El chico de las mil sonrisas.
Teniendo en cuenta que los únicos sitios que conozco de este lugar son el bar y la casa abandonada, a la que sinceramente no creo que me dejen volver, así que me decido por volver al bar, a ver si el chico que me a atendido esta mañana sigue igual de simpático.
Llego al bar y lo encuentro allí.
Me acerco a el , pero cuando me dispongo a hablarle recuerdo que ni siquiera se su nombre.
- Lo siento, ya esta cerrado.-Dice mientras cierra la puerta del local, sin apenas girarse.
- Gracias... -Y me dispongo a marcharme.
- ¿Tu por aquí otra vez?¿Me estas acosando? -Y una sonrisa torcida aparece en su cara.
Menudo engreído, ¿Quién se ha creído que es?
- Quería pedirte un favor… - Digo ignorando su comentario.
- Lo que quieras, nena. – Dice guiñándome un ojo.
Me sonrojo ligeramente ¿Porque es tan irritante?
- Se que me arrepentiré de esto pero ¿Podría pasar esta noche en tu casa?
Me mira con cara de sorpresa.
- No pensaba que quisieras ir tan rápido nena…
- Imbécil… -Mierda, lo he dicho en voz alta.
- No eres la primera en decírmelo. –Y su sonrisa torcida, aparece de nuevo.
- ¿Entonces, puedo quedarme en tu casa?
- Pero te aviso, solo tengo una cama, así que… - Dice con una sonrisa traviesa.
- Dormiré en el sofá. – Digo desafiante.
- ¿Segura, nena? No sabes lo que te pierdes.
- Creo que podré resistirlo.
Vamos andando hacia su coche, un Audi R8. Joder, tiene pasta.
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Really?
Novela Juvenil¿Y si no pudieras recordar nada? 16 años de vida perdidos, vividos, si, pero sin recuerdos. Esta es mi historia, bueno, desde mi punto de vista, que no es demasiado.