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El automóvil de Jae Beom no era exactamente grande pero sí bastante cómodo y por lo que parecía, también algo costoso. Jackson en verdad seguía avergonzado por aceptar subir y que lo llevara al trabajo. Acababan de dejar a Shu Yang en su escuela y el chiquillo se atrevió a llamar tío al coreano cuando se despidió, ¡qué atrevido!

Aparte, su cabeza le estaba dando vueltas, pues Jae Beom le hablaba con una dulzura enorme y hasta cierto punto, resultaba seductor su tono que, por más que intentara hacerse el difícil y desinteresado, le era imposible no sonreír o sonrojarse. Im era demasiado obvio pretendiéndolo, pero también lo hacía de una manera muy linda y se sentía hasta mal por no caer rendido como quería.

De hecho, le recordaba bastante a cuando estaban en la secundaria, en ese tiempo Jae Beom también lo pretendía aunque de una manera más disimulada al ser amigos. Lamentablemente ni siquiera en ese entonces podía corresponderle aun si sentía lo mismo, pues justo cuando tenían quince años fue que Zi Wei decidió dejarle al pequeño Shu Yang.

—Jackson

—¿Ah? —Dejó de mirar a la ventana y volteó hacia el contrario

—Pareces algo preocupado. ¿Pasa algo?

—Oh, no. ¿Por qué lo dices?

—Bueno, has estado muy callado —Le miró brevemente, pues su atención la tenía al frente—. ¿Te molesta que haya ido a tu casa sin avisar?

—No, claro que no —Hizo un ligero ademán con sus manos en negación—. Obviamente no me esperaba tu visita, pero no me molesta en absoluto, ¿por qué lo haría?

—Pues, no parecías muy feliz de verme

—De verdad que sólo fue la sorpresa, yo estoy encantado de poder verte —Maldijo en su mente, otra vez habló demás

—¿En serio? —Una sonrisa se dibujó en sus labios

—Sí… Bueno, tanto tiempo sin saber de ti. Me alegra que estés bien

—Creí que no volvería a verte, pero vaya manera en la que nos encontramos de nuevo —Estacionó el automóvil frente a las oficinas que anteriormente Jackson le había indicado

—Las vueltas que da la vida…

—¿Tienes algo que hacer esta tarde?

—¿Ah? —La pregunta lo tomó por sorpresa—. Bueno, yo… tengo que preparar la comida y alzar un poco la casa

—Hm, ¿qué te parece si te invito a comer? Claro, con Shu Yang

—Oh, no quiero ser una molestia, suficiente tengo con que gastes gasolina para traerme al trabajo

—Pero no eres una molestia —Abultó ligeramente sus labios en un gesto demasiado tierno para el hongkonés—. De verdad quiero invitarte, como cuando estábamos en la secundaria

¿Qué podía hacer el suave corazón de Jackson ante aquello? Le parecía muy descortés y hasta cruel continuar negándose a la amigable invitación del coreano. Además, sólo era una salida inocente para comer, ¿no? Eso no podría acarrear más cosas de las que pudiera arrepentirse… ¿cierto?

—Está bien, pero recuerda que no me caen los mariscos

—¡Claro! —Sonrió ampliamente—. ¿A qué hora sales del trabajo?

Babysitter for TWO [Jaeson/Jackbeom] (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora