El viento chocaba ligeramente contra las hojas de los árboles, causando que algunas de éstas cayeran suavemente al suelo, era un día realmente agradable.Yanan amaba esa estación del año, amaba escuchar el viento y sentir lo fresco de éste, era reconfortante y se sentía muy bien, por eso decidió declararse ese mes específicamente. Había esperado tres años aproximadamente, tres años en los que nunca le pudo demostrar a 'esa' persona todo lo que sentía por ella, tres años en los que fingió querer amistosamente.
No le molestaba en absoluto, pues se tenía que tomar el tiempo de saber si en realidad quería pasar mucho tiempo con él o sólo era un capricho, cosa que descubrió después. Se dió cuenta de que estaba enamorado cuando no podía dejar de pensar en aquel chico con esos notables lunares en su cara, uno debajo del ojo y otro debajo de los labios, en la risa peculiar que éste tenía, la sonrisa brillante que siempre mostraba y ni hablar de la hermosa personalidad que poseía, era como un Dios. Claro, lo pensaba pero sin ir más allá, hay tiempos y lugares en los cuáles te debes de tomar un respiro para no depender, y él lo entendía, por eso nada se le complicaba si hablamos de los estudios.
Estuvo mucho tiempo pensando si de verdad valía la pena declararse después de tanto tiempo que pasó, ¿y si él en algún momento me quiso? tal vez estoy tardando mucho y sus sentimientos se esfumaron. Pero intentaba alejar estos pensamientos de su mente, el chico valía que él se declarara, merecía tantas cosas, incluso las estrellas, si pudiera se las bajaría, pero era algo imposible, por lo que sólo le brindaría cariño y apoyo incondicionalmente, sólo podía prometerle que si él estaba a su lado nada malo le pasaría, era lo único que podía hacer, y para ser sinceros, es algo muy importante a la hora de querer a alguien.
Caminó con las manos en sus bolsillos, ya con mucho nerviosismo recorriendo su cuerpo pero intentando mantener su buena postura, su cabello volaba de un lado a otro y algunas veces se posaba entre sus ojos, por lo que tenía que arreglarlo. Llegó al lugar esperado y más nervios se hicieron presentes, él no sabía lo que podía pasar, no sabía si iba a ser correspondido o si iba a perder un amigo ese día. Tenía miedo, pero ante todo debía pensar cosas buenas, ¿de qué sirve intentar algo si lo harás con miedo? pensó, recuperó su postura y se sentó en la banca fría fuera del lugar, importándole muy poco.
Desbloqueó su celular para ver la hora, 05:04 pm, había llegado temprano a decir verdad, dos horas antes. Supuso que los nervios le habían ganado, pero no le importaba esperar, no le importaba quedarse sentado dos horas esperando al chico, volvió a desbloquear su celular y abrió su galería, específicamente una carpeta 'Hyunggu', sonrió, eran fotos de su ahora mejor amigo con él y disfrutando, videos donde cantaban y reían como si fueran almas gemelas, una foto en especial lo hizo poner sentimental, él cargándolo en su espalda, recordó ese día, el menor estaba cansado y Yanan no dudó en ofrecerle su espalda, el bajo subió y caminaron por todo el parque hasta llegar a su destino.
Bloqueó el celular y lo guardó de nuevo en su bolsillo, era lindo recordar los momentos que pasó con la persona de la cuál llevaba enamorado bastante tiempo, aunque cuando lo pensaba bien, tres años no eran mucho si los comparabas con las parejas que están casadas, más de diez años algunas y aún se querían, se preguntaba si podría tener un futuro así con Hyunggu, en el que ambos se amaran hasta que sus vidas acabaran, era difícil, pero no imposible, mucha gente decía que cuando dos personas están destinadas a estar juntas, nada ni nadie podrá romper el amor que se tenían. Algo así como el hilo rojo.
Él no era muy creyente de esas leyendas a decir verdad, pero algo lo hacía creer que Hyunggu era su alma gemela, su hilo rojo o el amor de su vida, como prefieran llamarle. Tal vez era muy pronto para estar pensando en todas esas cosas, muchas personas podrían decir que era muy joven para querer una vida entera con Hyunggu, pero nada le importaba, pues él pasaría diez vidas enteras con él si pudiera.
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𝐒𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧𝐬
Fiksi PenggemarNo importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo rojo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino. 🧺│ Kina...