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—¡Buen día!—exclamo entrando a nuestro pequeño local.
—¡Ya!, ¿Por qué eres así?—Adrien se lleva una mano al corazón, es un exagerado.
—¿Cómo va todo. Pusiste las rosas que te dije en el estante?—Le hecho un vistazo al lugar, todo estaba saliendo a la perfección el día de hoy. La florería estaba bastante surtida, ahora quedaría de nuestra parte vender.
Hacía unas semanas que la florería no se abría, debido que le estaban haciendo remodelaciones, así que desde hace dos días estábamos arreglando el lugar y colocando todo en su lugar. Hoy finalmente abriríamos de nuevo.
—Ese brillo en tus ojos, sí que te pareces a tu abuela— Volteo y me encuentro con un Adrien con la sonrisa del gato de Alicia.
Adrien es mi mejor amigo, es francés y estudió sus dos últimos años en la misma secundaria que yo. Debido a que era parte del comité de bienvenida, tuve la oportunidad de darle el tour y desde ahí nos volvimos muy apegados.
Adrien llevaba tres años trabajando aquí, por lo tanto había tenido la oportunidad de conocer a mi abuela.
—Bueno, pongamos el cartelito de abierto— Con una sonrisa en la cara cambia el cartel a "abierto" y no nos queda más que esperar.
—Iré a comprar café a la cafetería de al lado, ¿gustas?—pregunto antes de salir apurada.
—Claro, pero rápido. Sabes que yo puedo atender pero no tengo la misma paciencia y el mismo don que tu.
Termino de salir y entro a la cafetería de al lado, los dueños me conocen y son amigos de toda la vida de mis padres.
—¿Qué tal Dean?—Dean es compañero de clases mío y por casualidad, empezó a trabajar en la cafetería desde hace unos meses—. ¿Podrías darme dos americanos por favor?
—Por supuesto, ¿cómo estás?, te vi corriendo para llegar a la florería y supuse que hoy abrirían—Menciona preparando los dos cafés.
Asiento y mientras la máquina hace los cafés le paso mi tarjeta a Dean para que cobre.
—¡Fue un gusto verte! cuidate—ya con los dos cafés en la mano me dirijo a la florería.
Entro y me consigo con un Adrien desesperado haciéndome señas porque había entrado un señor a la tienda y estaba viendo las flores.
Dejo los cafés en la mesa de la caja y voy a dónde se encuentra el señor.
—¿En qué lo puedo ayudar?—Menciono de una manera cordial, el señor voltea y esboza una sonrisa.
—Deseo comprar un ramo de flores para mi esposa. Estamos cumpliendo años de casados, a ella le facinan las flores Japonesas.
—Qué interesante— Suelto una pequeña risa nerviosa y me dirijo al sector de flores Japonesas.
—Yo le recomiendo el Sakurasou, tiene un parecido al cerezo japonés y significa amor duradero— Dije para regalarle una pequeña sonrisa.
—Suena como una buena opción—Tomó una de estas y la acercó a su rostro—. Si, esta es la indicada. Confiaré en ti.
—Perfecto, Adrien oppa necesito que arregles un ramo de Sakurasou para el abuelo —Adrien estaba detrás del mostrador y asintió.
—Tienes talento—El señor me miró y esbozo una sonrisa—. ¿Tienes algún tipo de carta de presentación?
—Bueno, personalmente no, pero sí tengo de la florería por sí le interesa.—Menciono y la busco en la caja, para entregársela.
—Prometo venir otra vez, las flores están bonitas. Gracias por la tarjeta y por el ramo.
—Gracias a usted por su compra, que tenga un buen día — Dijo Adrien apareciendo mientras le entregaba el ramo de Sakurasou al señor.
Hoy la florería estaba un poco vacía, lo cual era un indicativo de que tal vez llegaría temprano a casa.
+ Sakurasou: Es una una flor bastante popular en Japón, su nombre proviene del parecido que tiene a las flores del cerezo japonés: "Sakura" - Cerezo Japonés, "sou" - parecido. En el lenguaje floral su significado es el deseo y el amor duradero.
