-Mañana es la gala-como siempre, tus ojos estaban más concentrados en tu celular que en la persona frente tuyo, revisando valores y tecleando respuestas a los mensajes que se acumulaban, de quien sabe cuanta gente.
-Lo sé- fue tu respuesta con ese tono sin emociones que siempre usabas para todo- Natalie me envió un recordatorio en la tarde.
-oh- debí suponerlo, ella siempre era eficiente en su trabajo, incluso cuando no trabajaba directamente para Félix.
-¿Te tomarás el día?-ni siquiera pensé en la pregunta antes de formularla, pero tu expresión ligeramente fruncida me dijo todo lo que tenía que saber.
- ¿Por qué lo haría? Estas galas las hace mi padre cada año y todo lo que necesito esta preparado - tu respuesta fue contundente- Diga lo que diga, no es un acontecimiento tan importante que requiera de mi total atención- apenas si levantaste la vista para enfatizar tus palabras mientras tomabas tu copa de vino y pedías al mesero rellenarla con la selección de esta noche.
"Eres como una máquina, con una voz eléctrica"
No quise decir nada más y me concentré en mi platillo, del cual apenas si había dado dos mordiscos en toda la cena. Antes, me hubieras dado un pequeño comentario de mi forma de comer y me habrías propuesto un intercambio "cada bocado por un deseo". Sin embargo, con el tiempo tu personalidad felina y coqueta que tenías conmigo se había ido relegando para dar paso a este completo desconocido que me traía a cenar todas la semanas a mi restaurante favorito, pero al cual le parecía más interesante las conversaciones por el celular que tener una charla casual sobre nuestros proyectos y logros. Siempre me enteraba de tus viajes, negocios y transacciones exitosas por terceras personas, regularmente tu padre o Natalie, pero nunca por tí.
Pensar en ello solo me hizo recordar nuestras aventuras de adolescentes, cuando eramos grandes héroes de París y nuestros kwamis nos ayudaban a combatir los akumas. Incluso ese chico que conocí en un principio, serio y distante me resultaba más agradable que el hombre con el que ahora estaba comprometida ¿En que momento habías cambiado?¿En realidad esta era la verdad que siempre pareció estar ahí y no pude ver por mi enamoramiento?
-¿Se encuentra todo bien?- la pregunta ni siquiera venía del ti, sino del mesero que veía mi plato intacto y parecía preocupado de que no estuviera disfrutando. No nos miras en absoluto, otro mensaje saliendo de tus manos al celular.
"Un robot en píloto autómatico"
-Si, gracias- sonreí cansadamente al mesero, el mismo chico que nos ha atendido durante los últimos 4 meses. Estoy segura que ni siquiera habías reparado en este pequeño detalle. Un chico ligeramente más joven que nosotros, probablemente estudiante de universidad, de sonrisa fácil y unos enigmáticos ojos grises.
-Permítame pedirle al chef que caliente esto para usted- se acercó ligeramente más de lo que necesitaba, mirándome de tal forma que no pude evitar sonrojarme. Esto pareció complacerlo mucho.-Y, por favor, hágame saber si necesita alguna otra cosa, lo que sea, lo haré con gusto- enfatizó sus palabras, una clara insinuación, mientras retiraba mi plato y lo llevaba a la cocina. Este hombre claramente había coqueteado conmigo y la persona que comparte mi mesa ni siquiera lo ha notado, o si lo hiciste, no te ha importado en lo más mínimo.
"¿Dónde estabas cuando hablaba?"
-Félix- fue un ligero suspiro, apenas audible, tu mirada perdida en el celular, moviendo el dedo sobre la pantalla.
-¿Qué sucede, nena?
-Sabes que te amo ¿verdad?- quería estar segura de mis decisiones, quería saber si las cosas aún podían volver a ser como antes, pero necesitaba saber si estabas conmigo todavía, si seguías siendo mío.
YOU ARE READING
Automatic
FanfictionSi no hay amor real en ti, ¿Por qué no puedo dejar de amarte? Eres tan frío, tan diferente el chico que me enamoró ¿Acaso algo a cambiado para que seas así?