~Paciencia acabada~
Gritos, llantos, golpes, quejas, insultos.
Retumbaba con fuerza en mi ser, mi lobo se sentía deprimido por no poder defenderlo.
-Yoongi~.— Mi pequeño hermanito de tan solo seis años se refugiaba entre mis brazos.— ¿Cuándo va a terminar?
Lo miro atentamente. Sus pequeños ojitos brillosos por las lágrimas me observan con terror, sus pequeñas manitas regordetas se aferran a mi camisa sin querer soltarla. Suspiro sintiendo cómo mi tigre ruge en mi pecho, rasgándome por dentro.
-Tranquilo, Jimin~.— Acaricio sus cabellos azabaches juntando su cabecita a mi pecho.— Solo duerme, mañana todo estará bien, ¿De acuerdo?
Él asiente cerrando sus ojitos. Lo arropo mejor con una sábana entre mis brazos. Suspiro, oyendo los gritos de mi padre afuera.
Levanto la mirada y me encuentro con mi otro hermano, Hoseok, quien sostiene en brazos a un ya dormido y cansado Taehyung. Su mirada está perdida en el suelo.
Mi hermano siempre había sido muy alegre, siempre y cuando nuestro padre Alfa no estaba cerca, porque mientras él estaba presente nosotros vivíamos el mismísimo infierno.
Hoseok sonreía, era animado, era atento y feliz. Muchos lo criticaban por ser un Alfa y actuar de esa manera, pero a él no le interesaba. Le gustaba ser dulce y hacer reír a las personas, sobre todo a mi papá y a nuestros hermanos. Pero una vez llegada la hora en que mi padre Alfa estuviera presente, su sonrisa desaparecía junto a ese brillo en sus ojos.
Todos en ésta casa éramos de esa manera. Éramos felices, cordiales, generosos y sonrientes.....
Pero cuando él llegaba a casa.... Todo se venía abajo.
No sé cuándo tiempo había pasado, pero los golpes y los gritos de repente dejaban de oírse. Ahora era silencio.
Voltee a ver a mis hermanos, ahora dormían plácidamente sobre una cama, todos juntos. Taehyung y Jimin se abrazaban con ternura, mientras Hoseok los protegía con sus brazos, soltando uno que otro ronquido.
Suspiré mientras me paraba de la silla junto a la cama. Salí de la habitación tratando de no hacer tanto ruido y despertarlos.
Caminé por entre los pasillos y escaleras.
Teníamos una casa grande, después de todo, nuestro padre Alfa era dueño de varías empresas famosas en Seúl, las cuales eran las más famosas en toda Corea.
Bajé hasta la planta baja de la casa, y me dirigí a la sala. Pude observar gotas de sangre por el suelo. Suspiré, sintiendo cómo mi corazón dolía.
Caminé hacia la cocina. Ahí lo encontré.
Permanecía frente a la estufa con solo una ramera blanca con sangre en ella, unos pantalones rasgados y desgastados. Su cuerpo estaba desnutrido, sus pequeños brazos huesudos se veían entre la ramera. Su cabello estaba despeinado y mal cortado. Sus manos temblaban sobre la estufa y una que otra vez sorbía la nariz.
Esto estaba mal. Un Omega como él no merecía estos tratos.
Mi papá, Kim SeokJin. El Omega más puro y generoso que puedas encontrar, no tenía por qué soportar este tipo de humillaciones.
-¿Papá?.— Y al escuchar mi voz él tiembla, pero inmediatamente se calma, y lo hace sin mirarme.—
-¡C-cariño! Q-qué gusto que hallas bajado a cenar, ya mero está lista la cena.— Dice, sirviendo y limpiando su nariz.— N-no sentí tu olor, perdóname.
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Excape [Editando]
FanfictionJin es un pequeño y frágil Omega que es maltratado por el Alfa que lo había marcado desde su muy temprana edad. Uno de sus cachorros, Yoongi, quien ahora no es más que un fuerte y temible Alfa, intenta salvarlo de entre las garras de su padre...