Único capítulo

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-Regulus- la sorpresa estaba impregnada en cada letra de la palabra. El desasociego que cubria sus ojos, fue suficiente para aquel hombre asintiera con la cabeza para dar paso a un inesperado abrazo por parte del único pelinegro Prince.

-Vámonos Severus, tu no tienes nada más que hacer aquí- susurro en su oido, con la voz más dulce que jamás habia podido pronunciar para otra personas, solo para una, para su única persona amba, solo para la persona que tenia entre sus brazos. Su único y verdadero amor.

-¡¡¡ SEVERUS !!!- se escucho el grito desgarrador viniendo desde los más profundo de uno de los pasillos que daban hacia las masmorras. - Severus!!!- se volvio a escuchar pero esta vez en una menor cocnotación, debido a que ambos hombres habian empezado a caminar hacia los límites del gran colegio de Hogwarts. 

Con paso lento y sin prisa alguna, ambos compartian una atmósfera, inesperadamente cálida, como si el pasar de los años nunca hubiese existido. Como si Severus jamás se hubiera casado con el hijo de su enemigo, como si el menor de los Black, jamás hubiese fingido su muerte para poder asi, evitar el hecho de seguir siendo el próximo heredero de los Black con sus montones de responsabilidades que consumia ser parte de la honorable familia Black.

Como si ambas guerras nunca hubiesen existido.

Como si ahora se remontaran nuevamente a los años en los cuáles Severus seria un chiquillo de quince años y él de catorce.

Como si nada hubiese pasado.
Todo seguia ahí.
Tanto su amor y devoción por el posionista, y el amor incondicional y correspondido del pelinegro hacia su persona.

Todo seguía igual.
Nada habia cambiado en sus corazones.

Solo el hecho de que ahora si podian llegar a ser felices.

-Severus porfavor, podemos llegar a un acuerdo, pero por favor, te ruego que no me dejes- decia aquel hombre de ojos verdes y cabello revuelto mientras jadeaba intentando recuperar el aire perdido por la carrera que habia tenido momentos atrás en busca de su posiblemente ahora, ex-esposo.

-No- pronuncio con voz profunda y dura el menor de los hermanos Black - Tú y el maldito imbécil de mi hermano tuvieron su oportunidad de ser felices con Severus, pero ninguno tomo la oportunidad, haciendo todo lo contrario. Quitandole el lugar que merecia.

-TU MALDITO MENTIROSO, NO TIENES DERECHO A METERTE ENTRE MI ESPOSO Y YO- gritó encolerizado el joven Potter, desatando inconsientemente su mágia - TÚ QUE HUISTES COMO UN COBARDE Y ABANDONASTES TODO, EMPEZANDO CON SIRIUS Y TERMINANDO CON SNAPE
AHORA VIENES Y ME ARREBATAS A MI OMEGA- su tono de voz subia constantemente, hasta que su rostro quedo coloreado por un carmesí casi fosforecente, y los ojos verdes chispeante de ira.

-El no es tuyo y jamás os pertenecio a ninguno de ustedes- por instinto cubrio a Snape con su cuerpo, al ponerlo tras de si, sacando lentamente su varita sin poner en alerta al otro alfa. - Lo que hize, no les da derecho de hacer infeliz a Severus-

Sería un completo idiota, si no admitiera que de cierta manera el también tuvo la culpa, después de todo, aún sabiendo que eran parejas destinadas, lo dejo en libertad porque en aquellos tiempos, auque sabia que Severus lo queria, Regulus sabia que su corazón, en esod momentos, le pertenecia a su hermano mayor. Sirius.

Y él por amor hacia el posionista, le dejo ir, pero eso no significaria que dejaria de velar por su felicidad, por eso, cuando supo lo que estaba tramanado el Señor Oscuro, ideo un plan par robar aquel horrocrux y al mismo tiempo fingir su muerte, pero sin decirle nada a Severua, puesto que en esos instante el pelinegro estaba siendo cegado por el poder que profesaba Tom Riddle que obtendrian al conquistar y reformar las leyes.

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