4. Esto es una promesa

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—¿Cómo sé que puedo confiar en ti? Seguramente ya sepas lo que hizo ella.

—Llevo eones sola y la única vez que me enamoré me pasó lo mismo que a ti. Sé lo que duele no te haría lo mismo.

—¿Por qué yo?

—Eres un hombre digno, leal, que rompió mis expectativas de los hombres. Que me salvó de Atlas y nos salvaste a mí y a mí familia de Kronos.

—¿Si aceptó quién me dice que no me pasaré la eternidad salvando el Olimpo?

—Si aceptas te acompañaré en este viaje y dejaré a cargo a Thalia de mis obligaciones como Diosa.

—Lo tienes todo pensado ¿hace cuánto que lo planeas?

—Desde que te fuiste, ya lo dice la profecía "al que la Luna lloró".

—Me lo pensaré, te daré la respuesta mañana al anochecer en el puño de Zeus. —saqué mi mapa y me dirigí a la entrada más cercana del Laberinto. "No sé que hacer, ¿voy a jugármelo todo por pasar la eternidad acompañado?"

Cuando llego a la entrada saco a Emilia de mi bolsillo.

—¿Qué crees que debo hacer?

—Si lo que buscas es compañía, me tienes a mi y a todos los que quieras crear. Y seguramente haya gente en el lugar que vayas, por lo que no estarás solo. Pero si lo que buscas es una relación que dure la eternidad que vas a vivir, te diría que luches esta guerra que no tienes ni siquiera la posibilidad de morir y os vayáis juntos a disfrutar de los paraísos que esconde este planeta.

—Vamos que no me vas a ser de ninguna ayuda.

—No.

Tercera persona PoV

Percy camina solamente acompañado por Emilia, yendo pasillo tras pasillo y sala tras sala hasta llegar al taller de Dédalo. Pero todos los planes se quedaron encima de la mesa y por mucho que Percy intentó construir algo, nada surgió de sus manos, ni de su mente. Por lo que decidió echarse y dormir.

Cuando se despertó, aún no había salido el sol. Pero su mente ya se había decidido y por fin podía construir cosas, por lo que se puso manos a la obra. La bendición de Hefesto daba sus frutos, el fuego no le ardía, ni siquiera lo sentía cuando ponía el oro a fundir y algo que le habría costado mínimo una semana, lo consiguió hacer un medio día, lo justo para ponerse en camino hacía el campamento y no llegar tarde.

Aunque hizo el camino más rápido de lo que pensaba y llegó bastante antes de que el sol se pusiera, por lo que dio una vuelta recordando aquel primer Captura la Bandera y todo lo que conllevó.

Percy PoV

Estar aquí me trae tantos recuerdos, tan variados y algunos tan dolorosos. Solo tengo ganas de que llegue Artemisa y poder irme rápido. Tan pronto como el sol desaparece el Puño de Zeus brilla con una luz plateada y ella aparece.

—Buenas noches Perseo.

—Buenas noches lady Artemisa.

—¿Lucharás junto a nosotras?

—Cierra los ojos —ella hizo lo que le dije, me acerqué a ella y le puse la tiara dorada que llevaba todo el día haciendo —. Esto es una promesa.

—Vayamos a dar un paseo.

—De acuerdo. —entonces me coge la mano y tira de mí.

Después de estar un rato paseando por el bosque, salimos dirección hacia el lago. Esta noche la Luna brilla muchísimo más que de costumbre. De golpe me suelta la mano y veo que corre hacia el lago.

—Perseo es preciosa, muchísimas gracias. —me dice con una sonrisa radiante.

—Llamame Percy.

—Entonces llamame Arty. —dice mientras se sonroja, creo que incluso la luna se puso un poco más rosada.

La noche continuó entre risas y un único abrazo, en la orilla del lago. Cuando nos abrazamos no nos volvimos a separar hasta que salió el Sol.

—Percy, tengo que volver con mis cazadoras. Si no lo hago se preocuparan y eso puede ser muy peligroso.

—Estaré aquí — le digo mientras le doy un mapa de papel del Laberinto con el camino desde el Puño de Zeus hasta el taller de Dédalo marcado —. Si quieres venir a visitarme ten cuidado de no perderte.

Ella lo aceptó gustosa y desapareció. Yo mientras sigo en el lago y como no empiece a caminar, los campistas me verán y se puede liar bastante gorda. Pero estoy demasiado a gusto como para irme.

—¡PERCY O TE MUEVES O TE MUEVO! —grita Emilia desde mi bolsillo.

—Ya voy, ya voy.

Un par de horas después en tercera persona

Cuando Percy llega al taller está agotado y se tira en la cama sin pensar en nada más.

—Eso es lo que pasa cuando sales con la Diosa de la noche, que no duermes en toda la noche y pierdes un día entero de trabajo.

Y Emilia tenía razón, Percy no despertó hasta la mañana siguiente. Desayunó y se puso manos a la obra. Empezó a crear un arma, que al fundir el metal aprovechó para mezclarlo con agua que si no hubiera sido por su control del agua y de la bendición de Hefesto, pero tras 4 días de trabajo creo el arma perfecta. Un arma que podía moldear a su voluntad, podía prenderla en fuego si era necesario, aprendió por las malas que Hefesto le había dado esta habilidad, su pantalón favorito sufrió las consecuencias. Incluso podía dividir el arma para crear dos espadas por ejemplo, aunque eran más pequeñas que la original. Mientras no la utilizaba, la dividía y la utilizaba como brazaletes, brazaletes que le ocupaban todo el antebrazo.

Al día siguiente de acabar el arma, se perdió por el laberinto para encontrar monstruos y entrenarse con ellos. No tardó mucho en encontrarse con el primero, con él utilizó una sola espada pequeña, duró bastante poco, por lo que siguió y cuando vió que en el laberinto no encontraría ningún reto salió a la superficie. Se sentó en un banco en el centro de un gran parque y su gran olor de semidiós poderoso hizo que los monstruos llegaran rápidamente en pocos minutos estaba rodeado por varias docenas de monstruos y con una espada pequeña en cada mano. Iba matándolos, pero seguían llegando monstruos. A la media hora el suelo del parque estaba lleno de polvo y Percy empezaba a sudar. Entonces notó como la Luna empezaba a salir del horizonte y decidió dar por acabado el entrenamiento, levantó una mano y robó el agua que tenían los monstruos en el interior creando una gran gota de agua que alimentó a todos los arboles del parque.

Volvió a entrar en el laberinto y tras una larga caminata, llego a su taller. Estaba bastante cansado por lo que se fue a la cama nada más llegar. Por la mañana estaba enérgico y vio algo que no notó la noche anterior, un papel que decía:

"La batalla empezará pronto, hay terremotos por todo el mundo, reúnete conmigo mañana al mediodía en el Puño de Zeus, tenemos que hablar algunas cosas. -Artemisa"

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⏰ Last updated: Jan 30, 2020 ⏰

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La soledad del Héroe del OlimpoWhere stories live. Discover now