Caída

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contorneo de caderas, ropa apegada, falda corta, pantis negras, mirada de superioridad, nunca sola, siempre con sus fans, siempre acompañada de su harem, aunque no deja que nadie le toque, no deja que nadie entre en su vida.
odiada por muchos, amada, deseada, toda una estrella, toda una diva de nombre ganado, uno manchado de soledad, uno manchado de tristeza, sola y rodeada de gente, sola y plagada de muchos...
así es como pasaba sus días, rodeada de su séquito, alejada de los demás, mirando como los demás la observaban con lujuria, con deseo, ignorándolos, deseando solamente ser el centro de atención, conquistando y rechazando a los inocentes a su antojo, sin miedo, sin compasión, sin saber que se sentía, sin saber que es el rechazo, sin saber que se siente el abuso en el corazón, pero, porque sentirlo?, ella era superior, era popular, no debía preocuparse por esas cosas?
su fama había crecido, era la chica mas deseada del colegio, siempre estaba acompañada, protegida, pero, había alguien que no le prestaba atención, alguien sombrío, alguien que le causaba dudas aun en su mente, le nublaba el corazón con su indiferencia, un chico que podía pasar a su lado e ignorarla por completo, un imposible, nada lo era según ella, cada vez que se jactaba de sus conquistas, de quienes habían rendido sus corazones ante ella en el pasado, pero, era diferente con el, no podía someterlo como a los otros, no podía controlarlo, eso le perturbaba cada vez que lo veía, la llenaba de dudas, la mantenía despierta, era un ancla a tierra para ella, pero, al mismo tiempo alguien cuya sola presencia le causaba rechazo, como era posible que alguien se atreviese a ignorarla?, se preguntaba ella en su mente cada vez que se le cruzaba, pero, trataba de no demostrarlo, para que perder asi su tiempo, como ese chico habían muchos y esos muchos no la ignoraban, solo ese que era sombrío, ese que se resistía a sus encantos.
una tarde sombría de esas entre otoño e invierno ella volvió a casa por el parque que cortaba la ciudad, tal vez por flojera, tal vez por complacencia, tal vez por ese deseo de compartir con sus fans, de que la siguieran adulando, le siguieran alimentando su ego, ese que le rebosaba en sus pechos copa B, sus caderas contorneadas y su cabello largo y silueta marcada, esa con la que muchos soñaban poseer, incluso sus mas cercanos.
ya los faroles comenzaban a encenderse en el parque, había comenzado a llover, eso hacia que no pudiese ver nada casi de lo que tenia cerca, solo se veía que el parque estaba sorpresivamente vació, como no comúnmente, desierto, sin siquiera vagabundos o animales, la lluvia los había espantado, de pronto, estaba pasando por la espesura del parque, con la vista bloqueada por los arboles y la lluvia, siendo cegada por la adulación de sus acompañantes, sin notar que estaba a merced de ellos, caminando hasta el punto donde nadie podría verla, rescatarla.
de golpe, el grupo se detuvo, ella aun soltaba risotadas por las bromas que ellos le hacían, parecía todo normal, había una fuente en medio del parque, en medio de ese camino de adoquines cubiertos con pasto, rodeados de vegetación, allí en las bancas que rodeaban la fuente y como era de ella costumbre se sentó a beber algo de jugo, esta vez empapada por la lluvia, que si bien no era densa igualmente la tenia empapada, con su ropa pegada al cuerpo, el cabello húmedo y pesado y el cuerpo adormecido por el frió y la lluvia, esta vez solo le quedaba un poco de voluntad de defenderse, estaba cansada, había sido un día difícil, para ella y para todos. hoy se había negado a salir con un chico y este se había burlado de sus acompañantes, quien ella sabia y bien era de dominio publico comerciaban con sus fotos, la miraban con lujuria, con ganas de tenerla en sus brazos y muchas veces lo habían intentado, no por nada su circulo cercano solo era de 4 chicos, así se protegía de que trataran de propasarse, o eso creía ella, no sabia que sus cercanos eran los peores. en un momento todo se volvió silencioso a su alrededor, ya estaban todos seguros de algo, estaban solos ahí, de golpe, los cuatro se abalanzaron sobre ella de golpe, no estaba preparada para eso, de un solo paso uno de ellos le rompió la blusa, descociendole los botones con fuerza, otro rompió sus pantis negras con sus dedos, ella solo atino a gritar, pero, para que, no había nadie, nadie la podía auxiliar en ese parque, estaba aterrorizada, sentía como los dedos de esos chicos la tocaban, como le lamían su cuello, como invadían su intimidad, como a pesar de estar gritando desesperada nadie venia en su auxilio, como estaba a punto de perder eso que había cuidado tanto, eso que para ella era un tesoro, como sus fuerzas la abandonaban, como su cuerpo comienza a ceder ante las manos pervertidas de ellos que creía la iban a proteger, cayendo de rodillas, sin fuerzas...
