Axel (Terminada Y +18)

Capítulo 19 (Sara)

-¡No!-le grito furiosa.

-Sara, sólo es una opinión-dice Henry mientras cambio el pañal de Ares.

Ha estado insistiendo para que deje que su zorra que antes era mi segunda mejor amiga venga a ver a mis hijos, cosa que no pienso hacer. Mis hermosuras nacieron hace dos semanas, y vaya que son muy bonitos, son la mezcla entre Bastián y yo, tienen el color de mis ojos pero el color de piel de su padre, además de ese lunar que tiene en el brazo derecho.

Félix duerme en la sala con Bastián cuidándolo, mientras yo estoy aquí arriba cambiando a mi pequeño Ares que se hizo pipí en su pañal. Lo cambio y bajo con Henry diciéndome sobre que su novia que es más una zorra quiere conocer a mis pequeños, cosa que no pasará nunca. Bajo para ver a Bastián cargando a Félix profundamente dormido en los brazos de su padre. Mi madre me ve con Ares y no duda en venir a quitármelo, me encojo de hombros mientras avanzo a donde está mi amado esposo con el segundo de nuestros pequeños.

Ares fue el segundo en nacer, por cinco minutos de diferencia. Mi madre y padre están tan emocionados con los pequeños que se les olvido que venían a verme a mí y no a ellos. La señora Alfonsina quedo encantada con mis pequeños y ahora les trae regalos cada vez que viene que es cada semana, a este paso mis niños llenarán su habitación antes de que lo empiecen a decorar a su manera. Ares empieza a llorar en los brazos de mi madre, intenta calmarlo pero no puede, así que me lo da. Empiezo a arrullarlo y sigue llorando, así que Bastián me cambia de bebé. Al parecer Ares quería estar con su papá, ya ceso el llanto. Así son mis hijos.

A veces amanecen con ganas de estar conmigo y otras con su padre o simplemente tapaditos en su cuna, mientras les leo algo, e incluso sí les canto una canción de cuna.

Suspiro y veo la lista de cosas que tengo que hacer, me volví la secretaria de Bastián, y la de Dorian, agendó de todo, citas, salidas, comidas, juntas; organizo los documentos generales, se los llevo a uno de los dos para que los firme o se los doy a los dos para que lo firmen, mujer multiusos. En ocasiones nos llevamos a los niños al trabajo y muchas de las empleadas se prestan a cuidarlos, bueno, más a Félix. Es mas calladito que Ares, mi pequeño solo quiere estar conmigo y con su papá.

Por eso es el más consentido de Bastián, el mío según él es mi pequeño Félix, para mí los dos son los consentidos aunque si prefiero a Félix porque no lora cuando lo abrazo o por otras cositas pero amo a mis dos hijos con toda el alma, daría y haría todo por verlos felices y contentos.

Voy a mi recámara y aprovechando que mi mamá agarro a Félix y que Bastián está cargando a Ares no tengo ningún problema para dormir un rato. Tengo dos horas antes de que Ares lloré por que no le he dado de comer. Rayo se sube a la cama para dormir conmigo, cierro mis ojos y caigo en los brazos de Morfeo.

Una mano me mueve para despertarme, me doy la vuelta sintiendo que Rayo sigue en la cama, así que ignoro quien me pueda estar queriendo despertar.

-Cariño-me aferro al pelaje de Rayo para no abrir los ojos-, amor, tienes que darle de comer a Ares.

Despierto un poco y como puedo o Dios me da a entender como debo de sentarme, me recargo en la cabecera de la cama y como puedo tomo al pequeño Ares bajo el tirante de mi sostén y parte de la blusa que llevo puesta. Mi pequeño no ocupa nada para empezar a alimentarse de mí. Recargo mi cabeza en la cabecera mientras mi dulce Ares se alimenta.

Bastián se pone a mi lado y deja castos besos en mi cuello, sé lo que quiere, a partir de los siete meses y medio nos prohibieron hacer el amor, y ya han pasado dos semanas desde que mis pequeños llegaron al mundo pero no podemos... todavía.

-Bastián-alargo su nombre.

-Si no te hago mía pronto, me va a dar algo-me río por ese comentario.