La banca

Fanfic Crossover de Tokyo Babylon y Banana Fish (Si no has leído alguna de las dos y una de ellas te fascina, créeme debes ver y leer ambas) y luego disfruta.

Caminaba solitario y perdido... tal vez borracho, pero consciente, como si aquello fuera un castigo; el vivir era un castigo; repitiendo los mismos pasos como cada noche, pensando en ello como una penitencia auto inducida de la cual ya no era capaz de alejarse. Pero estaba bien... transitaba por las calles de la luminosa y respetuosa Tokio, tranquila como ninguna otra metrópolis del mundo "Un lugar donde no se necesitan armas para vivir" como había dicho en aquel entonces... sintiendo esas palabras atoradas en su faringe, bebiendo apresuradamente para intentar desvanecerlas de su garganta, quizás también con suerte de su corazón...

La soledad es una cosa curiosa; puedes estar rodeado de personas y aun sentirte infinitamente solo; como si todas las personas a tu alrededor solo fueran pasajeras y ya ni siquiera pudieras recordar sus nombres... justamente así había sido su vida por los últimos meses, años quizás. Eiji posiblemente no experimento nunca antes esa sensación, tampoco debió pasar por su cabeza siquiera que alguna vez terminaría hundido en ella a tal grado de ignorar todas aquellas cosas que alguna vez parecieron importarle; deprimido, cansado e insatisfecho con la muerte de la persona mas importante en su vida, a la que en el fondo de su corazón se preguntaba si alguna vez, aunque fuera un poco había sido capaz de ayudarle.

Eiji anhelaba tanto a Ash... tanto, tanto...

Entre sus pensamientos al caminar, pasaba perdido por un parque desagradable, todo era inerte y muerto últimamente... porque ya no había vida sin aquellos ojos verdes.

Tanto estaba perdido en sus pensamientos, demasiado ebrio para notarlo... o tal vez simplemente aquel par de pies eran mucho mas hábiles de lo humanamente posible, al final que aquello no importaba; lo único importante fue que aquella mano enguantada tomo cuidadosamente su hombro, tan silenciosamente que apenas fue un soplo sobre su oreja que se perdió entre la soledad alrededor. Por mero instinto, volteo de forma torpe al punto de casi resbalar por sus propios pies, pero aquel tacto delicado le detuvo casi con las yemas de los dedos.

Por su cabeza no paso ninguna posibilidad, no tenia miedo ni estaba aliviado; no esperaba un ladrón, o alguna persona amable que intentara ayudarle debido a su pésimo y deplorable estado... El solo volteo porque sintió que aquellos dedos se lo pidieron. Entre la oscuridad del lugar y aquel traje que llevaba no pudo distinguir mucho de aquel hombre, solo ese penetrante olor que pensó haber olvidado...

Sangre...

Aquello le provoco una epifanía de su realidad, el había vivido junto con Ash lo suficiente para entender que aquel hombre no tenia ese aroma por mera casualidad o por estar herido...

El extraño que había bajado lentamente su brazo ahora le observaba atentamente con la mirada dispar y el rostro estoico; con aquel sepulcral tono trasparente de piel y brillante cabello tan oscuro como la pesada ropa que llevaba. Parecía un ángel, tal vez un ángel caído... era hermoso y enigmático, sin embargo tenia la mirada vacía como una muñeca.

Eiji no puso atención a nada de eso, el solo miro intensamente aquel orbe esmeralda que acompañaba un intenso ámbar como gemelo... heterocromia. Mas no era eso... para él lo único importante es que había conocido una mirada aceitunada como aquella, triste y herida... sin embargo esta ya estaba resignada al sufrimiento, no era salvaje como las que alguna vez amo; pero a pesar de todo sintió lastima por aquella tristeza oculta bajo capas de monotonía.

Entre los dos, ninguno dijo nada, era una conversación en silencio a través de miradas, una curiosa y la otra apagada.

El silencio se rompió tiempo después, pudieron ser varios minutos e incluso una hora, pero ninguno se movió -Solo quería decirte que no sigas ese camino...- Hablo con voz neutra, señalando con la mano el rumbo que Eiji estaba tomando sin pensar. -Si decides tomarlo es tu decisión... - Completo nuevamente sin tono de voz, sin acento; casi automáticamente.