El cuchillo reflejo la luz de la lámpara en su rostro. Entonces lo supo.
Tuvo una revelación. No podría quitarse la vida por él mismo. Si no tenía valor para existir, menos para arrancarse de tajo la existencia. Alguien tendría que empujarlo al abis...
Leer: Las palabras que estan en cursiva son los pensamientos del personaje en este caso Jimin. Hasta aquí mi reporte. Disfruten la lectura
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Jimin sentía que era observado pero eso no es todo, sino que alguien lo estaba seguiendo.
Empezó a caminar con más rapidez, sentía que su corazón quería salirse de su pecho porque el miedo estaba inundandolo.
Porque justo ahora empezaba a ser débil y tener miedo.
Una vez más paro en seco, giro su cabeza hacia atrás, pero nuevamente nada. No había absolutamente nadie por allí además de ser un barrio no muy habitable que digamos, hasta se podía escuchar el sonido del viento el cual chocaba con bolsas de plásticos que se encontraban pegadas en un alambrado haciendo que estas hicieran una clase de eco en el lugar, en realidad parecía un pueblo fantasma.
Quizás es parte de mi imaginación.
Siguió hacia delante, buscando alguna casa vacía donde pudiera pasar la noche, mañana regresaría a casa nuevamente aunque por más que no quisiera hacerlo tenía sus razones para ello.
Echo una mirada rápida alrededor del lugar y observó que en una esquina estaba una casa de dos pisos el cual era adornado con un teno color pastel, había ventanas rotas por lo tanto pensó que ahí no se encontraba nadie.
Camino hacia ella y dando leves toques en la puerta al llegar a esta no escucho nada, toco nuevamente fue la misma cosa, nadie respondía y por lo tanto confirmó que lo que había pensado anteriormente era cierto. Trató de girar la perilla para poder entrar en la casa, gruñó por lo bajo al darse cuenta que estaba cerrada.
Trataría de buscar otra forma de entrada. Intentó por una de las ventanas del lugar, como ya estaba rota decidió asomarse por ella y así poder entrar pero antes de poner un pie dentro vio una mancha de sangre al costado de uno de los pedazo de vidrio, parecía reciente, no le dio mucha importancia y siguió adelante.
Intentando ser lo más cuidadoso posible de no cortarse en el acto.
Una vez dentro de ella soltó todo el aire que estaba acumulando dentro de sus pulmones, empezó a recorrer la casa con curiosidad como cuando intentas descubrir algo importante dentro de un lugar dónde casi no hay nada.
Si exacto, la casa estaba casi vacía pareciera que entraron y saquearon todo, había sillas botadas por el suelo, papeles muchos papeles a decir verdad regados algunos rotos, no había televisión por lo que supuso que lo habían robado, cosas tiradas por aquí y por allá.
Empezó a caminar hasta que llegó a una pequeña salita, observó bien el lugar percatandose que era la cocina pero algo no cuadraba del todo, la cocina estaba intacta es mas pareciese que alguien vivía ahí porque había platos encima de la mesa, como si recién hubieran cenado.
Santa Mierda
Pensó el omega al sentir como hacían presión para abrir la puerta y como alma que lleva el diablo corrió hacia la segunda planta, tenía que esconderse sabía de sobra que estaba en el "pueblo fantasma" el cual se caracterizaba por albergar diferentes tipo de organizaciones y pandilla era casi prohibido estar en este lugar sin ser autorizado.
¿Como fui a parar aquí? A verdad estaba huyendo de ese asqueroso, solo corría sin darse cuenta y terminó parando en este lugar.
Al llegar al segundo piso se encontró con tres habitaciones no sabía al cual entrar.
Y si escogo la aquivocada soy omega muerto.
Optó por la habitación del fondo, llegó hasta ella lo más rápido que le permitieron sus débiles piernas, abrió la puerta con gran rapidez y la volvió a cerrar con la misma velocidad. Tenía que esconde pronto, observó por todos lados desesperado mientras escuchaba risas desde el primer piso.
No había muchas cosas en esa habitación solo una mesita de noche y una cama, también tenía un armario pero era muy pequeño para caber en este optó por meterse debajo de la cama.
Mi olor. Dios. Esto no me puede estar pasando. Mierda.
Su corazón se aceleró a mil por hora, sentía su respiración errática estaba entrando en estado de pánico ahora mismo. Se acercó a la mesita de noche buscando algún tipo de neutralizador de aromas abrió los cajones uno a uno más no encontró nada.
Soy hombre muerto.
Se dirigió hacia el closet para seguir buscando tratando de no hacer mucho ruido, escucho como pasos se acercaban ni cuenta de había dado que estaban en el segundo piso seguro sintieron su olor.
Los pasos cada vez se escuchaban más cerca. Por obra y magia del esperitu santo encontró un neutralizador agradecía a la Diosa Luna por eso.
Se rocío con el spray rápidamente cubriendo todo, dejó el neutralizador en su lugar y como alma que lleva al diablo se escabullo debajo de la cama, justo en ese preciso momento la puerta se abrió. La persona allí afuera se quedó un momento parado como quien analizando el lugar.
No entres. No entres.
Pero está vez sus plegarias no fueron escuchadas ya que la persona entró y camino hacia su armario buscando algo de ropa en ella. Jimin solo lograba ver que aquel sujeto llevaba unas botas negras de cuero y en una de estas había un cuchillo sujetado a esta.
Sintió escalofríos cuando el tipo se sentó en la cama haciendo que esta se hundirá un poco debido al peso.
El hombre se sacó las botas y con ello el cuchillo tambien. Se agachó un poco y cogio una pantufla.
¿Pero y la otra?_ Se preguntó El omega cuando observó a su alrededor para buscarla.
Mierda esto no podría ser peor.
El otro par de pantuflas se encontraba justo al costado de él, volviendo su mirada nuevamente hacia los pies que estaban frente suyo, esperando espectante el próximo movimiento del sujeto, se exaltó cuando de pronto el tipo se paro y arrodilló al filo de cama.....
Kkduban muero vieron el tatuaje del kookencio 💜
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Por cierto este capitulo lo terminé de escribir en la universidad 😂
