Despertar de un profundo sueño, vivir, conocer, arriesgarlo todo, sentir el amor y la alegría, tristeza y problemas...
❝ Me diste la galaxia entera cuando solo necesitaba una estrella❞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me encuentro admirando la tarde desde la alcoba de mi casa, el cielo tiene esos colores entre rojo y anaranjado con otros toques amarillos por el sol que aún no se ha ido, el viento que hoy se encuentra tranquilo me da en la cara y suspiro por este momento que estoy teniendo. Fui al médico en la mañana, le dije a mi madre a donde iría y se preocupo pero simplemente le hablé que era para un chequeo físico que quería hacerme desde un buen tiempo a lo que ella se relajo y dejó que fuera.
Lo que me carcome en mi cabeza es que el doctor después del chequeo dijo que estaba todo normal, le explique lo que sucedía en mí y los dolores, él extrañado solo dijo que faltarían los resultados de exámenes que me había realizado a lo que yo asentí y me quedé tranquila.
Pero mentiría si dijera que en sí estaba normal porque no era así, después de salir y llegar a mi casa no estaba tranquila. Estando en la alcoba me puse a pensar y de verdad que la mente te destruye, cierro mis ojos con fuerza y coloco ambas manos en mi cara, suspiro otra vez y decido levantarme para dirigirme a mi santuario. Bajo por las escaleras para que mi vista dé primero en el mural que está sin terminar desde hace un buen tiempo, coloco mis dos manos en la cintura y me lo quedo observando.
Hasta que siento como una bombilla se enciende en mi mente y agrando mis ojos, siento adrenalina que embarga desde mi mente y viaja hasta mis manos, mis pies se mueven hasta el cofre donde guardo los pinceles y lápices.
Con el lápiz ya en mano procedo darle trazo lo que mi mente se ha instalado generando inspiración. Agregaré algo nuevo a mi paisaje, después de todo el bloqueo de pintor no está tan fuerte.
Mi teléfono empieza a vibrar desde mi bolsillo izquierdo indicando una llamada, me imaginé que sería mi hermana, lo tomé y viendo la pantalla leí el nombre de Kim en él; ladeo un poco mi cabeza sin apartar la mirada de mi teléfono, contesto de una vez antes de que se corte.
- Hey- es lo primero que escucho en el teléfono.
- Hola- sonrío inconsciente y elijo sentarme en la mini cama para estar más cómoda.
- ¿Cómo estás?
- Mhmm bien - termino diciéndole.
- ¿Qué pasó?
- Nada- no quería contarle de mi ida al médico y mucho menos de lo que me ha pasado últimamente.
- ¿Qué tienes? - sonó preocupado al preguntarme.
Ay, se me estrujo el corazón.
- Enserio nada- trato de tranquilizarlo y le miento descaradamente.
Antes se me estrujo el corazón por su preocupación por mí pero ahora yo misma he ocasionado que se esté quebrando mintiéndole.
- Okey- me encuentro aliviada-, estoy aquí ¿Sabes? Cualquier cosa puedes hablarme.
Sabe que estoy mintiéndole, y aun así está dispuesto a seguir hablándome o no seguir preguntando. Dios, es el sol hecho en persona.