Capitulo 2

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Capitulo 2

Jimin.

Por la maldita sangre, los dientes me están matando, nunca más dejo pasar tanto tiempo para alimentarme, ya debería saber eso, además la mandíbula también me duele, la siento agarrotada por la presión de morder.

Me muevo en la cama y veo el cuerpo de la mujer desconocida que fue mi donante anoche, tiene varias marcas de mis dientes, voy a tener que curarla para que no se asuste, aunque podría solo cerrar las heridas y dejar los moretones, eso parece gustarles siempre.

Me siento en la cama en una posición donde mis manos puedan tener acceso a mis mordidas y dejo que la energía fluya, en unos pocos segundos su piel se cierra dejando una leve coloración rojiza donde antes había un profundo color rojo.

Ahora no se si borrar su memoria o dejar que se quede con sus recuerdos de anoche, pongo mi mano en su cabeza para revisar su memoria y lo único que encuentro son trozos de los sucesos ocurridos, nada comprometedor que la haga intuir lo que soy.

Alcance a quitar mi mano de su cabeza antes de ella despertara, me  estaba vistiendo cuando escuche su voz.

-¿Por qué te vistes?- es lo que siempre escucho, como si ellas quisieran que me quedara para consumirles la vida, no saben el favor que les hago al dejarlas.

-tengo cosas que hacer, no me puedo quedar- por favor que no insista.

-pero lo pasamos muy bien anoche- si, pero por mucho que no haya comido en varias semanas, no puedo beber mas de ella.

-cariño si pudiera me quedaría, pero ya te dije que tengo cosas que hacer- se que ella va a seguir insistiendo por lo que me doy vuelta y la miro a los ojos, uso mi poder de compulsión con ella para que deje las cosas como están y no me busque.

-bueno, puedes irte- se queda estática por unos segundos mas hasta que se levanta y entra al baño, cuando ella salga yo ya voy a estar lejos del hotel.

Como sigo siendo un caballero, pago la cuenta de la habitación y pido que suban el desayuno, ella necesita recuperar sus fuerzas si quiere salir caminando del hotel.

Al llegar a casa para lo único que tengo energía es entrar a la ducha para bañarme, supongo que me pasa lo mismo que a los humanos, al hacer digestión me da un sueño de muerte, al salir de la ducha ni siquiera me tomo la molestia de secar mi cuerpo, solo me tiro en la cama para descansar un poco mas.

No tengo idea la hora que es, pero ya es de noche o al menos el sol ya esta empezando a ocultarse, lo bueno de ser un vampiro es que no te da frio, me giro en la cama y quedo de espalda con la mirada en techo de mi habitación, pasan al menos unos cuantos minutos y en lo único que puedo pensar es en volver a alimentarme, en conseguir a una nueva donante, alguien en quien hundir mis dientes, en la piel de una linda mujer que se retuerza de placer en mis brazos, en el dulce sabor de la sangre caliente inundar mi boca.

Es tan fuerte mi ansia que la boca se me llena de saliva y mi estomago ruje por el alimento que necesita, por fin logro levantar mi cuerpo de la cama y camino todavía un poco adormilado al closet para buscar la ropa que me pondré, tengo que salir de casa, tengo que buscar comida, tomo un par de pantalones negros, una camisa del mismo color y una chaqueta también negra pero con diseños grises, es el tipo de ropa que uso para ir de casería.El color negro resalta el color de mi piel y el color rosa de mis labios.

Busco mi teléfono en la ropa que me saque al llegar a casa para llamar a alguno de mis amigos y pedir que me acompañen a buscar un poco más de comida, en el estado en el que estoy no puedo ir solo.

Mi primera opción es llamar a la casa de Nam, Hoseok y Jin, marco el número y después de tres tonos contestan.

-casa de Hoseok, Nam y Jin, habla Jin, ¿con quien hablo?- tenia la esperanza que contestara Nam o Hobi, ellos no harían tantas preguntas como Jin.

Cantos en la Sangre jikook/kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora