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La luz penetraba por entre las cortinas y un pequeño rayo de luz pegaba en su pálido rostro, frunció el ceño y se volteó, odiaba la luz, odiaba las mañanas. Los minutos pasaron y la luz era cada vez más fuerte; haciendo que el hecho de darle la espalda a la ventana ya no era suficiente y a eso se le sumó el constante zumbido en algún lugar del piso, cerca de la cama, enfadado aventó las cobijas hacia los pies de la cama y se paró de un brinco.

Sus largas piernas salían de un bóxer negro ya algo gastados, aún adormilado empezó a buscar al causante de el incesante zumbido; cuando por fin lo encontró, paró, lo miró con desdén y lo aventó a la cama, pero justo en el momento en el que tocó el colchón este volvió a vibrar; rodó los ojos y lo volvió a tomar, en la pantalla brillaba la palabra <mamá>, presiono contestar mientras soltaba aire lentamente.

- Luke, cariño ¿Cómo has estado?, tiene tiempo que no vienes a verme - dijo una voz de mujer demasiado joven como para ser su madre - ¿o es que acaso ya no me quieres?.

- ¿Qué es lo que quieres Victoria? - soltó Luke entre dientes.

- Por favor, ven a visitar a tu familia, por aquí te extrañamos mucho.

- Familia? - espeto Luke - ¿esa bola de hipócritas - su voz se volvía cada vez más grave - "sólo matamos a quien se lo merece" ¡JA!

Se oyó un suspiro al otro lado de la línea.

- Ya has llamado mucho la atención - susurro lentamente - aunque no lo creas me preocupo mucho por ti.

- Pues deja de hacerlo - susurro - yo puedo cuidarme solo.

Corto la llamada.

Se dejó caer sobre la cama y se frotó los ojos, en sus ojos se distinguía un brillo pareciera que estaba a punto de llorar. Pasaron un par de minutos en los que en los que respiró profundamente, luego se paró de repente y sacudió la cabeza; alguien se dirigía hacia la puerta.

Un golpe.

Dos golpes.

Tres golpes.

"Malditas mucamas" pensó, necesitaba urgentemente encontrar un lugar propio, no podía seguir yendo de lugar en lugar.

-¿Hay alguien? - se oyó tras la puerta - soy de la limpieza.

Cerró los ojos teniendo un debate interno, y como siempre el hambre ganó, caminó lentamente hacia la puerta mientras se arreglaba sus largos rizos dorados. Abrió la puerta y le sonrió a la mujer que se encontraba en la puerta.

- Adelante, estaba apunto de irme - dijo con una voz suave y seductora.

La mucama se sonrojo y soltó una risita nerviosa al notar que este se encontraba solo en ropa interior. La mujer apenas y le llegan a la altura del pecho y la manera en la que se recargaba en el marco de la puerta podría llegar a ser lago intimidadora, pero la mujer apenas y le podía sostener la mirada.

- Puede dejar la puerta sin seguro y yo volveré más tarde - dijo la mujer con la mirada puesta en sus pies.

- No, no, pasa, de verdad ya me iba - dijo mientras se quitaba de la puerta para dejarla pasar.

Aun sonrojada paso lentamente y el cerro la puerta detrás, la habitación estaba bastante oscura por el hecho de que las cortinas aún estaban cerradas, pero esto le daba la suficiente penumbra para esconder a plena vista lo que se encontraba en la esquina contraria de la puerta.

- Debería comenzar sacando la basura - dijo un poco temblorosa.

- Claro - dijo Luke en voz baja con cierta ironía.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2019 ⏰

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