~ Capitulo 1.

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Hola me llamo Meli y esta es mi historia...

Un día me cansé de buscar unos audífonos que había perdido, cuando aparecieron ya tenía unos nuevos, así pasa a veces con las personas. Y eso lo e confirmado a lo largo de años que tengo de vida, los primeros recuerdos que tengo de mi niñez son los de mi madre; amor, inteligencia, bondad y guerrera son las palabras que mejor la definen.

Tenía apenas 5 años cuando perdí a mi padre a causa del VIH, mamá y Nona (mi abuela) hablaron conmigo sobre ese tema hace apenas un par de años ya que no querían que tuviera una mala imagen sobre mi padre, ya que él le fue infiel a mamá por varios años, cuando ella lo descubrió él huyó a Cuba junto con su amante y ella al enterarse que él portaba el virus se fue con otro dejando a mi papá solo, él volvió a casa cuando yo tenía 14 años y mi mamá obvio que lo acepto y le perdonó todo pues no le guardaba ningún rencor. Pasados los años mi papá empeoró... y un día 12 de Agosto murió en el hospital, recuerdo bien no llorar cuando recibí la noticia por parte de nona, se sabe bien que a casi todos les da miedo la muerte o quizá no sea eso, quizá solo les da miedo irse y dejar a la gente que más ama, de irse y ser olvidados... Claro que por eso existe la vida, para disfrutar de todas esas personas y cosas que amamos, a mi en lo particular me gustaría morir en mi cumpleaños, morir el mismo día que nací, para no vivir días de más ni lamentar haber vivido días de menos. No me gustaría morir en navidad o un día antes del cumpleaños de mi hermana o el día de las madres o el día que nació mi pequeña prima porque todos lo sentirían todos los años y ya no tendrían deseos de festejar. No quiero morir con culpa, no seria justo. Pero en mi cumpleaños estaría bien, festejarían todos, festejarían un cumpleaños de alguien que alguna vez vivió y el aniversario de la persona que ya no está. Si, suena bien. Me gustaría ir a dormir un día antes, y al despertar a otro maldito cumpleaños, pueda levantarme y verme ahí, durmiendo... seria un lindo regalo, odio mi cumpleaños pero este último valdría la pena. Además ellos tendrían que festejar ¿no? Después de todo era mi cumpleaños... mi último cumpleaños.

Mi pequeña Meli. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora