1. ❝ Lento. ❞

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Bridgette odiaba las fiestas

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Bridgette odiaba las fiestas.

Sí, había estado saliendo unos cuantos años con el mayor fiestero del mundo,o bueno,así se había auto nombrado aquel rubio. Aún así,la rubia prefería evitar todo movimiento musical donde hubiese un baile más movido de lo usual.
Por que sí, a nadie le hacía mal una pequeña celebración de vez en cuando, pero las exageraciones siempre la dejaban muy aturtida. Siendo una chica tranquila y acostumbrada al movimiento suave de las olas, una fiesta en Las Vegas no era una opción entre las muchas que habían para divertirse.
Y ahí estaba, con una copa llena en la mano, y observando a aquel musculoso rubio “parrandear” como nunca encima de una mesa de billar.

Dio vuelta a los ojos y suspiró con pesadez, casi siempre su semblante era tranquilo y sonriente,esa noche era uno cansado y fastidiado.
Se sentía mal, agotada. No era fanática de las peleas o discusiones,y aún así, ella y él habían discutido muchas noches, últimamente.

Geoff se entercó con la idea de tener hijos, y Bridge se negaba rotundamente a tal idea. Tenía 23 años, y la idea de tener que encerrarse en casa a cuidar un montón de niños que,siendo sinceros,tendrían más genes de aquel desastroso muchacho que de ella, no era un plan que llamase la atención. Ya que conociendo a su “querido novio” (ah, por qué también, Geoff parecía tenerle terror al matrimonio) no estaría muy presente al momento de cuidar a él o los niños que tuvieran. No, gracias.
Además, el hecho de tener relaciones sexuales con Geoff ya no le llamaba tanto la atención. Sí, admitía que él había Sido su primera vez, pero vamos. Estaban en una isla, alejados de toda civilización y rodeados de otros jóvenes igual o más hormonales que ellos. Teniendo unos ¿qué? ¿16,17?

No recordaba, pero tampoco eran muchas las ganas de hacerlo. La música fuerte retumbando en todas las paredes de aquel local, terminaron mareando a la ojiverde, tanto que decidió salir de allí,a tomar aire. Junto con ella, muchos más, aunque algunos ya se notaban bastante ebrios.
Ahora sí,podría tomar aquella bebida en paz y sin miedo de que algún borracho bailarín se la tumbase, sin embargo,al primer toque del líquido en su boca ya se había asqueado. Escupió y dejó la copa en el suelo, tomó algo de aire y pasó una mano por su rostro. Todo era demasiado confuso, desde el por qué había aceptado asistir a esa fiesta tan estúpida, cómo el por qué seguía con G, si ya no sentía ni una pizca de atracción o sentimiento hacia el.
Pero,siguiendo su corazón de pollo, como gustaba llamarlo, no lo dejaba, ya que sabía lo mucho que le dolería al rubio. Ella ya tenía claro sus motivos, pero parecía que él no atinaba a comprender.
Bridgette desde el principio de su adolescencia se había declarado bisexual. Su madre, estaba contenta por el hecho de que su hija fuera tan tranquila y respetuosa,por tanto, le brindó todo su apoyo cuando habló con sinceridad de sus sentimientos con ella. Había sido una chica feliz, hasta que llegó el momento de mandar su video audición para poder quedar entre los elegidos para el show.
¿Grave error? Para nada. Había hecho muchos amigos, y con algunos de ellos seguía hablando animadamente algunas veces,incluso en las “Reuniones del Drama” organizadas por el viejo McClain,entre algunos se llevaban bastante bien.
¿Malas decisiones? Sí,muchas. Pero no podía llamar a Geoff error,por supuesto que no. Él había luchado por ella y ella por él,claro,en su momento. Se habían querido,y probablemente,amado.
Se besaban, tocaban,mimaban, todo enfrente y a escondidas de las cámaras.
Pero Geoff no había sido la única persona en llamar la atención de la surfista. Claro, nunca había mencionado nada, ya que desde el principio Geoff le dejó claro que quería algo con ella. Y, ahí va doña Tonta, a caer en el enredo del ojiazul. Tal vez el malestar y la sensación de estar sola, casi siempre en aquel apartamento que habían comprado “entre los dos” y qué sólo era pagado por ella, le había hecho reconsiderar sus gustos. Geoff ya no le gustaba. Ni más ni menos.
Ni física,emocional, de ninguna manera el rubio tenía ya alguna pizca de su amor. Tan sólo estaba ahí...por compromiso.  Y por el común sentimiento que todos tienen al saber que pueden hacer a alguien más sentirse mal.

One Shots ━❝ 𝙏𝙤𝙩𝙖𝙡 𝘿𝙧𝙖𝙢𝙖.❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora