Babysitter for TWO [Jaeson/Jackbeom] (EN PAUSA)

2

El fin de semana había llegado, ya eran las dos de la tarde y Jackson estaba en la espera de la niñera para poder irse a su trabajo, que aunque faltaba tiempo suficiente, le gustaba ir temprano.

El amigo de Shu Yang hacía un par de horas que llegó y Wang estuvo bastante pendiente de ellos. No desconfiaba de su sobrino, pero sí un poco de Ming Rui, ese niño tenía amigos aún más grandes y no sabía qué cosas se le habrían pegado de ellos. Así que constantemente entraba en la habitación con diversas excusas o sólo pasaba a cada rato echando un vistazo y Shu Yang le miraba con ligera molestia.

Entonces al fin el timbre se escuchó y Jackson se dirigió a la puerta para atender a la niñera. Pero su sorpresa llegó al ver que del otro lado de la puerta no había una jovencita, si no un hombre alto y bastante atractivo que parecía de su edad.

—Buena noches —dijo con una ligera sonrisa—. ¿Esta es la casa Wang?

—Uh... sí —Asintió permaneciendo en una especie de trance

—Yo soy Im Jae Beom, el niñero

Jackson seguía sin reaccionar, pero, ¿cómo podría hacerlo? Aquel joven era un completo dios bajado del cielo. Sus ojos, sumamente rasgados, eran tan profundos y la sonrisa que adornaba sus labios era simplemente perfecta. Su cabello teñido de rubio ligeramente grisáceo le quedaba tan bien que era casi irresistible no querer tocarlo. Además, el nombre que tenía le sonaba de algún sitio.

Pero una pequeña cabeza se asomó detrás de Jackson y observó de pies a cabeza al que seguía afuera, luego miró el rostro de su tío y sonrió levemente jalando un poco la camisa del mayor para llamar su atención.

—¿Lo dejarás ahí afuera?

—¿Qué? Oh, lo siento —habló avergonzado y se hizo a un lado para dejar pasar al contrario

Shu Yang notaba un comportamiento bastante extraño en su tío, nunca antes lo había visto tan nervioso y torpe. Lo más impresionante de todo es que ese joven, que sería su niñero, no parecía molestarse por ello, al contrario, sonreía con cada cosa.

Esos dos algo tenían.

Al terminar de mostrarle los lugares principales e intercambiar números celulares para estar en contacto por cualquier emergencia, Jackson miró su reloj y colocó una ligera expresión de asombro.

—Oh, bien, es momento de que me vaya, hasta luego

Jae Beom cerró la puerta cuando el contrario se fue y al dar media vuelta se encontró con el pequeño Shu Yang de pie mirándolo fijamente.

—Mi tío es lindo, ¿verdad?

—Sí, mucho —Se agachó un poco—. Pero no le digas que te dije eso, ¿de acuerdo? —El niño asintió

—Pero, ¿por qué?

—Es un poco penoso, tal vez luego te cuente —Le revolvió los cabellos y caminó hasta la sala

Shu Yang arrugó levemente la nariz por la duda y regresó a su habitación, donde Ming Rui lo estaba esperando acostado boca arriba en la cama con la cabeza colgando.

—¿Cómo es tu niñera?

—No es niñera, es niñero —dijo algo bajo pero feliz—, y creo que le gustó mi tío