Axel (Terminada Y +18)

Capítulo 8 (Sara y ¿?)

Gatitos, hubo un problema con este capítulo, pero aquí está. Terminado. Los amo y perdón...

Despierto cansada me duelen algunas partes de mi cuerpo... No estoy en mi edificio, estoy en lo que parece ser una especie de... Callejón.

Me levanto y camino por el callejón hasta que llegó a una calle, es de noche... Son como las doce, bueno, no sabría decir por la oscuridad que hay en el ambiente.

Camino un par de cuadras hasta que me topo con un chico de unos veinte años más grande que yo.

-Lo siento es que...

-¿Estás bien?-dice y sus ojos son azules mezclados con gris-¿No te duele?

Mis ojos bajan a dónde los suyos apuntan y es una cortada enorme en mi brazo que está cubierto de sangre.

Dios mío, ¿qué demonios me sucedió?

-¿Te llevo a un hospital?-estoy en shock y la verdad no sé que contestar.

Sólo asiento y permito que me lleve a un doctor.

(_+_)

Duro un par de horas en el hospital hasta que me dejan dormir en una de las camas que hay en lugar.

Cuando Noa me trajo, que es el nombre que recibe el chico que me ayudó, los paramédicos de inmediato en ayudaron... También me hicieron un par de pruebas para asegurarse de que no me hayan violado o hecho alguna barbarie en mi cuerpo.

Le llamaron a mi madre que de inmediato dijo que tomaría un vuelo de Nueva York para acá.

Conociéndola se vendrá en el helicóptero de papá y aterrizará en el helipuerto del hospital. Mi madre es una mujer muy influyente y más mi padre. Soy su única hija y soy lo que más les duele. Soy la debilidad más grande de ambos.

Me quedo dormida en un momento. Sólo para que los gritos de mi madre me despierten, estoy confundida, abro los ojos y veo a mis padres entrar, ambos me miran y corren a donde estoy, me abrazan y besan como si no hubiera un mañana, los abrazo como puedo ya que las maquinas que marcan mis latidos me impiden hacerlo como se debe.

-Mi princesa, ¿qué clase de monstruo te pudo hacer esto?-mi padre siempre ha creído que la gente mala tiene un propósito para portarse mal, pero sabe que yo no le haría daño a nadie.

Mi madre y padre duran hablando conmigo un rato, hasta que les cuento que Noa me ayudó, les platico lo que Noa me dijo antes de que ellos llegarán. Noa estudia y trabaja, hace las dos cosas para poder solventar su carrera, así que me da lastima que se quede sólo sin trabajo, así que mejor les digo a mis padres que sería una buena idea que apoyáramos a mi salvador de veinte años a que siga con sus estudios sin tener que trabajar para poder hacerlo. Mis padres están de acuerdo con esa conversación.

Le pedimos a Noa que venga a verme, lo hace y el chico parece que está muerto por tanto trabajo y cosas de la escuela.

-Noa, tenemos que agradecerte lo que hiciste por nuestra pequeña.

-No tienen porqué hacerlo.

-Ya lo decidimos mi mujer y yo-suspiran y asienten.

-Mis padres quieren que te vayas a vivir con ellos-Noa no capta mis palabras-, te consiguieron una beca del setenta por ciento, ellos te ayudaron con el resto de los gastos de tu carrera, y si eres de buenas notas te regalaran los gastos para una maestría o doctorado.

-¡Oh por Dios!-Noa casi brinca en donde está parado-¿es en serio qué me llevaran a su casa?

-Por supuesto, el ayudar a nuestra pequeña-Noa los abraza como si fueran sus padres.