Konosuba: ¡Haciendo lo imposible de salir de esta abominable pesadilla!

¡La horrible forma de conocer a tus demonios!

En estos momentos, me encuentro en camino hacia la tienda de Wiz y de Vanir con la intención de comprar utensilios que me son indispensables para hacer una misión. Sólo hay un propósito, y esa es la de subyugar a un grupo de malhechores que tenían ciertos indicios de pertenecer a una secta desconocida, ubicados en los bosques de las afueras de Axel. Eran los detalles que nos impuso el personal del gremio de aventureros a cumplir por cualquier costo. Sin embargo, en algunas especificaciones que decía en la lista para realizar esta misión, no se sabe realmente qué tipo de banda sea ésa ya mencionada debido a la carencia de medios, aunque también corre el rumor de que se teme que esa supuesta asociación se expanda por todo Axel. También recordé que practican hechicería mental... O algo así.

Lo que no entiendo es... ¿por qué nos seleccionaron a nosotros exclusivamente, para terminar esta encomienda?

Considerando bien las experiencias que hemos atravesado mi equipo y yo, aparentamos no estar tan a la ligera a lo realismo que son los fortificados aventureros cuando se empeñan en cumplir una determinada misión con mucho virtuosismo, como aquellos que disponen de muchas cosas esenciales. Si nos aferramos al estilo que hacen los héroes, como sus armaduras divinas, espadas mágicas, caballos espléndidos, y cosas así, podríamos dejar la ridiculez a un lado y demostrar destrezas que nos lleguen a respetar y a considerar como el grupo más fuertes en todo el país de Belzerg. Sí, ¡eso es! Derrotar finalmente al rey demonio y a sus fervientes para entrar automáticamente a tiempos felices en donde nosotros somos los triunfadores del mundo.

—Kazuma, ya sé que tienes pensado en hacer algo para facilitar el proceso de la misión, pero ¿por qué tenemos que ir a la tienda de Wiz para disponer de tantas cosas, si lo que nos hace falta es la determinación que el equipo necesita requerir?

—Concuerdo con lo que dice Darkness. Kazuma recientemente necesita disponer de muchos equipos esenciales porque la naturaleza en las batallas le obsequia una absurda muerte instantáneamente asegurada. Eso deberías creerlo.

—Es cierto. De por sí solo, Kazuma es el tipo de persona que resulta indispensable en el último momento. Pero, al fin de cuentas, no pretende encontrar incentivos que lo incitan a desempeñar unas habilidades admirables. Simplemente, al final, ¡soy yo, la única que lo saca de cualquier sentencia de muerte con mi extraordinaria magia explosiva!

Mientras estaba en la fantástica aceleración de progresar como aventurero novato, Darkness, Aqua y Megumin, mis compañeras de equipo, siempre en donde no se les llamen tocan fondo a lo poco refinado, llevando a las situaciones consistentemente serias a un disgusto de ambiente en el mal sentido del carácter.

—Oigan, por lo visto, resulta ser de poca educación al dejar que ustedes, tríos de sinvergüenzas con escasa capacidad de orientarse al sentido común, estén en mi zona de confort, porque, si me basara en todo el trayecto del viaje que hemos experimentado a lo largo del tiempo habitual, entonces me temo a decir que nos hace falta un pequeño plazo de momento que nos marque, ya sea un feo recuerdo, el cual sea imposible de quitar. Sólo espero que esta misión nos sirva de un ejemplo irreemplazable que nos muestre de lo que este alocado mundo nos pueda mostrar, y de las posibilidades de irnos a dimensiones infernales hasta tal punto de volvernos locos de por vida. ¡Imagínense cómo sería eso!

Cuando les expresé mis quejas en lo más profundo sentido de la coherencia sobre las posibles líneas temporales que pudieran habernos hecho madurar como personas decentes, ellas se quedaron calladas con mi seriedad; sus miradas me muestran que dudaron de sí mismas con sus palabras. Creo que con esto da a entender que todavía hay muchas cosas que este mundo oculta.

No es que mi argumento se postule a un modo que esta historia, en la que estamos dentro, sea una simple comedia barata donde no abundan temas más serios como dramatismo extremo, romántico, o incluso... terror.