Predestinados

Capitulo II - Parte III

Al día siguiente, tome una receta que encontré en uno de los libros que Ángel me había prestado, para aprender a cocinar. No era nada muy elaborado, pero aun no podía cocinar sin utilizarla.

Mientras cortaba las verduras alguien toco el timbre, deje los elementos de cocina y luego de secarme las manos fui a abrir. Me sorprendí mucho, al ver a la persona detrás de esa puerta.

-¿Ángel?, llegaste temprano; porque no entraste, ¿olvidaste tu llave? (Al verlo detenidamente note que su cabello era más corto y su forma de mirarme era distinta). Tú no eres el, ¿Quién eres?

-Buenos días, Mi nombre es Dante, puedo darme cuenta que mi hermano no está.

-Ah, es cierto el menciono que tenía un hermano gemelo. ¿Tú eres Dante? Mi nombre es Daiana.

-Sí, ¿puedo pasar?

-Sí, perdón. Adelante.

-Me sorprendió que una chica atendiera la puerta. De las veces que he venido nunca había pasado.

(Al oír eso me sorprendí un poco, sabía que él no solía salir con nadie, pero de todas formas fue una sorpresa)

-Ya veo, ven, pasemos a la cocina por favor, es que estaba por cocinar.

-¿Tan temprano? Son las 10.30 (su expresión se veía algo sorprendida, dejo su abrigo en el tendedero que se encontraba en la entrada y se adentró)

-Sí, es que estoy aprendiendo a cocinar y tardo mucho en hacerlo.

-Entonces te puedo ayudar.

-No gracias, puedo hacerlo sola, nunca aprenderé si me ayudan.

-Claro.

El joven se quedó en silencio por un momento, mientras me observaba mientras intentaba cocinar. Leyendo detenidamente cada parte de la receta.

-¿Pasa algo?

-Nada, solo que te ves muy concentrada, ¿segura no necesitas ayuda?

-Gracias pero no la necesito.

-Dime ¿mi hermano vendrá pronto?

-llegara un poco pasado el mediodía.

-Que descortés, ¿cómo es posible que te haya dejado sola aquí? ¿Dónde está? Aunque me sorprendió que notarás que no soy el, la mayoría no nota la diferencia.

-Él tenía Algo que hacer. A mis ojos ustedes no son del todo parecidos; tu cabello y tu ropa son distintos a las de él, y algunas cosas más son distintas.

-Ah, ya veo. Dime ¿eres su novia o algo así?

Al oír sus palabras sentí como si me hubiese puesto colorada pero no le respondí, seguí en lo que estaba. Le ofrecí café, pero lo rechazo, dijo que no le gustaba, y que no le apetecía nada.

Solo esperaba que Ángel llegase pronto, ya que me sentía incomoda en aquella situación, pero no quería ser descortés

Poco más de una hora después escuche la puerta, y lo vi aproximándose mientras me hablaba.

-Day llegue, ¿estás?, ah aquí estas. (Al ver a su hermano note que se sorprendió)

¿Qué haces aquí?

-Ella me abrió, aunque es muy arisca, ni siquiera me dejo ayudarle a cocinar y parecía necesitar ayuda.

-Estoy bien, igual le agradezco la intención. Dime ¿Ángel cómo te fue?

-Ah bien, saque 87, tuve algunos errores. (Dice volviendose hacia mí, mientras posaba su mano sobre mi cabello que se encontraba suelto)

-Eso es genial, felicitaciones (sonriendo un poco, me alegraba escuchar que le iba bien en sus exámenes y al oírme el sonrió)