jeong yunho no pudo evitar caer ante las películas del famoso niño mago harry potter, y apenas termino la ultima película decidió que es lo que quería ser de grande, eso que tanto le preguntaban en la escuela. al fin podría tener una respuesta a su incógnita.
él iba a ser un mago.
ahora, solo tenia que aprender a ser uno. no podía ser tan difícil, pensaba yunho, solo necesitaba una varita como la de las películas y aprender hechizos. facilisimo.
pero no podía practicar sus hechizos el solo. necesitaba de su mejor amigo san, aquel niño que con solo una mirada triste de yunho no pudo evitar aceptar ayudar a su amigo, a pesar de tener un poco mas de intelecto que él y saber que su misión de ser mago no sera lograda. mejor dicho, la mamá de san le comento que esto era imposible pues la magia no existe.
de todos modos no se lo contaría a yunho. san no soportaba ver a su mejor amigo triste o él se ponía triste también y terminaban llorando ambos mientras se abrazaban.
apenas los padres de yunho le compraron la famosa varita que tanto pedía, los dos niños se juntaron a poner en practica el sueño de yunho.
por suerte, el mayor se había aprendido la mayoría de hechizos que decían en la película. no por nada había visto las películas ya mas de diez veces en menos de un mes.
san se encontraba sentado en el suelo viendo como su mayor hacia movimientos raros con el palo que tenia en la mano, además de decir palabras y frases que no entendía.
—tonto, esas palabras no existen —le comentó san al ver que yunho seguía formulando oraciones sin sentido.
—¡no me digas tonto! tú eres tonto. los magos utilizan palabras especiales para sus hechizos. ¡si no todos serian magos!
ante la lógica que aquello parecía tener en la mente de san, se quedo en silencio viendo como su amigo seguía haciendo cosas raras. se estaba aburriendo.
—¿y en que momento es en el que te ayudo a convertirte en mago?
—tengo que aprenderme bien los hechizos para practicarlos en ti después. tranquilo, no te harán daño.
—si tu lo dices...
san miraba aburrido a las cuatro paredes en las que se encontraban. la habitación de yunho siempre se le había hecho sin gracia. tenia la pared de un color azul claro y no tenia ni un póster ni mueble en ella. tenia una cama y un armario con ropa. no había juguetes mas que el que el mayor sostenía en su mano en estos momentos.
san no entendía como yunho podía sobrevivir así.
—¿por qué no te regalo alguno de mis juguetes? tu habitación es aburrida. mucho. —le ofreció en un intento de hacer que las visitas a su mejor amigo no sean tan aburridas.
—cuando me llegue mi carta de hogwarts, ya no viviré mas aquí sani. no necesitare juguetes.
—cuando te vayas a hogwarts, ¿me dejaras aquí solo? —preguntó san con un puchero en los labios.
yunho paro los movimientos que estaba haciendo y miro a san directo a los ojos.
—obviamente no.
la seriedad con la que lo dijo puso muy alegre a san. sabia que yunho nunca lo abandonaría. era su alma gemela después de todo, como se lo dijo su mamá alguna vez.
—no sé como, pero lograremos estar juntos a pesar de todo. es una promesa.
yunho le ofreció el dedo meñique a san, y este lo miro dudoso.
—¿para siempre?
—para siempre.
y juntaron sus dedos, marcando una promesa que probablemente duraría para la eternidad.
arruinando el momento emotivo, yunho se separo rápidamente de san, tirándole un poco el dedo meñique y causándole un leve dolor.
—auch, no seas bruto, yunnie tonto.
—no es mi culpa sani, eres muy sensible. pero ahora eso no importa, ¡ya podemos empezar a practicar juntos mis hechizos!
san bufo mirando con el ceño fruncido al mayor. pero tampoco hizo mayor objeción y se levantó rápidamente del suelo. al fin podrían jugar juntos. no había nada que san amase mas que jugar con yunho.
—primero necesito que tomes esta otra varita que mi mami me dio. la mía es la de harry potter y la tuya la de voldemort, así que tu seras el malo.
—¡pero yo odio ser el malo en los juegos!
—¡pero esto no es un juego, sani! —yunho levanto la voz mas de lo que debería, y a san se le empezaron a lagrimear los ojos.
—¡no me grites, bobo! —se frotó sus ojos con las manos, pues ya estaban empezando a salir lágrimas de ellos.
yunho no entendía porque san era tan sensible. solo le levantó un poco la voz.
aún si, ver a san llorar era un infierno para yunho. odiaba que su linda carita se arruinase por esas feas lágrimas.
por lo cual, no dudo en dejar caer la varita y rodear el cuerpo de san con sus brazos.
—perdóname —murmuró yunho con su rostro enterrado en la ropa de san. iba a terminar llorando él también.
san dudo unos segundos antes de devolverle el abrazo. su mayor a veces era muy bruto con él y le hacia sentir cosas feitas en su pecho que lo hacia llorar. no le gustaba eso.
—esta bien yunnie. no importa, seré el malo. pero entonces, ¡tu no seas tan malo conmigo!
—¡seré bueno esta vez, lo prometo! —se separó de él alegremente por ser perdonado, para luego dejarle un pequeño besito en la mejilla a san.
san no entendió en ese momento porque sentia su carita arder después de aquel besito.
—ahora si podemos practicar. este hechizo deberá hacer que tu varita salga volando.
san pensó por un momento. su mami le dijo que la magia no existía, y no quería que yunho se pusiera triste al ver que su hechizo no funcionaba. entonces ideo su plan maestro, ¡fingiria los efectos del hechizo!
—¡expelliarmus! —apenas termino de decir la palabra, san tiro la varita lejos disimuladamente.
—¡funciono, yunnie, funciono! —le dijo con una sonrisa radiante a su mejor amigo.
la ilusión que se vio reflejada en el rostro de yunho fue suficiente para hacer sentir satisfecho a san con su actuación. ver a yunho feliz era lo único que necesitaba para ser feliz él también.
—¡lo logré sani! ¡soy un mago! no necesitamos practicar mas, soy un experto. ¡vayamos a decirle a mi mami!
se inclino dándole a entender a san de que se suba a su espalda. este obedecio felizmente y juntos salieron del cuarto para decirle a los padres que ahora, se había convertido totalmente en un mago.
ahora, luego de diez años, yunho y san recordaban con nostalgia aquel recuerdo de su infancia, mientras iban agarrados de la mano a celebrar en casa su tercer aniversario como pareja.
por suerte, la promesa nunca se rompió.
FIN ♡
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WIZARD ━ YUNSAN↺
Fanficyunho es solo un niño de ocho años que quiere convertirse en mago como su personaje favorito, y san es muy inocente como para negarse a practicar con él y su varita. -fluff ! ♡ an ateez one-shot