Vieje En El Tiempo (Sirry)

¿La Llegada Anticipada?

- Claro - empezó Miome - bueno empecemos

Harry Potter y la piedra filosofal

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Pov ¿?

Me pregunto ¿si, todavía estarán leyendo o apenas estaran empezando? Bueno eso lo sabré en un rato.

- Viento - una voz me saco de mis divagantes pensamientos, esa voz solo le pertenece a una persona obviamente.

- Fuego ¿que haces aquí? - le pregunte a mi amado fuego, desgraciadamente no le puedo decir nada - las ventiscas te an vuelvo a traer ¿cierto?.

- Ah, no entendí pero quiero preguntarte algo - dijo fuego.

- Claro mi querido amigo las aéreas me dirán si puedo conducirte a ello - le respondí lo mejor posible.

- Ok, bueno ¿te enojarias si te dijera que por accidente rompi algo? - dijo Fuego... Mierda rompió... Otra vez.

- Maldición Zed, es la décimo sexta vez que rompes algo en esta semana - lo amo y todo pero no es fácil reparar lo que rompe o quema, en especial que son reliquias familiares - ¿donde fue esta vez? - le dije.

- Bueno... Esto... - y siguió balbuceando durante cinco minutos, hasta que alce mi mano para interumpirle.

- Si lo que te preocupa es que te vaya matar tranquilo no lo voy a hacer - le dije para que se tranquilizarse.

- Bueno, fue en tu oficina - me dijo... Maldición mi oficina no.

- Zed - dije con una aura tenebrosa - concidera que vas a terminar en muchos problemas, vamos - dije para luego salir corriendo.

No necesite ver por donde iba para saber que estaba en el área este cerca de la biblioteca para tener que correr por todo el castillo para llegar al área sur para llegar a mi oficina y me detuve unos pasos antes de llegar para no pasarme y luego me hice a un lado ya que Fuego venia detrás de mi y así se estrella me podría justificar con que aun estoy enojada, cosa que si paso ya que escuche el sonido de algo golpeándose.

- ¿Estas bien? - le pregunto a fuego.

- Pudiste a verme avisado - lo escuché decir.

- Nop - le dije - ahora quítate que necesito que necesito pasar.

- Ya voy - lo escuche moverse.

Luego procedí a empujar las puertas e infresar a mi oficina camine tranquila y me hice a un lado para dejar que Zed pasara y cerré la puerta una vez que lo escuché entrar para luego proseder a quitarme la venda que uso para cubrir mis ojos.

- Ya esta, ahora enséñame lo que rompiste Zed - dije para proceder a mirarlo.

La verdad Zed es un chico muy guapo ligeramente tsundere, tiene el cabello rojo y salvaje a tal punto que es imposible agarrarlo, unos ojos rojos y piel pálida (como la mía), cara aristocrata pero masculina y trae un piercing el la oreja derecha mide 1.80 y tiene un pecho amplio que te daban ganas de acurrucarte sobre de él, unos músculos ni muy grandes ni muy chicos traía una ropa negra ¿con un lazo? ¿O es collar? Quien sabe, unos pantalones negros pegados y unas botas de cazador negras.

- HENRIETTA - escuche que me gritaban.

- Mande - le dije.

- ¿Me estabas escuchando? - preguntó mi amado Zed.

- No - le contesté con sinceridad y luego añadí - perdón, me distrae - con tu belleza pero eso no te lo voy a decir.

- Te estaba hablando - dijo medio molesto.