Hause...

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Está claro que el baile no estuvo tan mal como esperaba, al menos Aaron me dijo lo que que sentia, la verdad ya me lo esperaba desde antes...no se quien llegaría a amarme asi...desearía tener mi propio Connor.
Me fui a casa sola, obviamente se que es peligroso salir a las 11:30 de la noche sola, pero ¿que otra opción tenia? Mamá nunca iria a recogerme, hace más de dos semanas que no se nada de papá, e Issac estaría demasiado drogado como para conducir.
Intentó irme por las calles más iluminadas, aunque la sombra siempre logra alcanzarme.
La noche estaba muy fria aunque por suerte Aaron me habia dejado su chaqueta, empezé a caminar más rapido ya que sentí que alguien me seguia, intentaba ver como la sombra se reflejaba detras de mi, sin darme cuenta empecé a correr, maldecia a mis tacones mentalmente, logré girar la cabeza un poco y efectivamente habia un hombre alto con una capucha tapando su cara; tuve que girar en varias calles que me demoraban el camino a casa pero era una forma para poder perder a ese tipo.
Mientras corria vi un bar iluminado, asi que decidí escabullirme entre la gente, por suerte nadie me vio, asi que decidí entrar al baño, lo primero que hice fue verme los pies; que estabán llenos de ampollas, e incluso uno de ellos me habia empezado a sangrar un poco en el tobillo.Me quite los zapatos, y literalmete habian quedado destruidos, estaban hechos para bailar no para correr más de 100 metros a toda velocidad. Examiné todo el baño y habia una ventana bastante pequeña pero era la unica salida; cuando estaba dispuesta a salir por allí, una mujer entró al baño pero no venía sola, estaba de la mano de otra mujer que tenia el cabello corto. Las dos se empezarón a besar y practicamente no notaron mi presencia, asi que salté por la ventana y la verdad pense que estaba más cerca del suelo, cuando caí me lastime las rodillas y estar descalza no era una ventaja. Segui caminando, y gracias al cielo logré llegar a salvo a casa; lo unico que queria era tumbarme en la cama y hacerme curaciones en los pies pero lo que yo no sabia era que mamá tenia otros planes para mi.
Su adicción al alcohol empeoro cuando Issac se fue de casa, era su hijo favorito...siempre lo habia sido; ahora cada vez que llegaba de la escuela me decia que debia aprender a cocinar, asi que ahora la que hacia la cena era yo; incluso me habia llegado a quemar con una de las cacerolas, pero a mamá eso no le importó, lo unico que me dijo fue:

-Maldicion si que eres una tonta, más te vale que aprendas rapido, porque yo no tengo tiempo para enseñarte.

Juro por mi vida que intento ayudar a mamá, algunas veces intento esconder el alcohol pero mamá se pone histerica y la que siempre termina mal soy yo, al menos nunca me a lastimado, puede estar muy borracha o incluso drogada pero nunca me pondría una mano encima.

-¿Cassie que mierda te pasa? ¿Donde carajos estabas?

-Mamá hoy era el baile escolar ¿recuerdas?

- Eso a mi no me importa, te estuve esperando hace dos horas para que prepararás la cena, pero no te dignaste a aparecer.

Su boca olía a Bodka, asi que obviamente habia estado tomando asi que por eso estaba sobresaltada, ya habia lidiado con estás situaciones antes, solo la debo llevar a su habitación y esperar a que se quede dormida.

-Mamá creo que es mejor que vayas a descansar, debes estar muy cansada...vamos yo te llevo.

Le puse una mano en la espalda y la acompañe, pero ella se sobresalto más y empezó a gritar:

-No me vas a engañar mocosa, ¿de quien es esa chaqueta?, ¿ahora aparte de tonta, eres puta?

-Mamá esta chaqueta es de Aaron un amigo, a el le gustan los chicos; no pasó nada entre los dos...ahora vamos a tu habitación.

Y pasó lo que nunca hubiera esperado que pasará, mamá me golpeo, me dio una fuerte bofetada; mis ojos se llenaron de lagrimas y mi corazón se terminó de partir en mil pedazos. Pensé que era lo unico que iba a hacer pero despues pasó algo peor, agarro un cigarrillo encendido de uno de los ceniceros, y me lo puso en el brazo, dolio como el demonio, ahora tenia miedo de que pudiera llegar a hacer una locura, asi que corrí a mi habitación y la cerré la puerta con llave. Despues escuché como ella golpeaba la puerta mientras gritaba:

Cuentame tu historia Cassie...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora