El imaginar hace daño

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El imaginar hace daño

Más que una afirmación es una contradicción.

Ayer mientras disfrutaba de uno de los paisajes más lindos que haya visto en mi vida, imagine en un solo instante lo fácil y lo difícil que la vida puede parecer. Y luego recordé lo que hacia 15 minutos, aproximadamente, había dicho: "imaginar es una gran tentación". Sea buena o mala, lo es, es una tentación.

Se me hace casi imposible pensar que no puedo imaginar o que me prohibo a mi misma imaginar. Es como una clase de pequeña esperanza en mi, el imaginar.

Estaba en un punto medio, es decir que el lugar en el que estaba no era ni muy alto ni muy bajo, simplemente medio. Estaba esperando dentro del carro mientras mi tía le ponía gasolina a éste. Platicaba con mi tío sobre el día siguiente y lo que haríamos. Cuando de pronto, veo que había un poco de neblina proveniente del este, y se empezaba a disparcir por toda la calla y la gasolinera. Entonces pensé << que hermoso>> baje del carro para disfrutar del paisaje, el olor a gasolina que tanto me gusta, de estar con personas importantes en ese momento, de sentirme libre por que hacia debía de ser.

Pronto escuche la voz de mi madre decir: "y ahí esta mi hija, disfrutando, siendo feliz, lo que más le encana". Y luego pensé en toda esta semana, en mi futuro, en cuanto me limito a no pensar en el, o más bien, me limito a imaginarme cosa que en el futuro jamás pasen.

Pronto me tuve que subir al carro y dirigirnos hacia la casa. Pero para ir hacia mi casa necesitamos subir una pequeña colina y disfrutar de la altura un poco. Sin embargo no me esperaba que la neblina nos estuviera siguiendo y de pronto nos encontramos en un espacio y tiempo en el cual todo se veía borroso, hacia un frío increíble. Y eso me gusta.

Baje la ventana por completo, y posicioné mi cabeza fuera de la ventana de manera que todo el viento y la neblina daba en mi cara, esperando que en algún momento de el trayecto, fuera mi se desapareciendo. Pero en vez de que ocurriera aquello lo único que pasó fue que mi mente empezó a maquinar, y de esa manera el imaginar era algo imposible de no hacer.

Fue entonces cuando me di cuenta de que la vida es así. Mientras estas esperando en algún lado de la tierra o de la vía láctea te sorprende Dios con lo mejor que podrías desear, deseoso Él de que te encante aquello que puedes apreciar pero que al mismo tiempo te deleites y agradezcas desde lo más profundo de tu ser. Después tomas tus cosas y empresas tu camino siendo feliz, esperando que aquello nunca acabe, y cuando llegas a lo más alto de la colina de tu vida, disfrutas de aquel paisaje esperando desaparecer en él, para así permanecer en él siempre. Sigues admirando hasta que te das cuenta de que pronto te encuentras bajando, toda aquella nube en la que permaneciste por 10 minutos en tu imaginación de va disipando y de esta manera olvidando. Así es como te das cuenta que no tienes otra opción más que volver a la realidad. Que sí de verdad quisieras estar ahí, dicen: es por que realmente no aprecias todo lo que Dios te da. Si bien yo digo:

Todo lo que Dios me da lo amo, tal vez no todo lo amo con mi cuerpo y alma, sin embargo lo amo. La imaginación es una de las cosas que más amo, me deleito en ella, me imagino cosas inimaginables.

Bien. Suena un trueno, no logró ver el relámpago. Espero que la lluvia llegue pronto. Me siento acogedora en mi cuarto, esperando llenar todos los espacios vacíos que en él están con ropa o papeles, de esta manera nunca me sentiré sola. Sin embargo me he equivocado. Me encuentro en la sala, donde puedo escuchar el cantar de los pájaros padres para con sus hijos pidiéndoles que se acerquen a su nido pues la tormenta esta próxima y se tienen que protege. Escucho el revolotear de los árboles anunciando con un gran baile que las gotas de agua están por venir. Vuelo escuchando a los truenos y viendo de reojo a los relámpagos, anunciando que yo he de ser feliz. Escucho a todo mundo quejarse, me escucho a mi desesperada y sin sentido, diciéndome a mi misma que algún día todo estará bien, que no he de temer nada por que es Él. Esperando estoy, que algún día todo acabé.

Mi imaginación vuela una vez más, y vuela no en mi mente, sino más bien, vuela en mi realidad.

La realidad, que triste realidad, no nos damos cuenta que es Él quien realmente nos da todo para ser en la vida alguna vez, solamente una vez feliz.

Ahora escucho solo truenos y mi voz hablando dentro de mi interior, si bien ahora salgo y corro pues la ropa esta afuera y de va a mojar, gotas de lluvia han empezado a caer.

Mama dice: "que paradójico, digo que no hay agua y que no me puedo bañar, sin embargo esta lloviendo y si hay agua entonces me puedo bañar" ambas reímos, y pronto la lluvia empieza a caer más fuerte entonces cuando todos lo problemas parecen haber desaparecido en mi mente, es entonces cuando más arrecian.

Para las cerraduras hay llaves con que abrirlas, dice una frase que tengo en mi cuarto: " del mismo modo, Dios no da problemas sin soluciones"

Toda mi vida está para el, sin embargo, Él me deja que yo sea libre en sus manos, puesto que no deja que me salga del verdadero camino y espera a que yo no salga de el. Por eso, sé que Él nunca me dejara y que en definitiva cuando más triste esté más razones me dará para no estarlo.

"Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas"

Atte.

Una imaginadora.

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