➢ 3. Cafés y brillosos

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Recuerdo cuando Lorena solo quería jugar a las princesas pero tú simplemente las dibujabas, cuando a ti no te importaba el agua salada de la playa y te adentrabas en el mar pero Lorena era muy juiciosa a la hora de nadar y no le gustaba para nada, Lorena combinaba su ropa pero tú lo hacías con los colores y pinturas, cuando utilizabas pinceles y Lorena brochas para maquillaje, cuando ella era más demostrativa al dar cariño pero tú lo demostrabas con tus dibujos dedicados y pinturas. Las dos tan distintas pero igual se complementaban, las dos siendo mis niñas mostrándome sus mundos y yo maravillada pero, ahora falta la otra mitad de mi mundo y a tu hermana también. Vuelve...

Desperté un poco sobresaltada y con mi ceño fruncido, por la luz que se filtraba a mi habitación se notaba que ya era de día, frote mis ojos para luego estirarme y quitarme un poco la flojera que tenía, a pesar de estar despierta igual andaba somnolienta así que camine lentamente hasta mi escritorio donde estaba mi teléfono, revise la hora y era exactamente las nueve de la mañana; me coloque mis pantuflas para ir a asearme y arreglarme estas fachas de ogro recién levantado. Saliendo del baño, con mis dientes limpios y mi cabello peinado, fui a mi closet para ver que ropa me pondría de una vez para la salida que tendría con Valerie y Axel, opte por una camisa rosada que tenía a su lado izquierdo un pequeño bolsillo, un pantalón negro alto, metí la camisa por dentro pero dejándola un poco holgada, mis vans negros y por ultimo mi chaqueta de mezclilla favorita, tomé mi mochila y el teléfono para salir de una vez de la habitación.

Ya en la cocina encontré a mi madre haciendo el desayuno, me acerque a ella y la abrace por detrás dándole un beso sonoro en su mejilla.

- Buenos días, hija – me dice riendo sin dejar de hacer la comida.

- Huele delicioso – y mentira no era, madre siempre realiza las mejores comidas del mundo.

- Lo sé – afirma – Siéntate, ya tu padre y la abuela vendrán a comer también.

Fui directamente a sentarme, en la mesa ya estaba una jarra con jugo de naranja así que la tomé y me serví en un vaso para ir tomando mientras esperaba el desayuno. Al momento llego padre junto a la abuela tomando su mano, mi abuela no se mostraba muy feliz que él era quien la llevaría hoy hasta la mesa. Ya una vez todos sentados y el desayuno servido, mi abuela resopló y miró de reojo a padre pero siguió desayunando, padre solo negó con la cabeza y mamá rió disimuladamente. Esto es nuestro desayuno matutino.

Luego de terminar el desayuno ayude a mamá arreglando la mesa y lavando los platos sucios para después guardarlos en su lugar respectivo. Al terminar me fui a mi "Santuario" para ver si el bloqueo del pintor se había ido antes de salir con mis amigos, así que entré y lo primero que vi fueron las pinturas todas regadas que dejé la anterior noche, tomo cada una para guardarlas en el cofre donde están las demás; voy hasta la mini cama que tengo y me acuesto haciendo que mi vista dé al techo justo en la ventana.

El cielo estaba completamente azul, me animé a levantarme para buscar la mini escalera movible, colocarla justo en la ventana para subir y abrirla, ya una vez la ventana abierta me impulse con mis brazos en los marcos para subir por completo y estar en el techo de la casa. El viento estaba un poco fuerte, mi cabello se iba de un lado a otro, con mi mano coloque de ambos lados el cabello detrás de mis orejas y caminé hasta la silla para sentarme.

El techo de la casa también estaba arreglado, lo decore yo misma con algunas sillas y porta vasos, también arme una mini carpa para que Loren y yo viéramos las estrellas y durmiéramos juntas, en las esquinas del techo habían dos lámparas y alrededor de la carpa coloque luces de navidad para ambientar, madre ya no utilizaría esas así que las tome por buena causa.

Mikrokosmos (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora