Larga noche de consuelo.(Editado)

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Habíamos despertado en un inmenso vacío de oscuridad, sin nada a que observar más que nosotros mismo... Stellae, así nos nombramos, los constructores originales. Brindamos nuestra luz a la extensa e inmensa oscuridad que había en el principio. Tomando partes nuestras, creábamos incandescentes pero brillantes esferas de energía. De las cuales surgían seres de con formas similares a las nuestras, con algunas variantes, dependiendo las esferas. Todos en portando una brillante luz, y de gran poder, a los que llamamos Dirigentes Stella, los acogimos. Profundamente ingenuos, inimaginablemente sabios, quien hubiera sabido que serían lo último que quedaría de nuestro legado.

Con su ayuda, forjamos inmensos hilos de esferas, pero sueltas por todo el vacío, y eran tantas, que en nuestra expansión nos encontramos con semejantes opuestos, que en lugar de crear luz, la devoraba debido a la necesidad recurrimos a ellos, se llamaron Stella Tenebris, quienes se encargaron de limpiar algunos espacios para crear nuevas y mejorarlas con los restos de las viejas. Todo marchaba bien, creábamos más y más, pasaron eones hasta que llegamos a un punto descubrimos que en esas esferas que llegaban a su etapa final, en sus restos, nacían otras, pero también habían algunas sin brillo, y ciertos seres pequeños, iguales a los Dirigentes Stella, pero al igual que su lugar de origen, sin brillo y mucho más débiles. Optamos por dejarlos en paz.

Cuando la labor de los Stella Tenebris llego a su tope optaron por hacer creaciones similares a la nuestra, pero con un propósito distinto, se lo llamo Nigrum Foraminis, estos no emitían brillo, se lo tragaba. Pero al igual que con nosotros de ellos nacieron seres, de aspecto oscuro, de diversas formas y tamaños, y mostrando un apetito voraz por consumir todo lo que veían, ni los responsables de su creación pudieron frenarlos.

Un gran caos se expandió por esas criaturas, devorando todo a su paso. Las Stella trataron de frenar la pérdida de sus luces que tanto habían trabajo para llevar. Pero era inútil, cuando una Stella caía ante ellos, estalla en una gran masa de luz y polvo que inundaba el espacio, y cuando eso ocurría con una Stella Tenebris, se convertía en una gran masa oscura que devoraba todo lo que estaba a su alrededor...

Hacia el final casi todos habían desaparecido, fueron los Dirigentes Stella, los que los frenaron a un costo, causando una cacería hacia el final de estas criaturas, y sellando esa zona de la que nacían, dentro de los Nigrum Foraminis, que era infinito. Zona que denominaron Vacuum.

Hacia el final han quedado 2 Stella y algunas Stella Tenebris, con el pasar del infinito tiempo, esos seres sin brillo nos miraron, inclinándose ante nosotros, admirándonos con sus cabezas hacia arriba. Los Dirigentes Stella, al no ver peligro más allá del Vacuum, se quedaron con esos seres, guiándolos en busca de su brillo, con el tiempo les dieron nombre a esas esferas que pusimos hace eones. Las llamaron estrella, a mi hermana y a mi nos llamaron "Estrella Prima y Estrella del Crepúsculo" aunque teníamos mas nombres entre todos esos círculos, que llamaron galaxias, y nuestros Dirigentes Stella, fueron llamados Estrellas fugaces, aun que para otros, eran sus guardianes y guías.

Hace tiempo me aleje de mi hermana, no quería crear una nueva luz, las que habían eran suficientes, tal vez se decepciono, y se disgustó que renunciara al sueño del "brillo eterno y perfecto", tal vez asi sea... me rendí, para solo brillar desde la lejanía, y ser observada por aquellos seres no planeados. Pero aun que tengo una necesidad de regresar a ese sueño del cual nunca recuerde, a pesar de mi incandescente e inagotable brillo, no puedo evitar sentir el abrazo de la oscuridad...

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2019 ⏰

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Nacidos de las estrellas-Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora