Un Día Normal

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- ¡VUELVE AQUÍ COBARDE!

- ¡Doctor! ¡Porfavor calmense!

- ¡ME CALMARE UNA VEZ ESTÉS MUERTO HIJUEPUTA!

- ¡Por favor cuide su vocabulario!

En medio de la mansion con forma de sombrero se encontraban el héroe número uno también conocido como White Hat y su científico el Dr. Slug en una de sus rutinarias persecuciones. En las cuales el Dr. perseguía al Hat con alguna de sus nuevas invenciones en un intento de terminar con su vida.

- ¡Sabe que no me gusta la violencia!

- ¡MIRA CUANTO ME IMPORTA! ¡JAJAJA!

Mientras el científico reía como un maniático el de blanco decidió que ya era tiempo de terminar esa tontería.

Dio un salto ubicándose detrás del atacante para cuando el científico se volteara aplicarle una llave, dejándolo desarmado e inmovilizado.

- Ya que terminamos con esto Doctor, le agradecería que se organizará para empezar con su día laboral- dijo White todavía inmovilizandolo y con una sonrisa amable.

-¡MIERDA! - Maldijo el científico al tiempo que era liberado. Después de eso se limitó a volver a su alcoba para planear su próximo atentado.

Mientras el de blanco volvia a su habitación de la cual se había visto obligado a salir presurosamente sin tiempo de cambiarse la pijama.

Este tipo de situaciones se presentaban todos los días desde que el ex-villano llegó a la mansión ya que este le tenía un gran odio a, desde su punto de vista, su secuestrador. Aunque, claro, sus planes nunca funcionaban o estaban cerca de hacerlo, esto no evitaba que siguiera intentándolo. Por otra parte al del sombrero no le molestaba en lo más mínimo ya que el daño que producían los atentados era fácilmente reparado por sus poderes y además se repetía constantemente que el científico solo necesitaba tiempo para acostumbrarse a su nueva vida, no importaba que ya ubieran pasado 2 años desde su llegada a la mansión, solo necesitaba tiempo.

Salió, ya cambiado, de su habitación hacia la cocina donde Clemencia ya se encontraba.

El héroe estaba apunto de tocar la puerta cuando está fue derribada desde adentro y sobre esta se encontraba su querida "aprendis" Clemencia. Una adorable joven de unos 20 años pero que era tan infantil que no aparentaba más de 16.

- ¡Whity!- grito la joven antes de lanzarse sobre el Hat- ¡Ayuda! Trate de hacer el desayuno ¡Pero la tostadora se volvió loca y me atacó!¡Por favor has algo!

A White le parecía adorable el sufrimiento de su aprendiz pero no por ello la iba dejarle en ese estado.

- Tranquila- le dijo mientras le acariciaba la cabeza- yo me encargo.

Entro a la cocina, solo para ser bombardeado por proyectiles de pan, los cuales esquivo con la elegancia que lo caracterizaba. Corriendo, saltando y escondiéndose, en poco menos de un pestañeo ya estaba al lado de la tostadora y está se hallaba desenchufada. Llamo a Clemencia para que entrara.

Esta al entrar encontró la cocina completamente destrozada y pan por todos lados.

-¡Lo siento White!¡No se qué pasó, te juro que esa cosa se volvió loca de la nada, Basto con que la conectará para que pasará todo esto!¡Seguro esto fue obra de algún villano!¡Tengo que mejorar la seguridad, le diré a Slugii! ¡Lo siento mucho!- dijo haciendo una reverencia al estilo japonés- ¡Ya mismo lo limpio!- dijo enderezandose y saliendo corriendo a por los objetos de limpieza antes de que el Hat pudiera detenerla.

White Hat obviamente sabía quien era el causante de toda esta desgracia, seguro lo hizo el Dr. Slug por capricho durante la noche para poder reírse de Clemencia luego.

No Soy Un MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora