Melodía para Dos || Ineffable Husbands ||

Capitulo Único

Titulo: Melodía para Dos

Fandom: Good Omens

Ship: Azirafel & Crowley. Ineffable Husbands

Canción: Anywhere, de Evanescence. La versión en piano (que dejé aquí arriba) es la que escuchan ambos. Y esta -> https://www.youtube.com/watch?v=kBJ-OTFb8uE es la versión con letra.

Notas: Este one-shot fue escrito para el 25avo. Reto Literario del Foro Mundo Yaoi, con la temática de Almas Gemelas + Canciones. De antemano pido una disculpa porque soy muy mala poniendo acentos/tildes, ya trate de corregir algunas, pero a veces simplemente se me pasan. En fin, espero de todo corazón que les guste esta cosita que hice con mi sangre, sudor y lagrimas. No he escrito nada en un buen rato (casi cinco años) y la verdad estoy súper oxidada, pero ojalá sea algo al menos mínimamente bueno.
¡Disfruten de la lectura!

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En un Inicio

Hay tres cosas que Azirafel recuerda del día en que fue creado.

Primero estaba el calor, no un calor sofocante y pesado, era algo suave que te envolvía de pies a cabeza y te hacía sentir en paz, protegido.

Segundo, esa calidez provenía de una luz cegadora que se encontraba encima de él.

Y tercero, el único sonido que ocupaba su mente era una serie de ruidos (música, más tarde descubriría) que se repetían sin cesar.

De ahí... Todo pasa en un borrón. Conoce a sus hermanos, habla con su creador, se le dan sus tareas y lo demás es historia. Nada importante pasa, nada interesante sucede.

Hasta que Dios les presenta su nueva creación y las cosas empiezan a tambalearse.

Azirafel recuerda una Guerra. Aunque no está seguro de si fue antes o después de la creación de los humanos (posiblemente fue antes). Recuerda... Gritos. Agonía. Tristeza.

Recuerda haber perdido a muchos de sus hermanos en esa Guerra. Hermanos que ya no puede seguir llamando así. Ángeles caídos.

Y luego está el Jardín.

La única constante en su vida, es la música que resuena en su cabeza. Suave, consoladora y muy, muy hermosa.

.: I. Jardín del Edén :.

Desde su lugar en lo alto del Jardín, Azirafel mira con aprehensión al par de humanos hacer su salida. Se siente mal por ellos, obviamente. Las pobres criaturas están aterrorizadas, no saben a dónde van ni lo que les espera y eso le causa un profundo pesar. ¡Y además Dios les crea el concepto de almas gemelas! De ahí en más los pobrecillos humanos que sigan deberán pasar su vida sintiendo un vacío hasta que encuentren a su compañero, si es que lo encuentran.

¡Las cosas que van a sufrir solo por una manzana!

Quizá debió hacer más que darles su espada. Quizá debió de haber empacado un poco de comida para ellos. ¡Hacerles un poco de ropa! Con un par de pequeños milagros podría haber-

—Bueno, eso se desinflo como un globo.

Azirafel da un pequeño saltito al escuchar la voz a su lado. Cuando voltea, se encuentra con una criatura de forma humana ataviada en ropajes negros, con alas igualmente oscuras, ojos serpentinos de color amarillo y rizos color rojo. Un demonio.

La consecuente platica con el Demonio –Crawley- no lo deja más tranquilo. Ahora además de preocuparse por los humanos, también se preocupa por saber si hizo lo correcto.