con la mirada nublada veía como todo comenzaba a desaparecer, entonces, vio como ellos comenzaron a prepararla, la acomodaron en la banca y la invadieron, mientras se sortearon su virginidad, mientras ella rogaba por auxilio, sin fruto según lo que ella veía, el ganador, se preparo, estaba listo frente a ella, preparado para robarle eso que ella se había preocupado tanto por proteger, pero, algo paso... algo que nuevamente no se esperaba.
de pronto y del silencio una navaja de afeitar, cuchilla de barbero rodeo el cuello de su atacante principal, degollándolo, bañándola en sangre, el miedo la congelo, no había terminado de reaccionar cuando vio caer a quien había ganado el sorteo para violarla primero, el príncipe azul que esperaba había llegado a rescatarla de sus captores? aun tenia la mirada borrosa, el resto de los chicos lo intentan atacar, pero, son lentos, 2 caen degollados al paso, el tercero intenta tomar a la chica por la fuerza, aprovechando el pánico, pero, su atacante misterioso lo asesino de forma menos pasiva que sus compañeros, enterrando 2 navajas en su cuello, cortándolo de forma diagonal, empapándose con sangre, dejándolo agonizar frente a el, mientras sus pulmones se llenaban de sangre, mientras agonizaba el ultimo atacante de la chica, su salvador se quito la chaqueta y se la arrojo, seguido levanto la voz, una voz fría y algo ruda diciéndole -ponte la chaqueta", no creo que quieras estar aquí para cuando alguien venga-, ella obedeció, se cubrió con la chaqueta del chico e intento ponerse de pie, estaba muy cansada, lastimada por los ataques a su intimidad, débil, tanto que no podía mantenerse en pie, aun veía borroso, solo oía y esa voz que le hablaba le parecía familiar... el chico lo nota, la carga en su espalda y la lleva consigo, 4 cadáveres en el suelo quedan tras ellos, mudos intentos de violarla, ahí se quedaron también restos de la ropa de ella, pues bien al atacarla se la arrancaron y ella se fue semidesnuda con su salvador, de pronto, se durmió, en la espalda del chico que asesino a sus captores, a quienes traicionando su confianza trataron de violarla...
al despertar ya estaba entrando en un edificio de departamentos, aun estaba en la espalda del chico que le salvo, pero, había recorrido una larga distancia desde el parque, ahora podía ver con claridad, ese chico era quien siempre se le había resistido, ese chico frió, al que sus encantos parecían no tener efecto, ese chico era quien ella deseaba enamorar, pero, como la había encontrado y mas aun, porque había reaccionado de esa manera, asesinando fríamente a quienes la atacaban, era confuso, pero, no quería preguntarle, no quería arriesgarse a ver como su príncipe azul de aura sombría y fría la dejaba a merced de los vagabundos por preguntar de mas. al entrar al departamento, se noto solo, el no vivía con nadie mas, se notaba porque no había ni luz ni movimiento, al parecer visitantes tampoco había recibido, ella se sentía igualmente afortunada, no le importaban los detalles, estaba a salvo.
-toma una ducha, estas bañada en sangre- le dijo el a ella en tono frió, mientras encendía el hervidor de agua, ella en silencio siguió por inercia el camino hacia el baño, obedeciendo ciegamente a su salvador, como en trance, era extraño, ella había dicho que no lo haría, pero, estaba siendo quien le obedecía a el, ella quien había vivido gobernando a los demás hasta ese día había sucumbido ante un desconocido, alguien que había estado siempre a su lado, alguien a quien nunca antes había prestado atención... -llamare a tu casa para avisar de que no iras a dormir, no creo que en tu estado puedas plantar cara allá- le grito el mientras buscaba algo de ropa en su alcoba, -gracias por preocuparte- le replico ella, en tono sumiso, dominada por un sentimiento ambiguo, congelada aun por el shock.luego de salir ella de la ducha entro el, ella se coloco una playera de el, era ropa ancha, le quedaba como camisón, el metro 50 de ella contra el metro 75 de el se notaba en su ropa, aunque ella era feliz, a pesar de no llevar ropa interior en presencia de el se sentía mas segura que en presencia de sus fans, protegida, lo espero fuera del baño mientras el se duchaba, luego comieron, fue una velada algo tranquila, sin mucha palabrería, al dormir, el le indico una habitación no era de el, solo había una cama, un ropero y nada mas, el luego se fue a su habitación propia, la noche se adentro en ambos, el durmió entonces, tranquilo, sereno, su alma ya estaba limpia, al igual que sus navajas, que había limpiado después de la cena, afilado nuevamente para poder usarlas en caso de emergencia... así la noche se lo llevo en su sueño, sin notar que esa chica dejo la alcoba donde el la dejo, para dormir a su lado, para intentar sentirse protegida, por este chico que era el sombrío personaje que siempre la ignoro, el único inmune a ella, el menos indicado para ser admirado, el asesino, el protector, el que aun ahora le seguía manteniendo en duda, generando interés sin desearlo, generando un punto en común entre ambos... descansando ambos en el mismo lecho, descansando, preparándose para lo que pronto iría a llegar... preparando todo para eso que no querían ver...

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