PRÓLOGO

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Era la primera vez que me sentía tan feliz al lado de una chica, la miraba de reojo, la contemplaba. Me gustaba todo de ella. Sus grandes y curiosos ojos, su mediano y desordenado cabello, su pequeña nariz, sus suaves mejillas, sus provocativos labios, su delicada espalda, su acogedora cintura y su pequeño abdomen el cual me gustaba tocar con frecuencia por mas extraño que parezca. Me había enamorado completamente de ella. Pero no solo de su apariencia exterior. Me encantaba su forma de ser, sus gustos musicales, su manera de pensar, sus pasatiempos, sus hábitos, todo en ella me fascinaba. Para mi era la mujer mas bella que pudiése existir.

Sentados en un banco no nos decíamos nada pero sentíamos tanto. Su cabeza reposaba en mi hombro izquierdo y la mia encima de la suya. Sentí una extraña sensación de felicidad, algo difícil de describir. Creo que lo mas cercano es la sensación de mariposas revoloteando por mi estómago y pecho. Sé que suena muy típico pero es lo que sentí. Alzé mi brazo y la rodee para abrazarla, para mi alivio no se opuso.

Veía a las personas pasar: mujeres niños, jóvenes, ancianos y me sentía el mas afortunado de todos ellos. Había imaginado tanto ese momento que cuando finalmente sucedió no podía creer que yo estuviese viviéndolo.

El parque en el que estábamos era un conjunto de 6 bancas, un poco de vegetación y cemento. Sentado junto a ella yo, un chico de 17 años se sentía el jovenzuelo mas feliz del mundo.

— ¿Puedo preguntarte algo?

—Dime

— ¿Porque?

— ¿Porqué qué?

—¿Por qué eres tan hermosa?

—No soy hermosa

—Si lo eres

—No no lo soy

—Para mi lo eres—levante mi cabeza y la mire a los ojos mientras le sonreia—una señorita muy hermosa.

—No lo soy... soy normal.

—Para mi no eres normal, eres hermosa, muy hermosa.

—Aishh, ya ya ya soy hermosa.

—Hehehe lo estas diciendo para que me calle

—Nooooo, claro que no.

Comenzé a cosquillar su estomago y ella empezó a reir tratando de apartar mi mano.

—Ya hahahhah ya no hahahhah esper.. hahahahahhahahahahhaha bast hahahhahahahha.

—¿Me haras callar nuevamente?

—No no no hahahah nunca nunca hahahhaah ya ayayaya hahahah basta hahahha.

La solte y ella dejo de reir.

—No es justo, tu no tienes cosquilas

—Si las tengo, pero no dejare que me las hagas.

Verla reir era una de las cosas que mas me gustaba. Sus dientes tan perfectamente alineados asomaban bajo esos labios que tanto me encantaba besar. Ella me tenía completamente enamorado. No quería dejarla nunca. Mis ojos no se cansaban de mirarla. Acaricié su cabello con una mano y con la otra froté suavemente sus mejillas. Sus ojos me miraban con ilusión o eso es lo que quiero creer. Me acerqué mas a ella y la abracé  fuerte y largo. Quería que ese momento fuése eterno, quería quedarme junto a ella, quería que ella fuera la compañera de mi vida. Un pensamiento de un idiota enamorado. A medida que pasó el tiempo mis pensamientos sobre el amor fueron madurando, aprendí que no todo es como te lo pintan desde muy pequeño los programas de televisión o incluso el cine. El mundo real es distinto y lleno de problemas que no se solucionan con un simple te amo. Aprendí que nada es para siempre, tus padres morirán algún día al igual que todas las personas que quieres. Tus compañeros de estudio, trabajo, vecindario te dejarán algún día. No es bueno acostumbrarse a una persona, porque cuando se vaya créeme que te dolerá. La vida me ha enseñado tantas cosas sobre el mundo y los demás.

Lamentablemente me dí cuenta de esto muy tarde. Crecí con una falsa ilusión que ahora entiendo a la perfeccion. Pero antes creo muy necesario que para llegar a este momento de mi vida es importante contar mi historia desde el principio. Así será mas fácil de entender el porque de algunas cosas. Acerca de ella, no puedo estar seguro de sus sentimientos y no podré contar su historia porque no la conozco aunque me hubiese gustado hacerlo. Asi tendríamos dos perspectivas diferente de los mismos sucesos. Pero recalco que solo narrare mi vida, el mencionarla a ella es porque apareció ahí y fue una parte muy importante en mí. Marco un antes y un después en mi forma de ser, un antes y un después en mi vida. Volviendo a ese momento en el parque recuerdo haberle dicho muchas veces una frase que espere me contestase algún dia..

—(...) te quiero—le dije mirándola a los ojos esperando una respuesta positiva de su parte.

Me miro , sonrió y luego de bajar la cabeza se quedo en total silencio

MEMORIAS DE UN IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora