Un disfraz puede causar estragos entre la gente a la hora de elegir lo que verdaderamente desean ponerse en un día tan señalado con lo es la fecha del 31 de octubre, noche en la que se pasa literalmente al mes continuo, Noviembre. La gente acostumbra a hacer lo de siempre, de lo como todos los años, se preparan y arreglan todo para celebrar el día de los muertos. En fin comencemos por el principio...
Esa mañana estábamos todos muy entusiasmados habíamos recibido la invitación a un baile de mascaras por así decirlo en el castillo de las afueras de la ciudad. Solo unos pocos habían sido elegidos al azar y es que Los ángeles es demasiado grande como para que pudiésemos estar todos presentes en la fiesta, si, ya lo sé, un castillo es grande, pero no lo suficiente para albergar en su interior a un centenar de millones de personas, exactamente fueron invitadas unas 300 personas entre las cuales nos hayamos nosotros: Baris tenía el nº 150, Seckin era el nº 84, Furkan el nº 274, Ali el nº 239 y yo que por poco no me quedo fuera, tenía un numero sumamente alto el 300, ya os lo he dicho por poco y me quedo fuera.
Llame a los chicos tan pronto tuve mi invitación a la fiesta en el castillo, recuerdo que estaba trabajando cuando recibí la invitación, pero lo que no me explico es como pudo haber tanta coincidencia en que todos y cada uno de nosotros recibiese una ese mismo día. Quede con los chicos en vernos en la fiesta justo antes de entrar y así fue, allí mismo me los encontré.
Espere en un jardín curiosamente adornado con calabazas, luces y varios objetos que no eran nada familiares ya que correspondían a una época bastante antigua, juraría que era de la época medieval en la que se acostumbrara a luchar con dragones, una manera muy peculiar de obtener la mano de la princesa en matrimonio fuese cual fuese tu patrimonio por aquella época, así fuese un pobre herrero podrías optar a la mano de dicha dama de sangre azul.
Camine varios metros hasta sentarme en uno de los bancos de cemento, quería recrearme la vista mirando tan bello paisaje justo cuando el sol se estaba poniendo, anochecía lentamente, tenía la mirada fija en el horizonte cuando alguien paso corriendo entre los setos, era una mujer, iba riéndose, pero justo detrás de ella pasaron varias muchachas más, cuando fui al lugar donde supuestamente estaban todas, al mirar, allí no había nadie, estaba desierto, ni un alma, pero en cambio se oían risas de una manera insistente.
Estaba solo, solo el silencio de la noche, aquello parecía estar desierto, como si en aquel lugar no hubiese estado nadie desde hacia millones de años, así que seguí caminando y buscando a la misteriosa mujer y a las demás chicas que la seguían al parecer muy de cerca.
Después de varios minutos me la encontré de frente, tenía una mirada oscura como esa misma noche, el cabello más negro que habían visto mis ojos y totalmente lleno de tirabuzones, parecía estar sacada de un cuento, así que decidí presentarme...
- Hola, me llamo Can.
- Usted no debería estar aquí, debería estar dentro con los demás, el baile comenzara de un momento a otro.
- No quise ser imprudente, pero estoy esperando a mis amigos.
Basto solo con un solo parpadeo de mis ojos para que la chica desapareciera misteriosamente, en ese mismo instante alguien me toco el hombro.
- AAAHHH –grito despavorido.
- ¿Se puede saber por qué gritas? –le pregunto Furkan.
Junto a Furkan se encontraban el resto de los chicos que no podían contener la risa al ver la cara de susto que tenia Can.
- ¿La habéis visto? –pregunto.
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El difraz (COMPLETA)
AcakLa noche del día 31 de octubre da paso a la de Halloween, todos o casi todos suelen celebrar de manera muy peculiar ese día tan señalado. Un grupo de personas elegidas al azar, unos disfraces elegidos por el anfitrión de la fiesta, un grupo de chica...