Solo es otra misión, una más, sirve a tu país, como siempre lo has hecho. La guerra no se gana con sentimientos, se gana con Soldados.
Eran las únicas palabras que rondaban su mente.
Un Steve Rogers cansado, cansado de ser quien era, de ese enorme...
Era temprano en la mañana, 6 am para ser exacto. No podía dormir mas, supongo que las viejas costumbres no se pierden. Me di una ducha rápido y me quede solo con mis pantalones preparándome el desayuno mientras escuchaba un poco de música, It's Been A Long, Long Time de Harry James y Helen Forrest era un clásico, me recordaba a Peggy, a mis tiempos de juventud, a mi época. Por raro que parezca, la música actual no me terminaba de agradar, mucha de ella solo hablaba del trasero de las mujeres, alcohol y sexo, era... extraño.
Era una preciosa mañana, mi celular aún no sonaba, así que supuse que seria un día tranquilo. Preparaba la mesa cuando escuche la puerta detrás de mi abrirse, todos mis sentidos se pusieron en alerta. Rápidamente mire hacia mi escudo, no sabría si lo tomaría a tiempo para el contraataque de lo que venia pero debía intentarlo. Di un brinco rápido, al abrirse la puerta por completo estaba listo, me puse en posición defensiva para recibir el ataque, pero lo que escuche fue la voz de la chica.
-hay por Dios!- grito al verme semi desnudo cubriéndome con mi escudo, volteándose de prisa -lo siento, no sabia que estabas aquí- se excusó mientras rápidamente yo tomaba y me ponía una camiseta para no incomodarla, esperando que no notara lo paranoico que soy, dejando el escudo a un lado.
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-ya puedes voltear- le dije deprisa, ella giró y no pude evitar sonreír al verla y a sus mejillas rojas por el momento ocurrido.
-disculpa, venía a hacer un poco de limpieza, no sabía que tu...-
-descuida- interrumpí rápido, no me molestaba en lo absoluto -llegue muy tarde anoche- explique, no podía avisarle a esa hora, seguramente estaba durmiendo y yo no había llegado con el mejor humor.
-bien.. Bueno.. Entonces mejor te dejo solo..- dijo despacio dirigiéndose a la puerta como si aún estuviera avergonzada. Pero, yo no quería que se fuera.
-espera- la detuve rápido -hay suficiente para ambos- dije enseñándole el intento de waffles que había hecho. Ella sonrió ante la invitación y rápidamente la invite a sentarse corriendo la silla para ella.
Desayunamos en silencio varios minutos, la culpa me invadía al verla intentado masticar el horrible desayuno que prepare, sin decir una palabra y sonriéndome cada vez que la veía como si estuviera delicioso.
-Lu, no tienes que...- intente decirle que no lo comiera, pero ella me interrumpió.
-esta muy rico- contestó intentando convencerse a si misma pero sus ojos, su labios, todo su rostro la delataban.
-se que No- comenté sin dejar de verla, entonces ella aparto el plato y suspiró aliviada.
-lo siento- se disculpó mientras limpiaba sus labios con una servilleta -la verdad es que esta horrible- agregó viendo al plato. Auch! eso dolió, Tan feo cocinaba?
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