13- Vende tu alma, no todo tu ser*

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*Afraid de The Neighbourdhood

En la habitación 45 del Hotel Central, besos y caricias inundaban el lugar. Sin espacio para las palabras estos dos sujetos recurrieron a lo físico para demostrar lo que les faltaba o lo que querían. Salía a flote la necesidad de cariño pero de formas muy diferentes.

Uno buscaba aceptación y protección.

El otro olvidar y divertirse.

-Ahg-gg Tony, yo- El castaño no paraba de besar la boca del Steve, intentando que las palabras no estuvieran.

-Silencio cariño, solo disfruta- Mencionó agitado Stark mientras le abría la camisa y comenzaba a besar el pecho de su amante luego de escuchar los pequeños gemidos que lanzaba Steve.

Siguiendo un recorrido conocido y estudiado, empezó a dar pequeñas caricias en los pezones del rubio provocando que el aumento de los angelicales gemidos.

El estudiante ni siquiera podía ver a Tony por el placer que le daba cuando lo tocaba, se sentía desarmado entre las manos del empresario sin fuerzas solo sostenido por la pared de la habitación y sus rodillas que estaban a punto de flaquear cuando los labios de Anthony bajaron besando sus abdominales provocando que abriera los ojos y observará que su Daddy ya tenía esos ojos tan oscuros, llenos de lujuria y diversión.

Por el otro lado Stark besaba y acariciaba como si de un jarrón de cristal tuviera en sus manos.Se deleitaba de la vista que tenía, su querido Steve estaba todo sonrojado con las pupilas dilatadas y expectante por su próximo movimiento. Sin alargar más la situación desabrocho los pantalones del rubio y junto a los boxer de este los bajó, dejando a su merced el miembro viril del estudiante.

-AgggH Dadd-y- Pegó un grito el rubio cuando sintió la húmeda lengua de Tony en su falo. Al observar cómo Stark se movía sobre su miembro no pudo aguantar más y se corrío.

-Mmm salado me gusta Steve pero no me avisaste que llegabas.- Habló con voz grave Stark, después de limpiarse el semen que le había saltado en la cara.- Creo que necesitas un correctivo ¿Que piensas baby?- Ahora ya de pie se encontraba pegado al cuerpo de Steve y susurrando en el oído del contrario. -Vamos Baby contesta, no quiero castigarte tanto- Pronuncio con un tono alegre el empresario para luego esparcir besos en el cuello del estudiante.

-Yo... emmm ¡Si!-Exclamó el rubio de imprevisto cuando sintió la mano de Stark tocando descaradamente su trasero y tentando en tocar la entrada de este.

-Excelente Baby, ahora termina de quitarte tus prendas- Ordenó Stark mientras se sacaba el saco y tranquilamente se sentaba en el borde de la cama de la habitación.

Sin hacer contacto visual con el empresario, el rubio torpemente se fue quitando su camisa, pantalón y sus zapatos. Cuando finalizó miró al otro.

-Muy bien Steven, eres un baby precioso. Ahora ven necesitas refórmate.-Comentó en un tono alegre- Ponte sobre mis rodillas, hoy vas a recibir unas nalgadas- Habló Stark en tanto se le hacía agua la boca por la actitud tan inocente que emanaba y que él necesitaba urgentemente corromper.

Steve con timidez se fue acercando lentamente a su Daddy y poco a poco se fue acomodando en la rodillas del empresario, dejando su abdomen apoyado en los muslos de Tony con sus rodillas bajas y su trasero empinado a la gracia de Stark. De pronto sintió la mano de su amante masajeando su nalga derecha y sin previo aviso un golpe de electricidad percibió en tal zona por el inesperado cachetazo en su trasero. Intentó contenerse y no emitir sonido más que un jadeo casi silencioso. Esta escena más que atemorizar, lo excitaba de sobremanera y se confirmaba con su miembro, minutos antes flácido, ahora endureciendo poco a poco.

My Sugar DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora