Intersección 1 "La Plática"

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—Entonces... ¿De qué quieres hablar?— Dijo Santiago sentándose enfrente del moreno.

—Pues... Siendo sincero y quiero serlo en esta plática al menos... No lo sé— Respondió levantando los hombros con una sonrisa.

—¡¿Cómo que no sabes weón?!— Replicó Santiago casi estallando.

—Pues es que si te digo la verdad yo no esperaba llegar tan lejos... Creí que iba a ser más difícil acercarme, digo, llevas todo este tiempo huyendo y- —

—¿Para qué?—

—¿E-eh?— Ángel estaba confundido, y eso provocó nerviosismo que se noto en su cara, ese cambio de puntos tan extraño lo hizo sentir un poco incómodo, no sabía a qué se refería.

—Si weón ¿Para qué querí acercarte a mí?— Interrogó de nuevo Santiago.

—Pues... Es que ah... Te va a sonar estúpido...—

—Todo esto ya es estúpido de por sí ¿Qué es? ¿Curiosidad? ¿Pena? ¿Te sentiste mal por ese niño que pasaba solo? ¿Qué fu- —

Está vez fue Santiago el que no logró terminar, aunque hubiera accedido a hablar seguía desconfiando.

—¡N-no! !Para nada, eso es muy tonto!— Le dijo interrumpiendo con un poco de su (ahora sabemos) frágil orgullo.

—¿Entonces?...—

Hubo un silencio incómodo en el que Santiago pudo ver como el hasta entonces tan extraño Ángel se transformaba en una bola de rubor que trataba de esconder entre sus brazos, una espectáculo tan humano que no podía haberlo leído en ningún libro.

Ángel tuvo que comerse su orgullo, y con las mejillas ardiendo y la voz temblorosa finalmente se dignó a hablar nuevamente.

—E-es... ¿Es admiración? ¿Q-quizá?—

—¿A-admiración?— Por primera vez en la conversación Santiago no supo como responder ¿Por qué lo admiraría a el? ¿Admiración a exactamente qué? ¿Cómo? ¿Por qué? Todas esas preguntas se las guardó para si mismo, pues no tuvo más opción cuando el otro respondió.

—S-sí... No te asustes, yo tampoco entiendo demasiado, es solo... Agh... No lo sé... Te he visto cuando rondas por ahí, siempre estás haciendo algo, siempre estás leyendo algo, pareces ser alguien con tantas cosas que decir y... —

Se detuvo un momento, ambos aprovecharon para procesar un poco lo que acababa de decir.

—¿Y?...—

—Y aún así te mantienes tan callado...—

Silencio nuevamente.
Ninguno de los dos sabía que decir, Santiago no alcanzaba a reconocer su propia grandeza y Ángel estaba muy cegado por la suya para seguir hablando.

Pero bueno... En realidad ¿Qué podía perder? Si lo analizaba bien, Santiago no tenía nada más que perder, y quedarse callado no parecía la mejor opción, así que hizo lo impensable, lo que no había hecho en tantos años.

—Y-y... ¿Te gustaría escucharme?...—

Ángel se sorprendió aún más de lo que podría haberse sorprendido jamás, nuevamente no esperaba que aquel chico silencioso realmente fuera a "compartir sus secretos" con el.

—...—

—Á-áng- —

—¡Por supuesto que sí!—

Y así comenzó la historia que nos toca contar, con una acción tan simple y aún así tan relevante
¿Qué hizo realmente Santiago?

Lo más difícil que alguien con su pasado puede hacer...

Se abrió.

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2019 ⏰

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