🍂 unique 🍂

153 17 10
                                    

En una cama color vino, cubierto por tres sábanas del mismo color y con un gorrito en su rubia cabellera, se encontraba Felix. Su aspecto no era el mejor de todos, sus ojos eran dos perlas oscuras sin brillo alguno,con ojeras bajo ellas, su piel pálida enfermiza y sus dientes opacos, daban mucha lástima. Sin embargo su novio no pensaba eso, para él su pequeño rubio seguía siendo aquel del que se enamoró, aquel brillante australiano que hacía que sus días mejorarán y pasarán de ser días de mierda a ser los mejores días de su vida.

— ¿Como te sientes amor? — pregunto Changbin con sus ojos acuosos. Su pequeña y hermosa luna iría con las estrellas pronto. No sabían cuando, pero no le quedaba mucho. 

El rubio miraba a su chico, su chico rapero, el cual le escribía cada día sin falta un verso, de cuánto lo amaba y de cuánto esperaba que fuera feliz con él. Su Changbin, su sol, ese mismo que le  acompaño a cada examen que tenía cuando descubrieron que sucedía con él. El por que se sentía mal, por que de repente tenía fiebres altas y algunas veces vomitaba sin necesidad de haber comido, pero ahí estaba Changbin, cada día junto a él, incluso después de descubrir que lo que tenía era SIDA.

Cuando sus padres lo hecharon de casa por que era un maricón, ahí estaba, cuando le dijeron que no sobreviviría mucho tiempo, ahí estaba. Y ahora, en sus últimos días, aquí estaba. Parado frente a él, sosteniendo una bandeja con fruta y un vaso con agua, para él. Su amado hombre, estaba ahí, estuvo ahí y estará ahí con el mientras todos ese sufrimiento dure.

Asintiendo como siempre, sonrió. Una sonrisa chueca pero muy sincera, lo amaba. — Estoy tan bien que podría bailar algo ahora mismo. — chistó.

Con una sonrisa, Changbin dejo la bandeja en la mesita de la lámpara y limpió sus lágrimas, odiaba ver así a Félix, odiaba sentir que en cualquier momento se iría y lo dejaría solo. Se sentó al lado de su amado y lo miro a los ojos, examinó sus pequeñas pestañas y con su mano acarició aquellas mejillas que solían estar infladas cada día. Sonrió y dejó un beso en su nariz, luego en sus mejillas, luego en su frente y por último uno cerca de la comisura de sus labios. Aquellos belfos que tanto amo besar, que tanto mordió y que tanto quería besar, pero no podía, no podía por que Félix le había hecho prometer que nunca más lo besaría. No lo quería contagiar.

— No me beses, ya sabes por qué amor. — dijo el australiano en un hilito de voz. Odiaba eso, odiaba saber que nunca más lo besaría, ni para su despedida.

—Lo sé, lo sé mi luna. No quieres que pase lo que tu... — respondió viendo su cuello, el cual tenía sarpullido. Sus ojos comenzaron a acuarse de nuevo, se sentía impotente. — ¿Y si no me importa pasar lo que tu? Añoro besarte tanto como lo hacíamos antes, amor, porfavor déjame besarte.

Félix miraba a su amado, le dolía verlo así, suplicante por besarlo. Mentiría si dijera que él no quería, claro que quería, quería besarlo con esa pasión que tanto solían experimentar. Su mano viajo a la mejilla de su Changbin, acarició con sus dedos secos y rasposos la piel de su sol.

— Bailemos. — soltó, con una sonrisa en su rostro. Changbin le miró con el ceño fruncido y con una mueca de sorpresa a la vez. — Bailemos cariño, olvidemos por un momento que tengo está mierda y bailemos, abracemonos el uno al otro y bailemos.

Changbin asintió con duda, pero se paró, para ayudar a su rubio a levantarse. Félix debía de aceptar que su energía no era la mejor, pero aún podía mantenerse de pie por unos minutos. Su vestimenta eran unos shorts blancos, una camiseta negra  y unas pantuflas blancas. No era lo mejor para bailar, pero quería hacerlo, sentía el deseo de hacerlo.

Con delicadeza Changbin lo llevo al centro de la habitación, ambos sostuvieron sus manos mirándose a los ojos, los ojos de Félix tenían un brillo que no había visitado sus perlas durante años, y eso hizo sonreír a Changbin.

— ¿Que quieres que ponga? ¿Queen? — sugirió. Sabía que su hermoso chico amaba a Queen. Incluso fueron a un concierto juntos, ahí fue donde Changbin le pidió ser novios. A pesar de lo que la gente decía, ellos eran felices,  aunque la única muestra de amor fueran sus manos entrelazadas, pero a puertas cerradas se demostraban amor el uno al otro en todas las formas posibles que puede mostrarse el amor dentro de un closet gigante.

— pon love me like there's no tomorrow, amo esa canción. — sonrió, y soltó las manos de su amado. — ve.

Changbin colocó el disco de vinilo y la voz de Freddie Mercury comenzó a sonar.

Ambos se abrazaron, Changbin paso sus manos por la cintura de su universo para que esté se sostuviera de su cuello y colocará su cabeza en el pecho de Chang.  Se movían de un lado a otro, nada rápido y muy lento, disfrutando de las voces de cada uno, ambos cantaban un pedazo de la canción, ambos estaban amándose como sí no hubiera un mañana, a su propia manera, a puertas cerradas y cortinas oscuras. 

We were born just to be losers.

Sus vidas no eran las mejores, pero ambos sabían que si estaban a la par del otro, todo estaría bien. Félix estuvo ahí siempre para Changbin, cada vez que reprobaba, cada vez que lo rechazaban en una entrevista de trabajo y cada vez que esté era llamado bastardo por sus padres.

But we have one more day together,

— so love like there's no tomorrow — Felix cantó en voz alta, con esa voz que Changbin tanto amaba. — hold me in your arms tell me you meant it. — Changbin sostuvó a su universo en sus brazos, susurrando pequeños te amo y algunos nunca te soltaré. —  This is our last goodbye, and very soon it will be over. — Felix cantaba con su voz quebrada, todos los sentimientos a flor de piel y la tristeza reinando en la habitación. — but today just love me like there's no tomorrow — sus lágrimas caían en los hombros del otro. Changbin besaba esa piel rojiza en su cuello, y ambos brazos seguían sosteniendo a su hermoso universo. — so love me like there's no tomorrow, hold me in your arms tell me you mean it. — cantarón ambos al unísono de Freddie Mercury, y mientras más se acercaba el final de la canción ambos se abrazaban más y más fuerte. — this is our last goodbye— Felix aflojó sus brazos del cuello de Changbin, ya no tenía fuerzas para seguir de pie, para seguir ahí. Era su momento.
— very soon it will be over — con cada palabra dicha por el australiano Changbin soltaba más lágrimas, sintió como su pequeño angel sé soltaba de su cuello, dejando caer sus manos en su pecho, y su cabeza descansando en este. Sabía lo que venía, cuando sintió como el peso de Félix se quedó todo en sus brazos. Ambos cayeron al suelo, Changbin sosteniendo a Félix en su regazo y Felix con su cabeza a en el pecho de su amado. Con sus últimas fuerzas cantó:  — but today just love me like there's no tomorrow. — sonriendo con el último brillo de sus ojos acercó sus manos a las mejillas de Changbin, este tenía lágrimas por todas estas, pero no le importó, sabía que su pequeño lo tocaría por última vez. Sin pensarlo un segundo más, ambos se acercaron, y se besaron.

Un beso lleno de amor, dulce y con sabor salado por las lágrimas que se filtraban entre sus labios, un beso de despedida.

Amándose entre los brazos del otro, uniendo sus almas en un último contacto y en su último respiro. Amándose, amándose como si no hubiera un mañana.

But today just love me like there's no tomorrow...
























🍂. Hasta yo me puse a llorar mientras escribía esto. Se me ocurrió después de ver el vídeo en multimedia, es arte. Queen es arte, Freddie Mercury es arte.

Dejen sus comentarios y quejas acá, enserio, comenten porfavor :(.

Por cierto, esto sucede en los 70's u 80's, por eso de que no se pueden besar y la homofobia.

Amen tanto como puedan en esta vida, por no sabemos que si habrá un mañana. Y no solo hablo de amor de parejas, si no, todo tipo de amor dirigido a todo ser en este mundo.

Gracias por leerlo. Love ya. ❤️.

-v.

Love me like... • changlix. os.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora