Un día normal en Hillwood

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Oh Arnold...
¿será hoy el día en el que te confiese mi más profundo secreto? No, soy demasiado tímida y acomplejada como para decirte lo que siento y lo que provocas en mi alma y en mi corazón... Te amo mi amor
*Mencionó Helga con su relicario en las manos*
-Helgaaaaaa baja, tienes que ir a la escuela *gritó Míriam*
-¡YA VOY MÍRIAM! *Contestó Helga un tanto fastidiada*.

-Hola hija, aquí tienes tu almuerzo
-Si si Míriam, adiós.
-Adiós Helga que te valla bien

*Helga sale a tomar el autobús*

-Hey Helga, por aquí! *gritó Phoebe*

-ohayou gozaimasu, Helga
-O rayos Phoebe ¿que te dije del Japonés cuando tengo Jaqueca?
-O cierto, español☺️

*Todo transcurría con normalidad en el autobús hasta que ciertos niños subieron*

-O cielos Phoebe realmente se nota que mueres por el *mencionó Helga con tono burlón*
-Shh silencio Helga que ahí viene *contestó Phoebe apenada*
-Hola Phoebe ¿que hay?
-Ho-hola Gerald ¿c-como estás? *respondió muy apenada*
- Bien, Phoebe bueno y-yo me preguntaba s-si tu
-O rayos Romeo dilo ya si lo vas a decir *Mencionó Helga exaltada*
-Cielos Helga, no es tan sencillo *Respondió Gerald apenado*
-Phoebe solo te quería preguntar si tu querías emmm bueno si querías sentarte conmigo hoy
-Ah? Ahh- claro que si Gerald *responde Phoebe al ver que la pregunta no era la que ella esperaba*
-¿Es enserio, tanto alboroto solo para preguntarle eso? Agh *mencionó Helga*
-Vamos Phoebe
-Eh si
-¿Esperen un segundo y ahora con quien me sentaré? *Preguntaron ambos rubios al mismo tiempo un tanto molestos*
-Vamos solo hazme este favor *respondieron Phoebe y Gerald también al mismo tiempo y se miraron sonrojados*
-Vamos no pierden nada con sentarse juntos un solo día, ridiculos. Ninguno tiene roña como para que se eviten tanto. *Responde Gerald con tono burlón*
-Agh, está bien nos sentaremos juntos solo para que Romeo y Julieta estén satisfechos *Dice Helga con un tono burlón y Arnold asiente*
-Que yo recuerde aquí Romeo y Julieta son ustedes dos, burlones. ¿Como olvidar ese largo beso?
*Helga y Arnold se miran y se sonrojan ante las palabras de Gerald*
-B-bueno ¿que esperan para ir a sentarse?*mencionó Helga molesta*
*Gerald y Phoebe se van a sentar*
-Hola Helga
-Hola cabeza de balón
-Antes de que digas algo quiero aclarar algo sobre lo que dijo el pelos de espagueti.
-¿Que cosa Helga?
-Que si ese beso repugnante fue largo es porque estaba siendo profesional.
-Lo que tu digas Helga *responde con el mismo tono de siempre*
*El autobús hace un movimiento brusco, lo que hace que a Helga se le caigan los libros pero uno en particular cae arriba de Arnold*
-O rayos, era lo único que me faltaba *Dice Helga molesta*
-Te ayudaré Helga *Arnold pone los libros en la mochila de Helga pero uno en particular llama su atención por lo que decide no guardarlo*
-creo que son todos *dice Helga aún molesta pero de pronto se percata de que le falta el más importante*
-Cabeza de balón dame ese libro ahora *dice Helga asustada*
*Arnold se lo da pero el está seguro de que ya había visto ese libro antes*
-Gracias cabeza de balón pero aclaro que no era necesario que me ayudaras *responde Helga tratando de evitar cualquier tema sobre el libro*
-O dios mio espero que no lo haya reconocido, por poco descubre que la de los poemas era yo *Pensó Helga*
-Helga Helga Helga
-¿Que rayos  quieres cabeza de balón?
-Solo intentó decirte que ya llegamos.
-Ya lo sabía.
-Lo que tu digas Helga *Arnold baja del autobús junto con Gerald y Helga se baja junto con Phoebe*

*Ya en clases Helga le tiraba bolitas de papel a Arnold como de costumbre cuando de pronto Arnold se cansa y le avienta una*
*Helga se levanta enojada y le arroja otra bolita, ambos se miraban molestos *
*El señor simmons se percata*
-Cielos niños siento tener que decirles esto pero ambos se van a quedar después de clases en este salón toda una semana para que aprendan a no pelear, definitivamente. *menciona el señor Simmons ya cansado de sus peleas*
*Helga y Arnold solo asienten y se miran muy molestos*
*La clase transcurre con normalidad hasta la hora del almuerzo*
*4 chicos salen juntos*
-Chicos ya ven lo que pasa por estár peleando en clase, ahora estarán castigados *menciona Phoebe*
-Pues tal vez si alguien no se hubiera puesto a tirarme bolitas de papel esto no hubiera sucedido *Dice el rubio con tono de reclamo*
-Pues tal vez si a alguien no se le hubiera ocurrido regresarme la bolita de papel tampoco esto hubiera sucedido *Responde una rubia molesta*
-Está bien Helga, si lo que quieres es que me disculpe, está bien, LO SIENTO por haberme defendido por segunda vez en mi vida de ti
-Disculpa aceptada cabeza de balón *responde Helga burlona*
-Chicos por favor no vallan a pelear durante el castigo *menciona Gerald*
-Agh está bien, lo intentaré *responde Helga*
*Los 4 se sientan en la misma mesa ya que gracias a Gerald y Phoebe, tenían que estar juntos*
*Todo transcurre con normalidad hasta la hora de entrar a clase*
*Suena el timbre*
-Bueno, vámonos zopencos *menciona Helga con naturalidad*
*Ya en el salón, el señor Simmons daba su clase con normalidad*
-O mi amor tu y yo solos en este salón por una semana entera ¿donde está el castigo? Cada minuto lo voy a disfrutar como nunca, es mi oportunidad de demostrarte lo diferente y amable que puedo ser *menciona Helga en voz baja con tono romántico*
*El timbre la interrumpe*
-Bueno chicos, pueden salir todos menos Arnold y Helga *Dice el sueños Simmons*
-Chicos saldré a llamarle a sus padres para ponerlos al tanto de su castigo y del porqué llegarán tarde, después me iré a casa, confio en qué se portarán bien. *Dice el señor Simmons con un tono dulce*
-Si señor Simmons *responden ambos rubios con tono de vaca*
-Hasta luego niños *El señor Simmons sale del salón dejando a los rubios solos*
-Helga... Realmente siento lo que sucedió, no debí regresarte la bolita de papel *menciona un rubio apenado*
-Si cabeza de balón, también lo siento, no debí golpearte tanto *Responde Helga también apenada pero sin dejar su rudeza*
- O rayos está haciendo mucho frío hoy y esta ventana está abierta
*Se queja Helga y se levanta a cerrarla, para ello se sube en una silla*
-O rayos está muy dura, no puedo cerrarla pero si la dejo así, Arnold pensará que soy una debilucha *piensa Helga sin saber que hacer*
-Te ayudo? *pregunta Arnold*
-O vamos cabeza de balón, Helga G. Pataki no necesita la ayuda de nadie *responde Helga*
-Vamos Helga dejame ayudarte, será fácil.
-Bien cabeza de balón pero solo porque insistes, no porque yo no pueda sola
-Lo que tu digas Helga *Arnold no necesitó subirse a la silla ya que ahora era unos centímetros más alto que Helga*
-O cielos, tienes razón está muy dura
-Te lo dije Arnoldo *Responde Helga aún sobre la silla*
-Intentaré yo otra vez *Helga hace fuerza, lo que hace que la silla se tambaleé y Helga pierda el equilibrio*
-AHHH *Grita Helga mientras jala a Arnold, lo que hace que caigan juntos*
*Arnold cae sobre Helga y ambos quedan nariz con nariz mirándose a los ojos*

Continuará...

Mañana es para siempre Arnold y HelgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora