~D O S~

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México: —¡Hey, qué pedo! ¿Cómo estás pinche Ale? —Preguntó con alegría.

Al parecer no iba a estar tan aburrido como él imaginó. Con la plática, el tiempo pasó realmente rápido sin querer ellos se dieran siquiera cuenta.

ONU: —Alemania y México, ¿podrían decirnos las ideas sobre el tema que estamos debatiendo?

México: —Verga...

Miró de reojo al alemán, quien estaba en silencio ya que no había podido prestar atención al igual que él. Decidió ver si sus amigos le salvaban de esta, pero Venezuela se estaba comiendo las uñas, y Bolivia solo molestaba a Chile.
Eso fue todo, sabía que ahora le irían a regañar como era habitual en casi todas las juntas.

España: —Ostia —Susurró algo preocupado.— Señor ONU, primero debemos quedar en un acuerdo para luego llegar alas preguntas, ¿no?

Miraba a su "Nueva España" decepcionado y con esa mirada seria.

ONU: —Supongo que tienes razón, España. Bueno, como decía...

Alemania:Uff Sie schelten uns fast... —. (Ufff, casi nos regañan)

Por un momento se sintió aliviado.
Tenía que hacer valer sj charla perdida. Tomó una bocanada de aire y se concentró en su compañero.

—Mexiko... Ich frage mich, ob wir nach dem Treffen einen Kaffee trinken und weiter reden könnten —. (México. Me pregunto si podríamos tomar un café después de la reunión y seguir hablando)

Por dentro le carcomían los nervios, esperaba ansioso una respuesta positiva de parte del contrario. Nunca había invitado a alguien a salir. Estaba emocionado, aunque no lo demostraría por el exterior.

México: —¡Hijole wey! No puedo, ¿Ves al señor que nos salvó el pellejo? Me va a regañar... pero podríamos ponernos de acuerdo. ¿Tienes un hoja?

En la hoja que le dio el de lentes anotó su número rápidamente.

—Ese es mi número, me hablas en un rato y ya veo para ponernos de acuerdo.

Le dió un leve golpe en el hombro con una gran sonrisa, la reacción contraria solo fue de soltar una pequeña risa extraña.

ONU: —Escuchen, antes de que se retiren: tienen trabajo. Esta vez será de dos personas. Yo los asignaré.

Comenzó a leer una arrugada hoja en donde se encontraban todos los coumtrys y se puso a agruparlos.

—. . . Por último, México y Russia. Tienen una semana para entregar su informe completo. Pueden irse ahora.

México: —¡Hey, pinche Tripalosky! —Exclamó con alegría al verle.

Russia:Мексика, ¿Могу ли я увидеть тебя завтра? —. (México, ¿te puedo ver mañana?)

No podía negar el hecho de que la sonrisa del más bajo le había llamado bastante la atención. Quedó viéndole confundido por un rato hasta que la voz del mismo lo sacó de su transe.

México:Mira, wey. ¿Sabes donde vivo? —el ruso asistió y prosiguió con la explicación.— Bueno, mañana nos vemos ahí al medio día. ¿Va?... Ya verás que nuestro trabajo será el más mamaló.

España:—¡Nueva España! —Intentó llamar su atención, pero oarece que el otro solo le ignoraba.— ¡Joder, crío! Anda, vámonos.

Jaló el brazo de su supuesto hijo y salieron del, ya casi vacío, establecimiento de junta.

México: —¡Espérate apá! ¡Adiós Tripalosky!

Russia:Увидимся позже Мексика...—. (Hasta luego México)

España: —Y qué te he dicho sobre juntarte con esos tíos. Dios, no te conformas con USA que ahora quieres mas líos con otras potencias.

Le dejó libre y caminaba con autoridad. Algo así como entre enojado y seriamente pensativo.

—Y con que me entere que andas haciendo alguna "alianza" te voy a dar la colleja de tu vida, ¿oíste?

México: —Ya jefe, tranquilo. Hoy me senté con ellos porque el pinche gringo me quitó mi lugar. Aparte le tengo que hablar al Tripalosky para el trabajo.

La charla culminó allí. Para apasiguar y desconcentrarse del incómodo ambiente, el mexicano sacó su teléfono y jugó un poco como el. Eso hasta que se toparon con...

Canadá:México!

Corrió inesperadamente hacia él para propinarle un gran abrazo, pero otras manos se lo impidieron.

España: —¡Hey, hey! ¿A qué viene tanta emoción, tío? Cuidadito porque empiezo a repartir puñetazos.

Sus ojos demostraban sinceridad y algo de furia, pero obviamente solo bromeba, o eso quería pensar los que estaban presentes.

USA: —Brother! What are you doing...?-- (¡Hermano! ¿Qué estás haciendo...?)

Llegó a la escena y cruzó miradas amenazantes con el español. No pudo evitar mirar a su "retoño" y la marca del teléfono que tenía entre sus manos.

— WTF!? That's a damn Huawei! And the ¡phone that I gave you where it is?-- (¿¡Qué mierda!? ¡Eso es un maldito Huawei! ¿Y el iphone que te di dónde está?)

México: —¿Qué tiene que use esta marca? Es mejor que la tuya wey... ¿Me reclamas porque no uso tu maldita porquería? Ahora si te agarro a madrazos —Respondió con total molestia.— ¡Nada te parece! Esto es el maldito colmo, hora si hijo de la verga. Mañana te llevo tu maldita porquería que no quiero.

Se acercó a él con la intención de darle un fuerte golpe, pero su padre le detuvo de inmediato.

España: —¡Eeh! ¡Calma, crío! No vale la pena. ¿Ves de lo que te hablo? Ven, vámonos a comer algo.
Con algunos forcejeos logró sacar al pequeño enrabiado de toda esa situación.

Lo único que no sabían era que alguien más estaba escuchando aquella conversación.

~Continuará~

U N  M É X I C O  P A R A  T O D O SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora