, alias «Codebreaker». Él es un ingeniero informático y un experto en ciber-seguridad, si necesitas cualquier pieza de información sobre cualquier persona, le llamas y él la obtiene. Hace dos años que no nos vemos y a decir verdad se le echa de menos al tipo. Es amable, leal y confiable, realmente es la persona en la que más confío a día de hoy.

«Bien. Le llamaré cuando esté de camino al hotel.» eso es lo que pensé mientras me dirigía a los vestuarios para ponerme elegante para el evento. Ya se sabe que si vas de paisano, al menos métete en el papel. ¿Cuál era el mío? Debía entrar cómo un "ricachón" llamado Thomas Werbrough, así que me tocó apechugar con el papel, mi barba no volvió a ser la misma tras aquello, llevaba también el pelo ordenado y muy meticulosamente peinado.

Finalmente salí del edificio tras repasar una última vez mi plan de acción para esa noche. Entré al coche y puse el teléfono en manos libres. Mientras conducía por las calles hasta mi destino llamé a mi amigo, realmente necesitaba hablarle sobre dos cosas: la información que necesito que me busque y sobre si podemos vernos antes de mi cena familiar. Al fin y al cabo en estas cosas él es mi hombre de confianza.

– Vamos... ¡Contesta! - dije impacientándome.

Entonces me di cuenta de que él respondió a la llamada y con un suspiro de alivio escuché su voz de recién despierto.

– Aj... Buenos días John... - dijo de manera perezosa. - ¿A qué se debe esta llamada?

– Bueno, necesito hablarte sobre dos temas. - respondí.

– muéstrame el camino, Double X - dijo en tono sarcástico.

– Está bien. - dije con una carcajada. - Serás ilustrado pues.

Hacía siete años que no escuchaba ese mote. "Double X" o "XX", 20 en romano, ese era mi número en el Liar Club. Algo que a día de hoy preferiría no haber recordado.

– Debo pedirte que me saques información de dos personas – añadí ya de manera seria.

– Soy todo oídos. - Ian también se puso en modo trabajo.

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2019 ⏰

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