Entre el Cielo y el Infierno

CAP.26

POV.Magnus

-Imasu...

-Hola bebé, ... Raphael , me enteré, ¿se encuentra bien?-me dijo bebé, no tenía ganas de pelear, así que decidí responderle no muy animado.

-Salió de peligro, eso creo, pero no nos dijeron nada más.-le dije mirando al suelo.

-Comprendo.

No le respondí nada más, simplemente no quería verlo, menos hablar con él, pero no tenía fuerza para gritarle que se fuera, simplemente quería deprimirme en silencio, estuvimos sin hablar un buen rato, yo quería que se aburriera y se fuera, pero seguía ahí a mi lado, era tan incómodo, pero como decía no tenía ganas de echarle no tenía ganas de nada, seguimos en silencio hasta que de un momento a otro me abrazó, yo me sorprendí, no quería que me toque, pero no tenía ganas de pelear, ni fuerzas para apartarlo, simplemente me quede estático sin devolver el abrazo, sentía que alguien nos observaba desde lejos, volteaba pero no veía a nadie, estuve un rato con Imasu abrazándome, hasta que sentí que dio la vuelta pero rápidamente la regreso a mí, no entendí nada, solo aparté su brazo, quiso volver a abrazarme pero se ganó una mala mirada de mi parte y se quedó quieto.

Estuve unos cuantos minutos más junto a Imasu pero decidí volver con Ragnork, así que me dirigía a la entrada pero una mano me detuvo.

-¿A dónde vas?- me dijo con su arrogante voz.

-Que no es obvio- le respondí con desprecio, me deshice de su agarre y camine en dirección a dónde estaban los demás.

POV.Alec

Llegué junto a Jace y me senté a su lado, no esperaba que me hablara, sabía que no estaba molesto conmigo pero le dolía igual que a mí, pero tampoco me iría, tenía que esperar a que mi hermana saliera conmigo de ahí, estuvimos un rato en silencio hasta que habló.

-Al...Alec.-dijo en un susurro.

-Dime.

-¿Estamos bien verdad?

-Eso creo.

Solo nos miramos un rato no sabiendo que decir hasta que escuchamos unos pasos acercarse y quitamos la mirada al mismo tiempo para ver de quién eran esos pasos y nos encontramos con  Magnus, se sentó a un lado de Ragnork, nos miró por unos instantes y luego regresó a ver a su amigo y luego a su celular removiéndose en su asiento un poco incómodo. Con Jace nos miramos instintivamente entendiendo lo que pasó y sacamos una pequeña sonrisa. Después de estar una larga hora sin saber nada una enfermera se acerco a nosotros y nos dijo:

-Familiares de Isabel Lightwood y Raphael Santiago.-todos nos acercamos y ella nos guío a una pequeña sala donde nos dijo que esperemos un rato y en breve nos traerían noticias. Era una habitación un poco pequeña con tres sillones y una mesa, dos pequeños para una persona y uno grande para más, en el instante que la enfermera se fue yo corrí hacia uno de los sillones personales y Magnus hacia el otro, y Jace y Ragnork se sentaron juntos mirándose mal, estábamos ya tiempo pero nadie venía a vernos o avisarnos nada y yo quería ir al baño así que para que no me quitaran mi asiento tuve que verificar que todos estuvieron dormidos, así que me levante y me fui y cuándo regresé, Jace ya estaba en mi asiento lo fulminé con la mirada pero seguí hacia el sillón junto al amigo de Magnus, después de un rato me dormí al no saber noticias de Izzy.

Sentí que alguien movía mi brazo, y poco a poco me fui despertando, note que estaba sobre algo duro que subía y bajaba, oh estaba sobre alguien, miré hacia arriba para ver quien me estaba despertando y era una enfermera, luego volví a girar mi cabeza para ver sobre quien estaba y era... Oh no puede ser, tardé un rato en reaccionar hasta que dije:

-¡Magnus!- grité y el se despertó de golpe haciéndome caer, todos en ese momento se despertaron viéndome tirado en el suelo. 

-¿Joven esta bien?- me preguntó la enfermera, yo asentí, y Magnus me extendió su mano para poder ponerme de pie, lo miré estaba por coger su mano pero...

-Alec, ¿que te pasó?- vino a mi lado Jace y me ayudo a levantarme.

La enfermera que nos miraba divertida se aclaró la garganta y nos dijo que ya podíamos pasar a verlos, pero que tendrían que estar internados una semana, y que solo uno podía quedarse a cuidarlo por horarios, por persona es decir dos, todos asentimos, y nos dirigimos a la habitación dónde estaban Izzy y Raphael, extrañamente les habían puesto juntos.