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Todo el mundo quiere ser un príncipe.
Todos menos Jake Gyllenhaal.

Ellos quieren caballos con nombres fantásticos, ellos quieren castillos enormes casi para ser llamados rascacielos, quieren la espada del rey Arturo y una corona más brillante que la de Jesucristo. Todos quieren eso menos el.

Jake solo puede desear dos cosas en este mundo, lograr abrirse paso en el mundo de la actuación y que su madre deje de llamarlo: Mi Rey.

Porque Jake podría ser todo lo que su madre quisiera, un superheroe, un villano, un bello príncipe no tan sabio como el principito pero alguien de la realeza al fin y al cabo, podría ser todo pero jamás podría llegar a ser un rey.

¿Porque?

Porque los reyes necesitan ser educados mucho tiempo atrás, porque el no quiere ser un rey y no se siente a la altura de uno.

Maggie su hermana mayor dice que mamá solo se caso al principio con su padre porque ella sabía que tenía descendencia real y que tal vez con él tiempo comenzó a nacer un amor hacia el más fuerte que nada. Pero aunque es amor no fue amor a primera vista.

Jake no quería creerle pero con forme pasaron los años y su madre mostraba más signos de que pertenecer a la realeza era su vida en vez de que fuera su marido, comenzó a dar un espacio a esa idea en su cabeza que su madre tenía.
Desde que el llegó al mundo su madre antes de darle un nombre lo llamado mi príncipe. Así de obsesionada estaba con el tema y nadie le decía nada, ni siquiera su padre que ya estaba enterado de las locas ideas en la cabeza de su amada.

Cuando escogieron su nombre, su madre le prohibió extrictamente a su padre un nombre muy americano dijo: "Va a ser un Príncipe, un futuro rey. Stephen no puedes llamarlo simplemente Zac o cualquier otro nombre americano común como Billy, ¡Por dios, no!"

Entonces al quedarse sin ideas y agotado con todo eso su padre dejó de insistirle tanto de que simplemente eran parientes lejanos de la realeza sueca y nada más. Como un niño pequeño quien se cansa de la misma canción todos los días, su padre dejó que Naomi tuviera todo el control y así el poder escribir más guiones que les darían de comer a toda su familia.

Es así como después de una ardua investigación sobre los nombres más comunes de la realeza Naomi llegó a la conclusión de que su pequeño retoño debía de llamarse: Jacob Benjamín Gyllenhaal.

Quién vaya la ironía terminarían llamando de una manera bastante americana. <Jake>

Durante su infancia Jake tuvo que soportan tantas cosas que muchas veces lo ponían en el foco de las lentes humanas llamadas ojos, pues su madre parecía que no se le escapaba ningún posibilidad de recalcar a todos que su hijo iba a llegar a ser un rey algún día (Aunque las probabilidades decían que era muy poco probable) Tanto era su deseo de que así fuera que comenzó a tener sueños recurrentes que con su locura comenzó a llamar: Premoniciones.

Era obvio que nadie le creía pero aún así actuaban como si lo hicieran.

Si los niños del jardín de niños tocaban o empujaban a Jake su madre iba a gritarles a la directora que no debían de hacerle eso a un príncipe, que mejor lo apartará de todos los demás, fue así como Jake comenzó a sentirse solo y excluido y su única amiga de verdad era su hermana, quien le consolaba diciendo que papá luego arreglaría eso.

Papá trató de arreglarlo y aunque las cosas se calmaba por algunos días, siempre volvían.

De niño le sufrió un poco pero después comenzó a darle menos importancia al asunto y comenzó a ver el lado bueno. Si su madre le decía a todo el mundo que su hijo era un futuro rey eso atraía a más chicas lindas hacia el, así fue como vivió sus años de preparatoria, saliendo con chicas y de vez en cuando uno que otro acostón.

A SWEDISH PRINCE . [Gyllenholland] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora