Después de lo ocurrido en la cafetería todo se mantuvo con un ambiente bastante tenso. Vale madres bonito lunes.
-Eh we hazme caso, pinche ignorada olímpica que me estás dando.
-Perdóname Óscar pero ando pensando en otras cosas- le respondí un poco apenado, he estado en las nubes.
"Afortunadamente" tenía clase de español con el profesor Ten, tendría un poco de paz o eso creía yo hasta que entre al salón de clases.
-Muy bien chicos, buenas tardes por favor saquen su libro en la página sesenta y nueve, anotare la actividad que dejó su profesor en la pizarra y espero la hagan. Cuenta como avance de proyecto.
¿Saben qué?, parece que la vida me odia. Enfrente de toda la clase se encontraba el profesor Samuel, al parecer al maestro de español le dio una fuerte infección en el estómago y no va a poder dar la materia y al parecer el único puto profesor que estaba libre era él.
-Tienes una puta suerte, neta ya dime que hiciste en tu vida pasada para que estes pagando tal pecado.- se burlo de mi, Óscar.
-A veces yo también quisiera saberlo- sin más me propuse a realizar el trabajo sin tratar de prestar mucha atención al suplente.
La mirada que sentía sobre mi era demasiada, no podía concentrarme, quedaban 20 minutos para que la clase terminara al igual que mi sufrir. El profesor se notaba demasiado molesto, su ceño fruncido me lo confirmaba esto ya no es divertido, ya es triste.
-Amigo, ¿ya terminaste?- mire a Óscar por un momento.
-Termine hace unos segundo, ¿qué quieres?- le respondí seriamente.
-Nada más quería decirte que el profesor Jackson nos está saludando por afuera- comentó divertido Óscar.
Al voltear mi cara pude ver a Jackson saludarnos tras el cristal que se encontraba decorando la puerta del salón, parecía un pequeño cachorro emocionado al ver a su amo. Regrese el gesto sin tanto entusiasmo pero al parecer estoy más salado que el bacalao pues al girar mi rostro me encontré al profesor Samuel observandome, no pude descifrar que trataba de expresar, daba miedo en muchos sentidos. Solo pude ver una sonrisa en sus labios. Diosito ya llévame por favor.
Gracias a todo lo bueno del universo la clase había terminado y las demás materias eran pan comida hasta la hora de la salida. El pendejo de Óscar había olvidado mi libreta que le había prestado, en su butaca cuando copio la tarea en la clase del teacher Henry.
-Perdoname mi amor pero hoy no tengo tiempo, tengo que apurarme- me dijo muy acelerado, a cabron vamos a investigar que onda.
-¿Y a ti qué te pasa?, ¿cuál es la prisa?, según yo no tienes NADA importante que hacer- le recrimine, es muy raro verlo con tanta prisa, este wey es como el agua, se deja llevar.
-Por favor acuérdate- se acercó a mi susurrando- Jackson prometió traerme e irme a dejar a mi casa, tú sabes que en la mañana se me fue el pedo y cuando me lo encontré entre clases me amenazó sino me iba hoy con él- finalizó apenado.
-¿Y desde cuando aquí le haces caso a un profesor? Andas muy mandilón eh wey, se me hace que cupido ya te flechó- solté riéndome.
-Wey eso es imposible...o eso pienso yo, como sea ya me tengo que ir y neta perdón, nos vemos mañana guapo- se despidió de mi mientras se dirigía al carro de Jackson quien por cierto ya se encontraba esperándolo.
"Este arroz ya se coció" pensé para nuevamente entrar al colegio, a decir verdad la escuela daba un tanto de miedo sola, aún era temprano pero eso de estar solitaria daba escalofríos. Cuando pude divisar mi salón y el asiento de mi amigo me acerqué para tomar mi pertenencia, cuando siento que alguien me toca el hombro hice lo que toda persona haría. Gritar.
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¡Ya quiéreme profesor!
HumorTodos soñamos alguna vez con nuestro amor de preparatoria, algo dulce pero apasionado a la vez. El camino para llegar es difícil o no tanto, dependiendo tu nivel de idiotez pero todo se mejora al conocerlo solo que hay un pequeño detalle...¡ES TU PR...