"Satisfied" — Hamilton
Bueno, aquí estoy, probablemente en el momento más difícil de toda mi vida. A punto de dedicarle un discurso de bodas al amor de mi vida... mientras ella está al lado de otro hombre.
—Muy bien, bien. ¡De eso es de lo que estaba hablando! ¡Ahora, todo el mundo, un aplauso para el padrino, Luka Couffaine! —escucho al organizador anunciar.
Me acomodo el traje dispuesto a salir frente a todos y hacer la mejor interpretación de mi vida. Ya sufrí demasiado antes, no puedo derrumbarme ahora. No frente a ella, en este día tan especial.
Finalmente me posiciono frente a la mesa de los próximos casados con una copa de champagne en mi mano.
Y con el corazón quebrado, sonrío.
—¡Un brindis al novio! —escucho a los presentes hacer el coro— ¡A la novia!
Decido verla a los ojos. Esos pedazos de cielo que me acompañaron durante cada momento.
—De parte de tu mejor amigo, quien está siempre a tu lado. Y la esperanza que nos dan —levanto la copa aún más alto con decisión, tengo que decir esto, de lo contrario me arrepentiré el resto de mi vida—. Que siempre... estén satisfechos.
Inmediatamente sus ojos se llenan de lágrimas, aún más que antes. Yo no podría estar peor, así que decido escabullirme para salir del salón antes de comenzar algún escándalo. Mientras huyo, no puedo dejar de pensar.
Recuerdo esa noche, pueda que me arrepienta de esa noche durante el resto de mis días. Recuerdo a esos jóvenes que se precipitaban tratando de ganar tus alagos. Recuerdo la luz de las velas. Era de ensueño, un sueño que no puedes recordar del todo.
Pero Marinette, nunca olvidaré esa vez que te vi entrar. Nunca he sido el mismo otra vez.
Le prendiste fuego a mi corazón. Le prendiste fuego a todo mi ser.
En ese momento, todos nuestros años de amistad no significaron nada a comparación de lo que sentía por ti. Lástima que me di cuenta tarde.
Y cuando dijiste "Hola", me olvidé hasta de mi nombre.
—¿Sabes? Me pareces una mujer que nunca ha estado satisfecha —te dije bromeando, iniciando un juego que duraría toda la noche.
— Estoy segura de que no sé lo que quiere decir, se olvida de sus modales —me seguiste haciendo un ademán con las manos. Algo que amo de ti, me comprendes a la perfección.
—Pero no te preocupes, eres como yo, nunca estoy satisfecho —confesé guiñando un ojo.
Tú sonreiste ante mi respuesta. Una sonrisa hermosa.
—Me llamo Marinette Dupain-Cheng.
—Luka Couffaine, y hay un millón de cosas que aún no he hecho. Pero, tú solo espera. ¡Espera y te sorprenderás!
Contigo supe cómo se siente competir intelectualmente con alguien a mi mismo nivel. Siempre me pregunté ¿cuál demonios es la trampa?
Es el sentimiento de libertad, de ver la luz.
La conversación duró dos minutos, tal vez tres.
Estábamos de acuerdo en todo lo que dijimos, nos sincronizamos a la perfección después de todo.
Fue un sueño, como un baile.
Como una postura, una defensa.
Coqueteaste bastante, lo que me dio esperanzas.
Eres una joven hermosa y lo sabes. Quería llevarte lejos de ese lugar, lejos de los demás.
Pasaron tan solo unos minutos cuando me volví y vi tu cara y estabas... Indefensa.
Tu mirada, tu cuerpo, todo te delataba.
Ese instante en el que te perdiste en la presencia de Adrien, uno de los solteros más cotizados del lugar.
Y me di cuenta de tres verdades fundamentales al tiempo en el que me dirigía hacia él sin pensar demasiado lo que estaba haciendo.
—¿Dónde me llevas? —preguntó confundido mientras lo arrastraba hasta donde estabas tú.
—Estoy a punto de cambiar tu vida —recuerdo haber contestado sin siquiera verlo.
—Entonces te sigo...
Número uno. Eres una chica en un mundo en el que, desgraciadamente, tu único trabajo es casarte con un hombre rico.
Tu padre no tiene hijos, así que eres la que debe escalar socialmente. Esta situación siempre te ha afligido, pero así funciona la sociedad.
Y yo no tengo dinero, nunca lo tuve. No vengo de una familia tan agraciada como Agreste.
—Marinette. Es un placer conocerlo.
Número dos. Nunca podrías estar conmigo porque soy un Coffaine. Eso desciende tu estatus.
Tendría que ser ingenuo para dejar eso de lado.
Tal vez por eso te presenté a Adrien, quien ahora es tu novio.
— Créeme, si se necesitara luchar una guerra para que nos encontráramos, habría valido la pena —te dijo él coqueto.
—Los dejo solos...
Número tres. Conozco a Marinette como me conozco a mí mismo. Nunca encontrarás a nadie tan confiable o tan amable.
Si le digo que la amo, nuestra amistad terminaría y ella aceptaría mis sentimientos, aunque no sean iguales a los suyos.
Pero sería mía.
Ella diría: "Estoy bien". Estaría mintiendo.
A pesar de todo, cuando fantaseo por la noche no puedo evitar ver sus ojos.
Mientras idealizo cómo hubiera sido todo si no hubiera actuado tan rápidamente.
Por lo menos mantengo sus ojos en mi vida...
Al menos sé que será feliz como su esposa. Y tambien sé que nunca estará satisfecha. O, por lo menos, yo nunca lo estaré...
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Only us [AU Miraculous ladybug]
FanfictionAU de Miraculous Ladybug basado en una serie de canciones de diferentes musicales. "A guy that I'd kinda be into" - Be more chill "If I could tell her" - Dear Evan Hansen "Satisfied" - Hamilton "Only us" - Dear Evan Hansen