ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ (ᴀɪɴ'ᴛ ᴛʜᴀᴛ ᴛʜᴇ ᴡᴏʀsᴛ ᴛʜɪɴɢ ʏᴏᴜ ᴇᴠᴇʀ ʜᴇᴀʀᴅ?) ; ls

Lunes 10, Febrero.

Harry llega a la escuela con muchas ojeras. No había dormido en toda la noche por culpa del examen de física.

Al llegar a su casillero ve una nota. Un poco confundido la toma y lee.

No se como pude ser tan estúpido. Claramente no te merezco. ¿Qué me hizo pensar que con unas estúpidas notas pueda conseguir algo? No te mereces a un cobarde que ni siquiera puede acercarse a tí. Te mereces a alguien que vaya de frente, que te diga en persona lo que siente por tí. Poder salir en citas. Tomarse de las manos. Mereces a una persona que no mienta sobre sí mismo con las personas que tiene a su alrededor. Perdón por no ser esa persona.

Lo siento. No soy lo suficientemente valiente para enfrentar a los demás. No soy lo suficientemente valiente como para acercarme a tí sin que mis piernas tiemblen y sienta ganas de vomitar.

Juro que quiero acercarme a tí, pero tengo miedo.

No te merezco.

Te quiero. ¿No es eso lo peor que has escuchado? 

 Prometo dejar de molestarte con estas notas de mierda.

Harry tragó duro. No quiere que aquel chico deje de mandarle notas. Es su parte favorita de los viernes.

No puede creer como aquel chico que el sábado le mandó un ramo de flores cuando la obra terminó sea el mismo que hoy escribió esta nota.

Con un suspiro deja caer su cabeza en su casillero.