"Me gustaría que fuera mentira."

Un lugar solo para nosotros dos.

Ningún arrepentimiento vino a mi, me encontraba en paz. Te ayude a salir. Cerré mis ojos mientras que seguía lagrimeando. No habia espacio para mi en su vida. Una persona como yo jamás sería capaz de amarte como se debe, solo te lastimaria.

Faltaba poco para irme. Aún que, me hubiera gustado decirte lo mucho que me hiciste feliz.

Se supone que en momentos así pienses en todo lo que hiciste en esta vida, una película en resumidas cuentas. Lo cual era verdad pero el gris fue invadido por muchos colores. Si, desde que lo vi, supe que mi universo no volvería a ser el mismo.

...

- ¡Aesop! Salgamos de aquí, rápido. - ¿Acaso era la voz de un angel? Mis muñecas se sintieron más ligeras, ya no estaba en el asiento. El me sostenía de la mano mientras corríamos hacia la puerta.

¿Regreso por mi?

El cazador pronto nos detuvo, golpeandome primero a mi y luego a Eli. Estábamos en suelo, sangrando demasiado.

- ¿Por qué regresaste? ¡Tuviste la oportunidad de irte!

- No podia...

- Si podías, tenias que dejarme atrás, tu tienes a alguien esperándote afuera, una dulce novia que te espera con los brazos abiertos. - Las lagrimas regresaban a mi. - Yo no tengo a nadie, nadie llorara por mi, eso lo tengo muy claro pero tu...¿por qué?...

- Aesop... - Mencionó nervioso, no podía huir esta vez de la verdad. - ¡Yo te extrañaría! Deja de decir todo eso, regrese por ti porque me ayudaste, me salvaste.

Para mi no eran razones para volver, me parecían excusas.

- Por favor, basta... te necesito vivo. Yo lo hice porque te amo ¿y tu? ¿Acaso no piensas en tu novia? ¿En tu animal? ¡¿No se supone que te ibas a cas---

- ¡Yo también te amo!

Aquella simple palabra me dejó en blanco, no era capaz de asimilar ello.
Apreté su mano, quería que fuera verdad lo que me decía pero no, el amaba a alguien más. Se arrastró hacia a mi, ahora la distancia había desaparecido.

- Créeme, nunca podría mentirte. -

Pará por favor.

- Quería saber más de ti, me interesaba tu pasado, tus pasatiempos. Y cuando finalmente me di cuenta, el deseo de regresar a casa ya no estaba, solo quería estar a tu lado.

El dio una sonrisa, se notaba lo que le dolía admitirlo. Dejaba atrás una vida llena de estabilidad solo por mi.

- Lo único que te pido es que permanezcas a mi lado, solo necesito eso.

Obedeci ante sus palabras, por más que todo resultara como en un sueño, fuera mentira o no, me hacia sentir amado. Fui acurrucandome entre sus brazos, cada vez me sentía más débil. El era tan cálido, al menos, podría pasar mis últimos momentos a su lado.

¿Esto era lo que en verdad queria?
¿Podría haber cambio algo?

Si existía un destino, me gustaría poder decirle mis dudas.

Volvi a cerrar mis ojos, pronto ya no habría más dolor, ningún pensamiento egoísta. Ya no volvería a estar solo.

- Abrázame fuerte... ya no quiero sentirme así. - Mi vista se nublaba, por lo poco que podía ver, Eli empezó a llorar.

- Jamás permitiré que vuelvas a sentirte de esa forma. - Su hermosa voz se encontraba en sollozos. Parecía un niño en esa situación. Aún así retiro mi cubrebocas, dejando expuesta mi sonrisa.

- Muchas gracias por todo.
Tomando mis últimas fuerzas acaricie su rostro. El se aferraba a mi.

— Gracias por hacer que mi vida tomara color...

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Cargo el cuerpo en su espalda hasta la salida, lo charcos de sangre eran dejados atras. El cazador se hizo de la vista gorda, parecía no importarle que el vidente se fuera.

- Lo hicimos, Aesop. Tal como dijiste, ambos pudimos salir. — A la par que decía eso, cayó al suelo. Tampoco aguantaría mucho. Los sollozos regresaban.

— Esta bien, hay un lugar esperándonos, un lugar donde ambos podremos ser felices, solo para nosotros dos...

Y el silencio consumió la escena, deteniendo cualquier movimiento. El fiel compañero de Eli se acurruco en su pecho, esperando a que en cualquier momento despertara.

...

Una relación que desde el principio estuvo sellada por un destino cruel ¿podría ser que en otra vida puedan ser felices?