𝚜𝚒𝚎𝚝𝚎

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Hoseok quería irse ya, pero no sabía que tratar con Jungkook fuese tan difícil

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Hoseok quería irse ya, pero no sabía que tratar con Jungkook fuese tan difícil.

El odiaba estar con Jungkook, maldito lindo imbécil de jungkook.

—¿Te gusta alguien?—preguntó Jungkook iniciando el tal juego de las veinte preguntas.

Hoseok se ahogó con el refresco que estaba tomando y no necesariamente era por eso que su rostro se había tornado de un color rojizo.

—¿Estas bien?—dijo Jungkook entregándole unas servilletas.

Hoseok lo miró mal.—Si, si lo estoy.

—¿Vas a responder?

—Eres muy molesto,—Hoseok frunció el ceño—no, no me gusta nadie.—mintió. Y Jungkook de una cierta manera sabía que mentía, por lo que levanto una ceja, haciendo contacto visual.—Que no me mires así, si, si hay alguien ¿contento?

Jungkook sonrió victorioso.—¿Podría saber de quién?

—Hey, es mi turno de preguntar y no.

—Está bien, pero hay que salir de aquí.

Hoseok asintió.

Pagaron lo que la cuenta marcaba. Y salieron del lugar.

Ahora se encontraban caminando, empezando a oscurecer y que las calles de la ciudad se fueran iluminando de poco a poco.

—Retomemos las preguntas.—sugirió Jungkook.

A lo que Hoseok se mantuvo pensativo.

—¿Te gustaría viajar a otros planetas si extraterrestres te invitasen a ello?

Hoseok estaba satisfecho por la pregunta hecha, pero la risa de Jungkook le desvaneció su sonrisa, así frunciendo el ceño.

—¿De que te ríes imbécil?

Jungkook tratando de mantener la compostura por las recientes carcajadas dijo: —Oh, por nada, solo se me hace tierno el hecho de que creas en extraterrestres.—dijo Jungkook mostrando una sonrisa que Hoseok odiaba.

Y Hoseok aún seguía frunciendo el ceño.

—Mientras transcurre el tiempo estoy más convencido de que eres un completo imbécil.

Hoseok caminó más rápido alejándose de Jungkook.

— Hoseok espera, no me estoy burlando de ti, yo también creo en ellos.

Hoseok volteó a verlo y ambos se detuvieron, manteniendo contacto visual un largo tiempo, en donde ambos corazones empezaron a latir más de lo normal pero solo uno un más que el otro.

Aun mirándose.

— Iría a Plutón.

Dejaron de mirarse, o más bien Hoseok apartó la mirada, caminando más rápido para alejarse de Jungkook.

Se sintió mal porque la estaba pasando -de una u otra forma- bien con Jungkook, el novio de su mejor amigo y también, el chico que le gustaba.

Hoseok camino hasta llegar a la parada del autobús, seguido de Jungkook, quien aún estaba un poco confundido por el repentino cambio de Hoseok.

—¿Todo bien?—dijo Jungkook.

Hoseok sacó un largo suspiro y cerró unos segundo los ojos para después abrirlos esquivando de su campo visual a Jungkook.

—No, nada está bien.— Hoseok se había cabreado.—Todo esto. He llegado a la conclusión de que no podemos ser amigos.

—¿Qué dices? Pensé que la estábamos pasando bien. Debes tener un motivo del porque no podemos ser amigos.

Hoseok no respondió, y no lo iba hacer.

Permanecieron parados, sin decir nada, con el estrépito de los automóviles y el bullicio de la gente al pasar.

Hoseok solo miraba un punto indefinido, esquivando por completo a Jungkook, y por otro lado, Jungkook permanecía mirando a Hoseok.

¿Siempre fue así de lindo? Pensó Jungkook.

Fue un impulso del cual se iba arrepentir si lo hacía, pero si no lo hacía también se iba arrepentir.

Y como dicen, es mejor arrepentirse de haberlo hecho, que de no haberlo hecho.

Jungkook se paró enfrente de Hoseok, para que por fin lo mirara.

Tomó la mejilla derecha de Hoseok y se fue acercando, hasta tocar los labios de Hoseok.

Hoseok se paralizó, se quedó estático, una parte de él quería ceder a corresponder al beso pero la otra no.

Así que termino por tomar la segunda opción, se alejó de Jungkook.

—¿Por qué lo hiciste? Tu tienes novio, y es mi mejor amigo.—Y no se dio cuenta cuando sus ojos empezaron a dejar caer lágrimas. Hoseok no se permitía ser egoísta.

La mente de Jungkook era un lío.

Llegó el autobús.

—No quiero que subas, por favor.—Dijo apenas Hoseok.

Y Jungkook solo se quedó parado, viendo como Hoseok subía al autobús con ojos llorosos, los cuales el había causado.

Aveces, hacer algo impulsivo es egoísta.


Hola mis solecitos preciosas, fue muuuuuy difícil escribir este capítulo, pues se me ocurría algo y al instante se me olvidaba

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Hola mis solecitos preciosas, fue muuuuuy difícil escribir este capítulo, pues se me ocurría algo y al instante se me olvidaba.
Y lo lamento tanto por tardar demasiado.

El mes pasado fue un poco difícil y principios de octubre también lo fueron. Pero ahora, estoy mejor.

Saben que en esta historia actualizo una vez al mes, así que nos vemos en noviembre.

Les amo demasiado, y gracias por esperarme con un nuevo capítulo.

Nos leemos.












-Terry

𝑻𝒉𝒓𝒆𝒆; 𝒋𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒑𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora