El pequeño peliverde estaba en su habitación preparándose para dormir, cambio su ropa y cepillo sus dientes.
-katsuki-sama es muy amable conmigo.. como puedo complacer a katsuki-sama?
-fácil idiota, sólo sonríe, no te disculpes tanto, no fastidies, se obediente y con eso me conformo por el momento *dijo el rubio entrando a la habitacion*
-ah! Katsuki-sama! * dijo el pecoso dirándo a verlo*
-ooh~ te vez muy bien deku *dijo con una mirada pervertida mirando al pecoso que solo tenia un camisón negro*
-ah!? Eeh gracias *el menor estaba sonrojado ante el halago del mayor*
-jajaja *soltó una risa con una voz grave haciendo que el menor se sintiera raro* tranquilo deku *dijo acariciando su cabeza* bueno hasta mañana
-ah! Katsuki-sama *llama el menor*
-uh?
-usted n-no me hará nada?
-.. eh? *el rubio se veía perdido* (eh?)
-mi amo.. le gustaba hacerme gritar, le gustaba mi sufrimiento, u-usted n-no me hará nada? *mira al rubio* si puedo complacer a katsuki-sama no importa
-... (soy un degenerado) *katsuki tomó de las mejillas al menor* eso no pasará, no te haré daño *dijo viendo al menor a los ojos*... tranquilo cuando estés listo podrás complacerme *dijo acariciando sus cabellos con una mirada pervertida* ahora a dormir
-ah! Si katsuki-sama *dijo el menor feliz* (es diferente, podría confiar en el)
El mayor su fue a su habitación y el pequeño pecoso se acurruco entre las sábanas cálidas dejándose caer en sus sueños.
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|A la mañana siguiente|
Deku despierta por la luz que molesta sus ojos
-mm, me pregunto que aremos hoy
Se levanta de su cama y se dirige al baño a lavarse la cara y sus dientes, cambia su ropa y sale de su habitación
El pecoso tiene un rato caminando por el lugar, pero al no encontrar lo que busca le pregunta pregunta a una sirvienta
-mm disculpa
-si?
-donde esta katsuki-sama?
-oh, Bakugou-sama? Debe estar en el gimnasio, puedo llevarte si quieres
-si por favor
La chica conduce al pecoso hasta el gimnasio de la mansión
-gracias *dice viendo como la chica se retira*
Entra al gimnasio y busca con la vista al cenizo, el cual al verlo se dirige hacia el
-Buenos días katsuki-sama *dijo dándole una sonrisa*
-Buenos días Deku *dijo dejando lo que hacía*
Deku se quedo observando la figura del contrario, una camiseta negra y su piel blanca sudorosa hicieron que el corazón del menor diera un salto